Mi chico malo [SasuNaru]

Epílogo

---¡Vivan los novios! -grita el pelirrojo levanto su copa.

---¡Que vivan! - le siguen los invitados.

No pasaron ni dos meses cuando la pareja contrajo matrimonio. Tsunade los alentó para que se casarán antes que el embarazo se hiciera notorio. El bebé tiene el derecho de nacer en un matrimonio.

Por obviedad la pareja acepto gustosa, nada les hacía más feliz que casarse. Ya no había nada que pudiera  separarlos. Sólo eran Naruto y Sasuke.

Sasuke estaba muy feliz, nunca en la vida pensó en casarse y menos con uno de sus alumnos. Todo pasó muy rápido, apenas pasaron diez meses donde conoció a su malcriado esposo. Diez meses para forjar su felicidad. Muchos pueden decir que fue precipitado y que debían conocerse más pero para el amor nada es imposible y eso lo supo al momento que sus miradas se encontraron, ese mínimo momento donde sus lazos se unieron. Quizá fue el destino o quizá no. Pero lo que importa es que está feliz y para nada arrepentido de conocer a ese chico malo. Ese chico que le hizo su vida de cuadritos en sus primeros días de trabajo. Esas peleas y esos cortos circuitos que creaban cuando discutían. Todo eso lo llevaría tatuado en su alma, esos maravilloso recuerdos que en un futuro le contaría a su hijo.

Naruto jamás pudo imaginar que se estuviera casando con la persona que amaba. Todo lo que le sucedía ni en sus mejores sueños pasaba. Pero estaba feliz, Sasuke llegó a su vida, tan repentino pero no se arrepiente de a ver puesto sus ojos en ese maestro gruñón y amargado. No se enamoró a primera vista, mentiría si dijera que si. Pero al paso del tiempo Sasuke se metía cada vez más a su corazón y una vez que entró ya no volvió a salir. Le gustaba esa sensación cálida en su pecho, nunca pensó ser feliz pero tampoco deseaba la felicidad. Una vez que Sasuke entro a su vida todo cambio, para bien y para mal pero todo ese camino cruzado valió la pena. Ahora estaba con la persona que ama y con un hermoso bebé en camino. Ya no le puede pedir nada más a la vida que dejarlo tener una familia.

---Sonrían -Pide Karin al tomar una fotografía ---se ven bien juntos -alza su pulgar en aprobación.

---¿Nagato vino? -pregunta el rubio.

La chica asiente.

---Sip. Pero el muy tacaño no quiso comprar otro regalo, les trajo el mismo que te iba a dar la vez pasada -reprocha la chica con un puchero.

---Karin, gracias y perdón por ser malo en el pasado y por no tratarte bien -confiesa el azabache poniendo su mano en su hombro.

La chica se sonroja y asiente. Al final dejó que su corazón decidiera y prefirió darle el azabache a Naruto.

---Si no fuera por ti nunca hubiera podido robarme a mi rubio -admite besando la mejilla del rubio.

---De nada. Cupido me llaman -ríe.

---¿Cómo que te ayudo? -alza sus cejas en señal de interrogación, Naruto.

---Luego que desapareciste y dejaste esa nota intente contactarte pero no funcionó, Karin llamó dos días después y me dio la invitación de la boda, en ella estaba la fecha y hora del evento así que inicie a planear algo para impedir que te casaras -explica.

Naruto abre su boca pero apenas consigue suspirar.

---Bueno ¿gracias? -dice.

---De nada rubio. Ojalá hagas feliz a Sasuke.

---Eso te lo aseguro -responde con picardía.

Sasuke le ve juguetón y captura sus labios en un demandante beso.

---Joder no frente los pobres - se cubre los ojos avergonzada.

---Concuerdo -dicen a su espalda.