Espionaje.

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Día 4 en Inglaterra.

Helga sale a comer a las dos de la tarde. La espera María, su prima en su bar.

-¡Hey! -escucha desde lejos y sonríe al reconocer la voz.

Helga va vestida acorde a un día de trabajo y cuando ve a Norris acercarse sonríe abiertamente.

Su acosador la ve desde lejos y frunce el ceño. No sé nada de ella... Pero no me agrada esto.

-¡Señorita Pataki! - dice en broma cuando la toma en brazos y la gira en un gesto tierno depositandola en el piso al final y dándole un beso en la frente.

-¡Norris, que viejo estas! - dice ella cuando lo ve mejor.

Norris a punto de cumplir 38 años va vestido con un traje azul marino y un sombrero elegante.

-No me veas así, Helga. Estoy regresando de una reunión con unos estúpidos y tu igual pareces una anciana vestida asi.-

-Son gajes del oficio. Aunque yo amo mis trajes elegantes y verme como anciana. - dijo feliz.

-Como sea, me entere de tu aventura en Estados Unidos. Me alegra verte tan feliz después de visitar tu ciudad tanto tiempo. -

-Fueron días interesantes... Oye, estoy yendo a comer con María ¿vienes? -

-Mmm, iba a ir a casa a cambiarme y luego saldría a visitar uno de los huertos de... -dice nervioso.

-¿Por favor? - hizo un puchero.

-No me puedo resisitir a esa cara.-dice acariciandole la mejilla.

-¿Entonces? -

-Vamos. ¿Dónde estás estacionada? -

Mientras los viejos amigos se ponían de acuerdo un rubio de ojos verdes no podía dejar de fruncir el ceño. Estaba irritado.

-Disculpe. - una niña de diez le sonreía.

-¿Si? -él voltea sorprendido ante la voz chillona.

-¿Qué ve? - dice ella inocente.

-A el amor de mi vida. -dice regresando su vista.

-¿Es la rubia de ojos azules? -señala poniendose a su lado.

-Si, ella. - dice él viendo a la niña curioso.

-Entiendo... ¿Por qué no va a hablarle? -dice ella igual viendole.

-Porque, porque... Es complicado. -dice y se acomoda para que no sea visible ante Helga y su amigo.

-Para los adultos todo es complicado.-dijo ella refunfuñando y se volteo para irse.

-¿Cómo te llamas? - dijo Arnold sorprendido.

-Divinidad. -dice sonriendole y sacudiendo sus coletas con gracia.

-Y...-empezó.

-Me tengo que ir, mi mamá me espera. - dijo y corrió hacia una mujer en un puesto de frutas.

Él se rasco la sien y pensó como se acercaria a ella pero... Helga ya se había ido cuando regreso su vista a donde antes.

Eres un mal acosador. Se recriminó y camino hacia donde creía que ella se había ido.

Helga y Norris llegaron al bar de María y en cuanto esté la vio trago seco.

-Ha pasado mucho. - dijo casi susurrando.

-El pasado es pasado. - dijo Helga y María los notó.

-¡Helga! - se alejo de la barra y la abrazo sonriendo.

Regresando a Inglaterra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora