CAPÍTULO 1

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Uno de septiembre... Once menos cuarto de la mañana... Estabas en la entrada de King's Cross esperando a que Lily Evans llegase a la estación; Lily era tu mejor amiga desde que erais pequeñas.

Entonces, a lo lejos, viste a una niña con larga melena pelirroja que resaltaba entre la multitud. Parece que ella también te reconoció, porque empezó a correr hacia ti.

- ¡Hola __ ! -dijo casi sin aliento cuando llegó- menos mal que ya estas aquí, ¡quiero llegar ya! ¿¡no tienes muchas ganas de ir!? yo muchísimas.

Y algunos se preguntaran, "1 de septiembre, volverán al colegio... ¿Por qué estarán tan alegres?" Pues sí, vuelven al colegio, pero no a un colegio normal como el que todos os imagináis, sino a una escuela de magia, sí, has leído bien, MAGIA.

- ¡Sí claro que sí! -dijiste alegre- vamos ya, no vaya a ser que se nos escape el tren.

Dicho esto las dos os despedisteis de vuestras familias y os dirigisteis hacia el andén 9. Enfrente de este se encontraba el 10, y entre ellos dos había una columna de ladrillo.

- ¿Tenemos que correr hacia la columna? -preguntó Lily.

- Así es -respondiste.

Entonces cogisteis fuerte vuestros carritos con todas vuestras pertenencias y corristeis hacia la columna. Cuando llegasteis a ella no os chocasteis, sino que la traspasasteis.

Tras pasar por la barrera, os encontrabais en un nuevo andén, un andén que no tenía nada que ver con ningún otro que hubieses visto anteriormente.

En él, todo el mundo llevaba carritos como el vuestro, con lechuzas, gatos, ratas o sapos. Algunos eran más mayores, otros de vuestra edad, pero todos llevaban un gran baúl como el tuyo.

A las once menos cinco el tren, que tenía un cartel en el que ponía "Hogwarts Express", dio un pitido avisándoos de que iba a salir dentro de poco, así que rápidamente entrasteis en el tren.

Ese tren os llevaría a Hogwarts, un prestigioso colegio de magia. Tú ya sabías de la existencia del colegio desde que eras pequeña, ya que tu madre era bruja y asistió de niña.

Tu padre en cambio, al igual que los padres de Lily, era un muggle, es decir, una persona que no poseía magia. A pesar de que Lily al principio no tenía indicios de ser bruja, era tu amiga desde pequeñas, ya que vivíais al lado; y cuando a ella le llegó su carta las dos os alegrasteis.

Una vez dentro, Lily parecía estar buscando a alguien entre los compartimentos. Tras recorrer casi todo el tren, Lily paró en uno de los compartimentos. 

En él se encontraba un niño de vuestra edad, pálido, con nariz ganchuda y el pelo largo y grasiento. Lily abrió la puerta y entrasteis.

- ¡Hola Sev! estaba buscándote... -dijo Lily al chico mientras os sentabais- te presento a mi otra mejor amiga __ -dijo señalándote- __ este es Severus Snape, el chico que te dije que había conocido en el parque; desde entonces somos grandes amigos.

- Encantada Severus -dijiste sonriendo- me alegro de conocerte al fin, Lily me ha hablado mucho de ti.

- Igualmente -respondió él con una especie de sonrisa- yo también he oído mucho acerca de ti.

- Espero que sean cosas buenas- dijiste irónicamente mirando a tu amiga.

- Claro que sí -te dijo ella riendo.

QUÉ ES LA VIDA SIN UN POCO DE RIESGO - Sirius y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora