Libro Finalizado.
La historia de un joven, un chico algo depresivo, cohibido pero con grandes sueños y estudioso; no le importa mucho sus sentimientos ya que está en una relación con Jungkook (a quien no ama) por cuestiones de su padre y planes , a...
Fueron unos días maravillosos, a veces dormíamos abrazados y otras... lo hacíamos de nuevo, ya no tenía que contar; antes de volver a Corea, tomamos un paseo por el contorno del pequeño pueblo antes de que anocheciese, caminamos por el puente que estaba encima de un pequeño río, nos apoyamos en la madera para observar como sus aguas se movían al compás del viento.
—Esto me gusta.
—Si lo sé, a mi también —me responde.
—Hyung, sabes que este es nuestro ultimo día aquí ¿verdad?
—Si, en verdad este viaje me encantó, y todo lo que vino en el.
—Es que, yo le dije a mis padres que me tardaría unos días mas en llegar y como mañana tal vez lleguemos a Corea pues... yo pensaba, quedarme en tu casa.
—¿Enserio? esa idea me gusta, claro que puedes quedarte conmigo.
—También lo pensé —agarro de su cintura y me responde con un abrazo.
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Ya se iban los últimos rayos del sol y decidimos buscar por mas, dimos la vuelta para llegar mas allá del río y encontramos una vista preciosa, tome fuerza de la mano de mi hyung para sentarnos en la banca que había, apoyo mi cabeza en su hombro, siempre lo he visto en algunas películas y... ya sé que se siente.
—Es hermoso.
—Guardaré esto para siempre en mi corazón.
—Yo también, gracias Jimin.
—Yo igual, gracias a ti pude descubrirme como soy, encontré a alguien en quien puedo confiar, a quién amo y amaré, en quien puedo apoyarme.
—Tu también lo eres, siento que cambié y todo es por ti, mis emociones, sentimientos, todo... nunca me imagine esto, lo que vivo contigo, eres un tesoro para mi y ya no quiero compartirte con nadie.
—Perdón hyung... pero eso terminará muy pronto, te lo prometo, no olvides que te amo —acaricio su mejilla.
—También te amo.
Nos acercamos para besarnos, uno suave, dulce, nos separamos un poco para contemplarnos y, veía como su bonito rostro era iluminado por el último rayo de sol, nos volvimos a besar, acaricio mas su mejilla y siento su brazo enrollando mi cintura, movíamos nuestras cabezas para ambos lados, en cuanto nos volvimos a separar, ya no había luz y la noche se acercaba.
—¿Volvamos al hotel?
—Si, pasemos nuestra ultima noche aquí.
—Pero para nosotros no —simplemente sonreí, él tenía razón.
