Capítulo 1

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Los recuerdos carcomen mis entrañas, mi mente solo reproduce aquel vídeo donde mi novio era torturado hasta morir, es muy duro perder a mi pareja con la cual llevaba 3 años juntos, pronto sería su cumpleaños, y lo que ahora menos quería era que ese día llegase. Ahora la pregunta del millón, ¿por qué?

Crista en cada cumple años, cumplía también con su pareja, desde que Connor murió, su vida cambió drásticamente y ahora sus imágenes son su único recuerdo.

Me encontraba en mi habitación, como siempre suelo hacerlo, ese día estaba lloviendo, mi mejor amiga fue a visitarme y mi comportamiento aparentemente les estaba poniendo en alerta, ya que por lo normal siempre aparentaba ser feliz, aunque normalmente extrañara a Connor.

Carla es mi mejor amiga, amigas desde que teníamos 10 años.

-Hola, ¿estás ahí Crista? - pregunta Carla al otro lado de la puerta, su voz se oye angustiada y algo preocupada por el comportamiento de su amiga últimamente.

-Si aquí estoy, ¿qué pasa? – Respondí con frialdad en mi voz.

- ¿Puedo pasar? - pregunta con cierta timidez -te extraño- soltó una pequeña lagrima -has cambiado demasiado, no me pláticas, no contestas mis llamadas ni los mensajes, la otra semana es tu cumpleaños Crista, ¿seguirás encerrada?

Con estrés respondí las preguntas -No, no pienso salir, y... ¿mi cumpleaños? ¡Simplemente haré de cuenta que nunca pasó! - Respondí al abrir la puerta de mi cuarto - ¿entendiste? -

Carla solo mira el suelo, da media vuelta y comienza a caminar hacia la salida de la casa mientras Susurra -perdón, perdón por molestarte- una lagrima cae de su rostro, mojando su mano al limpiarla.

Sentí un dolor en mi pecho, pero no le di importancia solo quería ver a Connor.

- ¡Crista, baja a comer! - grita su mamá.

- ¡Ya voy! - conteste mientras me ponía mis pantuflas, empecé a bajar las escaleras contando una por una como solía hacer de pequeña. -Ya vine- Dije sin ganas.

-Hija me preocupas de verdad, creo que si Connor te hubiera llegado a ver así le daría un infarto- sonrió de medio lado.

Miré a mi madre sonriendo mientras al mismo tiempo imaginaba a Connor regañándome.

Comenzamos a comer, nuestras pláticas hicieron que las horas pasarán volando y que la media noche llegará más rápido de lo habitual.

-Ya mamá tengo sueño, descansa, yo te ayudo con esto- Dije mientras tomaba los platos y los vasos para llevarlos al lavaplatos.

-Hija ve y duerme yo me encargo de eso- dijo mi mamá en medio de un bostezo.

-Mamá acuéstate tú, yo te ayudo aquí, anda ve- Sonreí señalando las escaleras para que fuera a su habitación.

Mi madre asiente con una sonrisa mientras se acerca y besa mi mejilla -Te amo hija- Me dice en tono de orgullo.

-Te amo más mamá- Respondí terminando de lavar la loza

Pasaron alrededor de 5 minutos, Terminé de organizar la cocina y como una chica sana, común y corriente, salí corriendo por las escaleras hasta mi habitación.

Encendí mi celular y mi objetivo ahora era escuchar música, las canciones que me recordaban a Connor.

Me quede dormida con los auriculares puestos, en el momento en que se reproduce la canción de "You are not alone - Michael Jackson" soñé con Connor, este me abrazaba y me decía que nunca me dejaría, que siempre estaría conmigo, suceda lo que suceda Al final solo son sueños.

-Oye crista- Dice Connor en medio del sueño.

-Dime- Sonreí con gran fascinación al verlo de nuevo

-Te extraño demasiado, pero la distancia no nos separara- me abraza mientras me levanta.

-Nunca dejare de amarte Connor- sonreí para luego despertar con una pequeña lagrima en mi mejilla, aunque con un poco de irá por el despertador.

Vi la hora y ya eran las 5:40 AM, hora de levantarse para organizarme e ir a estudiar.

Entre al baño, me quite el pijama y entre a la ducha, el agua recorre cada parte de mi cuerpo propinando en mi cierta confianza y relajación para un nuevo día que comenzará, cada gota de agua cae en mi cabello mojando cada parte de mi rostro. Salí del baño, me puso lo primero que encontré y baje a desayunar, se me hizo raro ver que mi mamá no había hecho el desayuno, así que subí a la habitación y la vi ahí durmiendo, tan tranquila y relajada, antes de bajar le di un beso en la mejilla y baje a comer. Pasaron 10 minutos y llegó el bus escolar al cual subí para sentarme en una de las sillas traseras. Nadie solía sentarse allí.

-Hola- Una voz familiar se oye al lado.

Giré mi cabeza y no pude creer lo que en ese momento estaba viendo, quedé totalmente anonadada, lágrimas rodaron por mis mejillas y un fuerte viento golpea mi ventana.

- ¿Connor? Pero si estas- Dije nerviosamente, mirando a mi lado.

Hija De Dragones©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora