Regresando a Inglaterra.

Domingo tranquilo.

Es domingo y es un precioso día nublado, los mejores según Helga para despertar, comer y volver a dormir. 

-¡Helga!-la llaman desde abajo y repiten su nombre hasta que ella contesta.

-¡Voy!-dice fastidiada saliendo de sus mantas.

Se peina rapidamente y aun con la pijama baja a la mitad de las escaleras un poco malhumorada.

-¿Qué deseas tan temprano, tío?-dice calmada.

-Lamento despertarte de tu sueño de belleza pero queras ver esto.-dice con una sonrisa sospechosa.

Ella baja y lo sigue al recibidor que esta lleno de ramos de...

-Orquideas...-susurra sorprendida.

-Lee la nota, es interesante...-

-¿Has leido la nota, tío?-dice levantando una ceja y buscando la nota.

-Esta en el arreglo de la mesa y la he leído para saber si valía la pena despertarte.-dice indiferente pero sabe que solo es chismoso.

Ella toma la nota y la lee.

Querida futura esposa.

Hoy es domingo y es el comienzo de esta lucha... Porque contigo todo es lucha. Me has dicho antes que me quite la idea de la cabeza que no seremos nada ni ahora ni nunca. No somos almas gemelas, dices pero yo sé que si. Yo no soy perfecto pero me creo merecedor de tu amor. 

Defecto 1: Soy demasiado fastidioso.

Espero te gusten, antes eran las amalias, ahora son orquideas...

De: Tu acosador número uno.

-Esto es una broma... ¿cuantos ramos son?-

-Arreglos, este es mi favorito-señaló el que estaba en un rincón -Tiene rosas rojas para hacerlo mas... estetico-.

-Aja, aja, ¿cuantos son?-

-Conte veintiseis.-dice y respira.

-Tiralos.-dice decidida yendose del recibidor.

Su tío la sigue hasta las escaleras.

-¿Tirarlos? Estas loca si crees que haré semejante cosa. Las verás en la casa, no sé quien es tu nuevo admirador y como sabe que son tus favoritas pero realmente admiro a los hombres que conquistan a la antigua.-

-Pues con mucho gusto te paso su número, tío.-dice y le saca la lengua a modo de juego mientras sube a toda velocidad las escaleras.

-¡Arreglate para desayunar que me acompañaras a ver a Barnaby!-le grita este.

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-¡Tío Barnaby!-saluda ella abrazando al gran hombre con una sonrisa.

Helga luce una blusa amarilla y blanca de mangas largas con un overol ancho. Elenek que la acompaña luce un camisa negra formal de manga corta y un pantalón de mezclilla. La tía Shirlley viste un hermoso vestido largo morado con negro de mangas largas con un peinado que la hace parecer que va directo a una fiesta de gala. Barnaby sonrie al verlos, tan diferentes pero son su familia y por mas rara que sea son la mejor que le pudo tocar. Los hace pasar a su casa y les invita un cafe, la casa de Barnaby, hermano de Elenek y respectivo cuñado de Shirlley es pequeña pero espaciosa, vive solo y es suficiente para él. Barnaby es alto y un poco pasado de peso, su mirada tranquila le hacen recordar a Helga cuando llego a Ingleterra y como aquel hombre a base de pastelillos y chocolate se llego a ganar su confianza. Era cocinero de su tía en aquella época y aunque se había retirado por su salud, seguía cocinando deliciosos platillos para sus invitados.