Hija De Dragones©

Capítulo 11

Al quedar profundamente dormida en el pecho de Andy, puedo jurar que me sentía protegida, que el miedo se había ido por completo, pero la dicha no duro mucho, en la parte de arriba se oían pasos, pasos demasiados desesperados, Cristen estaba al lados de nosotros, Andy estaba asustado igual que su hermana, me levanté de allí y los mire a ambos.

-Tomen mis manos- les susurré, para luego desaparecer de allí, ambos llegaron aturdidos por aquella teletransportación, Andy y Cristen se miraron y se abrazaron.

-Aquí están protegidos, tomen traguen la pastilla rápido- les di una pequeña pildora roja, la cual ambos tragaron inmediatamente. -Esa pastilla permitirá que puedan estar aquí sin ser rastreados-. Sonreí.

-¿Papá?- Dije con la voz un poco alta, al ver que no obtenía respuesta fuí hasta mi estudio y ahí estaba el sentado mirando para arriba, apesar de ser un espíritu, su forma y figura se veía bien.

-Aquí estas, pense que te habías ido- Dije mientras me sente a su lado. -Me están persiguiendo Papá, quieren hacerle daño a mis amigos- Le dije mientras lo miraba, este me miro de una forma macabra, dandome a entender que no era mi padre.

-Oh! Pequeña no soy tu padre, tu padre es él- Señaló a una esquina y allí lo tenían.

-¡Nagas!- Dije retandole con la mirada. -Algo me decía que estaban aquí- lo fulmine con la mirada.

-No digas esa palabra, esta prohibida- Se levanto y poso sus manos encima de la mesa quedando apoyado allí.
-Y que vas a hacer si no dejo de decirla- me apoye en la mesa retandole con la misma posición en la que este se encontraba.

-No te podría hacer nada en este momento, pero a tu padre Si- me miro con odio.

-¿Sabes?, No pense que tu hijo fuera tan falso- lo mire sonriendo de medio lado. -Ya me suponía yo que el estaba conmigo para contarles mis puntos débiles, y saben a Jack le faltó contar solo un punto débil- Le guiñe el ojo.

-Mi única debilidad es llegar a perder la confianza que me tengo, así que fallaras totalmente- me giré. -Muchachos ya pueden entrar-.

La puerta se abrió de un solo golpe, entró Andy y un grupo de chicos la cual se formaron uno tras otro teniendo en cuanta su objetivo y esperando a que yo diera la palabra para atacar.

Por otro lado entró Cristen y un grupo de chicas, se formaron una tras otra esperando a que yo diera la palabra para atacar.

En mi poder tenía un pequeño control, con solo un click a cualquier botón quedaba cerrada la casa bajo tierra, no podía entrar o salir nadie de allí.

-Ahora, ¿traeras a Jack o debo ir por el?- Lo tome de la camisa.

-El no está aquí- Sonrió de medio lado.

-¿A no?- lo tire hacia una esquina y comence a caminar, lentamente y a la vez tan rápido como para que su sangre comenzará a tener adrenalina y pudiese atacar.

-¿Quién es él entonces?- Dije mientras agarraba a Jack de su chamarra y lo levantaba con una mano.

En el momento en que pensaba girarme fui sorprendida por Bolt, se había convertido rapidamente en serpiente, intentando arrebatarme a Jack, lo cual fue un intento fallido.

Presione el botón del control, todo se convirtió en celdas y habían grandes barrotes de hierro, no se dañaba con nada.

-Que comience el juego- Hice un movimiento dándoles aviso de que podían comenzar. En ese momento todos se convirtieron en Dragones, negros, azules y blancos, yo era la única Dragón Rojo y el más grande de allí.

Presione nuevamente el botón quedando así dentro de un gran volcán, allí estaba yo mirándolos fijamente con ganas de despedazarlos uno a uno.

En la parte posterior se encontraba Andy con una tétrica mirada, mostrando sus dagas por cada parte de su cuerpo.

Cristen voló hasta la parte superior del volcán para dar aviso sobre los Dragones que venían.

Frente a nosotros estaban los nagas, con ansias de clavar sus colmillos en nosotros.