Capítulo 9

83 19 6
                                    

Me despedí de mi padre y me dirigí a casa, se me hacía un poco raro observar que siempre que iba a casa mi madre no estaba, no entiendo que sucede la verdad es algo raro, no entiendo nada.

Fui a mi habitación y regrese a mi cuerpo, luego de unos minutos me levanto y voy a la cocina, al estar allí escucho pasos en el piso de arriba así que decidí esconderme bajo el mesón y observar por la puerta medio abierta quien era. Pasaron algunos minutos y observó a mamá bajar de lo que creo que era mi habitación, tenía un puñal en su mano y unas marcas extrañas en sus manos, símbolos parecidos a los que usan los que están aliados a los nagas.

Me sorprendí al ver así a mamá, en ese momento comence a recordar lo que el libro de mi tatara abuela decía, no confíes en nadie, ¿pero mi mamá? ¿Porque ella estaría aliada con los nagas? Me preguntaba una y otra vez.

En un descuido pequeño observó que ella mira directamente el mesón en donde me encontraba en ese momento, adrenalina corría por mis venas, sentía como está se acercaba mas y mas, olvidaba que podía teletransportarme, en mi mente mentalice la sala de mi casa y en unos segundos me encontraba allí a unos 3 metros de donde se encontraba ella.

-¿Me buscabas? ¿Mamá?- Dije sarcásticamente nerviosa. Ella se giró totalmente, no parecía que fuera la misma madre que siempre estuvo conmigo, esta parecía poseída, no era la misma Beth que siempre platicaba conmigo. Mi madre corrio hasta donde me encontraba, su intención era clavar su puñal en mi cuerpo, fue un intento fallido, mis manos actuaron por si solas, el tiempo se detuvo observaba como ella se detenia, fue mi oportunidad, debía escoger, quitarle el puñal, salir corriendo o enfrentarla. En mi mente solo rondaban esas 3 opciones, no tenía mucho tiempo solo eran 60 segundos mientras me acostumbraba.

Le quite el puñal y decidí enfrentarla, cuando todo nuevamente volvio a la realidad, mi madre se Abalanzó sobre mí, creyendo que aún traía el puñal en sus manos, con una de mis manos la levanté y la sostuve en el aire varios segundos.

-No se que demonios seas, pero a mi madre la dejaras en paz- dije con un tono serio y abrumador, mis ojos fulminaron aquel rostro asustado, quien por medio de sus ojos demostraba odio. -Alejate ahora, o seré yo quien le ponga fin a tu alma- dije llena de ira, sentía la adrenalina correr por mi sangre, mis venas se brotaban en mis brazos, cuando estaba a punto de soltar a mamá para que cayera al suelo, ella grito... -Hija- esa era ella, si lo era, era su voz era ella, esas terribles marcas nagas desaparecieron de sus brazos y todo volvió a la realidad.

-mamá- dije bajandola lentamente mientras corría a abrazarla. Sentí a mamá fria, por un momento pensé que era ella, pero no, fui engañada, su mano derecha se volvio un tipo de lanza puntiaguda y la clavo en mi brazo, debilitando mi poder, pare el tiempo nuevamente, tenía 60 segundo para irme de allí, 60 segundos que podían salvarme la vida, en mi mente centré la imagen de Andy y en menos de 5 segundos aparecí en su casa.

Golpie tres veces su puerta, una chica de no menos de 20 años abrió la puerta. -¿Esta Andy?- dije mientras tapaba mi brazo, sangraba demasiado. -Si ya lo llamó- dijo asustada al verme así. -Entra- me dijo para luego cerrar la puerta.Estando adentro bajo Andy, su cara cambio totalmente al observarme como estaba.

-¿Que te pasó?- dijo mientras se quitaba su camisa y la rasgaba, sacando de esta una tira que con esta amarra mi brazo para detener la hemorragia. -Es lo que menos importa- le dije mientras mi tono de piel cambio a un tono demasiado amarillo.

-Cristen tráeme el botiquín de primeros auxilios- dijo Andy mientras me hacia sentar. -Rapido hermana- dijo mientras la chica corría con el botiquín hasta donde estábamos nosotros. -Me tendrás que decir que te paso- dijo serio, sus ojos fulminaron mi rostro.
-esta bien- le dije para suspirar y comenzar a hablar. -mi tatara abuela me dejó un libro, en este contaba la historia de una pequeña niña que nacería con todos los poderes de los dragones, Híbridos, y semi dioses, en una parte dice que alguien llegará a mi vida y me hará daño, que no confiara, pues Andy, pense que eras tú, mi pensamiento cambio totalmente cuando llegue a casa y no había nadie, me desdoble y saque el espíritu de papá de las catacumbas del infierno, esta escondido, solo falta su cuerpo, llegue a casa y me acoste, luego me levanté y fui a la cocina, al escuchar pasos en el piso de arriba me escondí, mamá, ella estaba poseída o no se la verdad, tenía marcas nagas en sus brazos y un puñal, logre quitárselo. Luego me atacó, y aquí estoy, ellos me están buscando y sabían que el medio de encontrarme mas facil es por medio de mamá- le dije mientras una lágrima recorría mi mejilla. -le están haciendo daño a ella- mire hacia el suelo.

-Tranquila- me mostró el dragón y este era de color Rojo igual al mío. -¿Estas elegido también?- pregunté curiosamente. En ese momento cristen se acerca y me enseña el dragón de ella, también era Rojo. -No estamos elegidos, nuestro destino es pelear contigo en la batalla y por tanto hacer que ganes sea como sea- sonrió luego de decir esto.

Yo los mire y los abrace a ambos. -Tengo miedo- Susurre en medio de sollozos, el miedo recorria mi sangre y se expulsaba por mis poros, la penumbra de la noche se acercaba y no sabía si ir a casa de mamá, ir a mi casa bajo tierra o decirle a Andy si podía quedarme, en mi cabeza no paraba de rodar la imagen de mamá atacandome.

Hija De Dragones©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora