Al día siguiente...
Arnold le dijo a la pelinegra que no tenía ídea de como acercarse a Helga. Ante eso la pelinegra rodó los ojos y dijo simplemente: -Vas, la saludas y dejas que el destino ocurra ¿no?-
Y en parte tenía razón pero acercarse a ella era dificil, Arnold tenía miedo de estropearlo. Pensaba en eso en el café frente al edificio donde su amor trabajaba.
-Señor Gruñón.-dijo lentamente llamando la atención la niña.
Arnold volteó a verla. Esta vez tenía un short rosa y una blusa blanca sencilla sin ningún estampado. Traía un vaso con popote en la mano y su cabello estaba en dos coletas que la hacían ver mas chica de lo que era.
-Divinidad ¿qué haces aqui?-
-Mi mamá ama comer aqui. Comía aqui con mi papá antes de casarse.-explicó seriamente.
-Oh.-dijo sin saber que decir.
-¿Ya le hablo a la chica linda?-dijo cambiando su semblante a una bella sonrisa.
-No, todavía. Busco como hacerlo perfecto.-explicó.
-Bah.-dijo ella sacando la lengua graciosa. -No sé necesita perfección, señor. Solo necesita hacerlo ¡Se va a volver momia si sigue esperando el momento perfecto!-dijo ella y agito sus coletas.
-Eres muy sabia.-le dijo con una sonrisa.
-Lo sé. Por algo el nombre, mi mamá me esta buscando. Veala, cree que estoy en el área de juegos como si me dejaran entrar.-dice señalando y rie a carcajadas.
-¡Divinidad!-grita la mujer saliendo y la ve a lado de Arnold. -¡Divinidad!-se acerca.
-Ups.-dice la niña recomponiendose, su cara es seria ahora, sabe que el regaño viene y lo acepta como una guerrera.
-¿Me puedes decir que te dije cuando te dí el batido?-le dice sin darse cuenta de Arnold.
-Que no me alejara.-dijo alargando la ultima palabra.
-¿Y que hiciste?-
-Alejarme.-
Arnold observa a la mujer de blusa verde y cabello corto de color dorado, no es vieja, parece de treinta y es muy guapa.
-La próxima vez te dejare con tu papá para que pases un día de lo mas waw en compañia de aburridos abogados.-
-¡Mami no!-dijo haciendo un puchero.
-¡Entonces hazme caso!-
-Disculpe...-llamo la atención Arnold.
.-¿Qué? ¿Acaso ella le hizo o dijo algo? Todo lo que dice es mentira y lo que hace es una treta.-dijo todavia enojada al rubio.
-No, no, lo contrario. Es buena niña, solo quería saber de que era mi licuado, disculpela, ya sabe como...-
-¿Tienes hijos? No. Lo sé, no sabes que es lidiar con una hija en proceso de divorcio asi que no me fastidies.-dice la señora picandole con un dedo el pecho y Arnold quedo callado sin saber que decir.
-¡Divinidad!-de pronto esa voz llego de la puerta. Era gruesa y algo alegre.
-Oh no.-susurro la señora tensandose.
Arnold ve acercarse a un hombre en traje negro a la medida. Debía tener cuarenta o algo asi. Aunque su altura era amenazante.
-¡Papi!-dijo la niña corriendo a él.
-Divinidad, hija mia. ¿Qué hacen por aqui?-dice abrazandola.
-Mi mama quería espi...-una mirada matadora la detiene. -Espuma en el cafe y aqui siempre le dan.- dice ella tierna.
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Regresando a Inglaterra.
FanfictionHelga regresa a Inglaterra dispuesta a retomar su vida desde donde la dejo pero no cuenta con cierto rubio que no la dejara escapar otra vez. "-¿Qué haces aqui?- -Vine a convencer a mi futura esposa de que me ama.-" ¿Podrá dar una nueva oportunidad...