Capítulo 32

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La Era D

Luego de haber estado allí, que haya podido ver cada parte de lo que ocurrió allí en ese momento, esa señora que tan bonita persona se veía, que de ¿malo pudo haber hecho para haber muerto de esta manera?.

Pasaron algunos días luego de este suceso, mientras caminaba por las calles a altas horas de la noche, recordaba cada cosa que en algún momento me hizo feliz y también me hizo sentir vacía, recordaba a mamá, ese sentimiento de poder hacer todo y al mismo tiempo no poder hacer nada, me invadía la ira, aveces sentía que mi tiempo en la tierra debía acabar, me hubiese podido lanzar a un auto o quizás tirarme de un edificio como normalmente todos lo harían, pero no; no merezco algo como eso, creo que necesito a alguien en quien pueda sentirme bien, confortada, alguien que no me dé lidia y al contrario pueda apoyarme, ahora más que nunca necesito de eso, una guía.

-Solo tendría que quedarme aquí o quizás allá - me decía a mi misma mientras miraba las nubes.

Sonreí y continue caminando, mi celular comenzó a vibrar, lo saqué de mi bolsillo y conteste la llamada.

-¿Hola?- dije mientras acercaba el celular a mi oído.

-Hasta que por fin contestas, Crista llevo marcando casi 10 veces. -Dijo Cristen, baje mi celular y efectivamente 10 llamadas perdidas.

-Disculpame- callé unos segundos -Tenía el celular en modo vibrador-.

-Tranquila, ¿quieres venir a cenar?, has estado muy distanciada últimamente. - del otro lado del teléfono se escuchaban trastos y más.

-Seguro, en 15 minutos posiblemente ya halla llegado. - me despedí y colgué.

-Que tan profundo puedes llegar a pensar Crista, no sentiste el celular vibrar. - Sonreí y guarde el celular.

Mientras caminaba, imaginaba tantas cosas que hicieron volar el tiempo, llegué a casa de Cristen sin darme cuenta.

-¡Hola!- Grite desde afuera mientras le daba pequeños golpes a la puerta.

Era extraño, no se veían luces encendidas, tampoco tenía apariencia de tener a alguien allí, parecía que tenía varios días abandonada.

Recorrí un poco los alrededores de la casa y me dispuse a entrar por una de las ventas para no hacer mucho ruido.

Me puse la capucha para simular oscuridad y sombra con las paredes, camine por los pasillos sin hallar a nadie, las puertas de las habitaciones estaban abiertas, no se veía a nadie por allí tampoco, camine y camine sin hallar nada, recordé que la casa tiene un sótano que usaban como habitación, busque la puerta y silenciosamente comencé a bajar las escaleras, la tensión comenzó a subir luego de escuchar un quejido en la parte más retirada de las escaleras, como pude seguí bajando sin que notarán mi presencia y me camufle al lado de unas cajas, cerré mis ojos y al abrirlos estos ya tenían la forma del ojo del dragón, uno normal y uno de dragón , de esta manera pude observar en que lado se encontraban Andy y Cristen mientras al mismo tiempo podía observar quienes los tenías amordasados.

-Cazadores- murmuré.

Trate de hacer contacto con Cristen pero fue en vano, quizás estaba tan agotada que no podía sentir el contacto mental.

Intente varias veces hasta obtener resultado, esta vez con Andy.

-Hola, ¿Que sucedió?- pregunte a Andy mientras observaba como este me buscaba con su mirada.

-Nos pusieron una trampa, obligaron a mi hermana a llamarte y así poder llegar contigo, quieren asesinarte Crista, debes irte. -Dijo con angustia.

-No me iré, me buscan a mi, no deben hacerles daño a ustedes, sigue mi plan. - dije mientras con mi ojo conectaba al de él.

-Atrás de ti hay una soga, trataré de llegar a ti y cortare la que te ata, luego sostendrás esa, cuando yo haga mi aparición, tu atacaras a los que estén cerca de ti. - dije mientras caminaba lentamente hacia él.

Corte la soga y le entregue la que estaba allí atrás, no me percate que uno de estos cazadores usaba un lente con visión nocturna.

Las luces se encendieron.

-Bienvenida a la fiesta Crista- clavaron una jeringa en mi cuello, provocando que mi cuerpo cayera, en ese instante perdí el conocimiento.

Hija De Dragones©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora