Capítulo 37

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Extraño pero cierto, pura coincidencia no creo que haya sido.

-¿Y si en realidad la que los trajo a ellos hasta aquí fui yo?- Cuestione ofendida.

-Quizás ese reloj era el objetivo principal. - Replica Cristen.

-Sea como sea, debemos salir de aquí, esto se pondrá feo. - El chico caballo alzó su tono de voz un poco para luego mentalizar una ruta de escape.

-¡Creo que esto está mal!- Dije mientras los reunía a todos. -Éste es el plan- los reuní a todos dándoles coordenadas de lugares en los cuales podrían estar mientras yo salía a enfrentar a los nagas, les di la clave para llamar a nuestros hermanos, y el ritual para invocar a la dama de los volcanes, la hermosa medusa.

Luego de esto, todos se ubicaron en sus lugares, tome a Jack de los hombros y salí con él a esperar a su gente.

-¿Porqué haces esto?, ¡Podrías morir!- Dice Jack con las pocas fuerzas que tenía.

-Si he de morir hoy, lo haré, moriré por mi pueblo, pero moriré con la cabeza en alto, luché por mi gente y regresaré con más poder.- Respondí para luego observar como sobresalían las armas.

Tome a Jack de los hombros y lo obligue a arrodillarse, mientras desplegaba mi alas.

-¡Crista!, crista hmm. - resonó una voz en medio del gentio, era la diosa wadjet.

-¡Cuánto tiempo esperando este momento querida!- Dije para luego tomar a Jack del cabello.

-Nunca me ha gustado la violencia pero hoy será una excepción. - saque lentamente un pequeño cuchillo de mi bolsillo.

-¡Crista! - La voz de Andy se oye desde algún lugar. -¡No vallas a cometer ninguna tonteria! - Una sombra grande arropa los cielos dejando así una oscuridad poco visible.

-¡Debí acabar con esto desde el inicio!- acerque lentamente el cuchillo al cuello de este, decidida a asesinarle sin piedad.

-¿Por qué no sólo lo haces y ya?- Cuestionó enojado.

-Porque quiero que sufras, que sientas todo no igual pero similar a lo que sufrí por culpa tuya. - Cada vez el cuchillo se hallaba más cerca de su garganta.

Con las pocas fuerzas que Jack tenía se soltó y me arrebato el cuchillo.

-¡Estoy cansado¡- Gritó. -estoy cansado de ser usado por ellos para lastimar a las personas, estoy cansado de ser torturado en beneficio de ellos, estoy cansado de ser todo lo que ellos dicen menos lo que yo quiero, simplemente estoy cansado. - camino lentamente hasta donde me encontraba.

-Perdoname Crista- una lagrima recorría su mejilla para luego accionar el cuchillo en su garganta.

Luego de este echo, Jack cayó de rodillas mientras alzaba su rostro para sonreirme por última vez.

Mi aspecto cambió totalmente, sentí una ira demasiado fuerte, mis ojos cambiaron de color, pasaron de ser color café a un rojo intenso, mis alas dejaron de ser las típicas alas dragonianas, para convertirse en alas infernalmente grandes, no pensé con claridad, la ira me consumía.

De mis manos se desprendían llamaradas de fuego, intensamente grandes, quemando todo a mi paso, sin importar quien o quienes salieran lastimados o incluso llegará a provocar la muerte.

Me acerque rápidamente a la diosa wadjet y le sonreí, enseñando mis dientes filosos en ese instante, la tomé del cuello y la levante, todos sus sirvientes se arrodillaron ante tal echo, levite cada vez más alto hasta que no podía observar con claridad a las personas que se encontraban bajo de nosotras.

Mentalmente invoque a la hermosa medusa, en aquel instante era tanta mi ira que no demoro nada en abrirse la tierra y de allí salir la dama de lava, baje con la diosa y frente a medusa la di de ofrenda.

-Te tengo una propuesta. - mis ojos cada vez eran más rojos.

-Esta títere y esos ratillos de allí, a cambio de la espada de fuego. - Medusa observaba a cada uno y se saboreaba de solo imaginarse como iba a comerse a cada uno de ellos.

-¡Trató hecho!- Medusa me entregó la espada de fuego y se llevó a todos con ella.

Luego de que todos los nagas desaparecieran de mi vista, retome mi posición inicial.

-¿No piensas devolverlo a la vida?- Dijo el príncipe coreano.

-¿Un ser tan despreciable como él?, ¡por supuesto que no!- levante el cuchillo y lo limpie.

-Por él y por ellos mi madre esta muerta y mi padre me traicionó, en realidad debería podrirse en donde sea que este en este momento. - en estado neutral guarde el cuchillo.

-¡Pero pidió perdón por lo que hizo y dijo la verdad de los echos Crista!.- Enfadado me toma del brazo.

-¿Crees que me importa?- dije soltandome de su agarre para esconder mis alas y caminar de nuevo al lado del cuerpo De Jack.

-¿Cuanto daño te han causado para que te hayas vuelto tan fría?- cuestiona el príncipe con desespero al observar mi rostro.

-¡Supongo que el suficiente como para desatar una guerra y morir en ella si es necesario!- Replique anonada por mis palabras, me acerque a Jack y toque su cuello para cerrar su herida, aun seguía con vida.

-¡Hay algo que debes entender, y es que por más mala persona que sea, jamás en mi vida le haría daño a alguien, pero que jamás en tu vida se te vuelva a ocurrir la famosa idea de pedirme que salve a alguien cuando no me nace hacerlo por mis propios méritos!- puse el cuchillo en sus manos y me retire de allí para entrar de nuevo a la casa de Andy y Cristen.

Hija De Dragones©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora