Una Cita

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Capítulo 7

[Hoy es miércoles, es mi cita con Rohan, iremos a tomar algo a un nuevo café. Hemos hecho las paces completamente hace un tiempo y nos vimos, más bien dicho nos encontramos el sábado en la noche después de la playa. Estaba pasando por una tienda de conveniencia y lo vi salir, platicamos unos minutos un poco apartados de mis amigos así que es probable que no estén enterados que me ha coqueteado, él si es muy descarado a comparación mía, no le da miedo mostrarse y no sé si quiero aprender de él. Okuyasu y Koichi saben que saldremos, no sé si hace falta decirles sobre sus intenciones, digo no quiero pasar la noche con él, solo quiero conocerlo y darme una oportunidad, no sé. Incluso yo no estoy seguro lo que quiero, el idiota del señor Jotaro fue el primero en gustarme casi desde que lo conocí y me he rendido ya. No es despecho, no, no lo es. O no sé, Rohan es muy atractivo también, y apenas me lleva unos años, digo no está tan mal que salga con él, después de todo me ha perdonado. ¡No como el tarado del señor Jotaro! No me habla desde el día de la maldita resaca y pasó todo eso, estoy seguro que quería burlarse de mí, debe imaginar que me gusta y es un jodido tirano.]

Esos pensamientos absurdos de adolescente pasaban una y otra vez y se embarañaban en su ya desordenada mente, esta ocasión frente al espejo en otra de sus largas jornadas de "pasarela" imaginaria. Cualquiera pensaría que es típico de las muchachas, pero a Josuke siempre le ha gustado la moda y le preocupa demasiado, se nota a partir de ver su modificado uniforme escolar con cuello de cisne y enormes prendedores, y claro, el constante estrés de mantener su peinado intacto hasta llegar a casa todos los días. Se decidió por una casaca corta a la cintura, de hombreras y manga cortas y unos pantalones cortos de textura y con holanes en piernas y cintura, algo elegante y también dulce, después de todo es una cita y debía especialmente estar presentable aunque no fuese lo más formal del mundo.

Llegó la hora de la tarde y el joven Josuke emprende su camino hasta el café, es un lugar al cual no ha ido pero ha pasado por fuera, un lugar pequeño y lindo con mesas pequeñas en el pórtico, extrañamente romántico, sin embargo es temprano, las cosas no suceden temprano, ¿o sí?

En una de las mesas de afuera estaba Kishibe Rohan, su cita, había reservado una cómoda mesa en una esquina que tenía por centro una vela encendida a pesar de ser temprano y no haber acabado de atardecer. Era todo tan perfecto, tuvo la cortesía de pararse al verlo llegar, y esperar a que el mesero abriera el pequeño portal rodeado de maceteros con flores coloridas que tenía por entrada y acompañarlo hasta la mesa para dos, apoyando tres dedos en su espalda, en el fragmento de esta que estaba desnudo. Esto último no hubiese sido extraño si fuese una mujer, era la primera vez que era tratado de esa manera, con tanta delicadeza, no era su primera cita en la vida pero desearía que lo hubiera sido.

Pensar en que merecía todo esto le hizo sentir especial, hablaban como si quisieran conocerse a fondo en verdad, iniciaron hablando del pasado y todas las aventuras que tuvieron incluyendo el incidente con la casa de Rohan, sus diferencias pasadas eran tema del que estaban riéndose mientras bebían un rockaccino y una malteada sin parar en especificar que bebida pertenece a cada quien.

Jotaro, por su parte y casi al mismo tiempo se dedicó a buscar a Josuke, tenía algo que solucionar y empezó por la casa de Hirose Koichi a preguntar si sabía sobre su paradero. Estacionándose en la acera y llegando a la puerta tocó el timbre y éste lo recibió a un lado de su perro.

-Buena tarde, Hirose.

-Buenas tardes profesor, ¿necesita ayuda con algo? - Responde el muchacho de cabello gris con la educación que acostumbra.

-Buscaba a Josuke, ¿le has visto?

-Mmm... después de clases no... -El joven dirige su mirada al vacío, ayudándose a rememorar. - nos dijo que tenía planes hoy.

-Entonces está con Okuyasu.

-No, él está conmigo, creo que salió con Rohan, nos encontramos con él el sábado en la noche.

-Oh, de acuerdo. Muchas gracias joven Hirose, linda noche. -Dice el elegante hombre, mientras se da media vuelta de manera impecable.

-Adiós señor Jotaro, ¡lo veo mañana en clases!

El joven no recibe respuesta alguna del hombre, ni siquiera una despedida con una señal de manos. Es probable que si hubiera respondido se el joven habría notado en su tono algo de molestia, no molestia, odio, era odio lo que sintió. Se encendió un fuego que le estaba consumiendo, tenía ganas de romper a golpes su puño destruyendo lo que sea, si no fuese tan costoso su auto y nadie lo estuviera viendo lo haría pedazos hasta dejarlo como chatarra. Pero el bajito joven cerraba su puerta mientras veía irse a un Jotaro con un traje especialmente elegante esa tarde, en completa calma, introduciéndose en la puerta del piloto, como si indiferencia sintiera.

Jotaro comienza a conducir sin aparente rumbo y podemos ver a su lado, en el asiento del copiloto una caja de regalo pequeña, con hilos dorados acomodados de manera ornamental. De su mirada emanaba una profunda ira, siendo una persona de por sí intimidante, furioso al nivel actual se convierte en la última persona con la quisieras encontrarte. Sin mover su mirada del frente su boca comienza a deformarse hasta confundirse con la de una bestia, chocando sus dientes hasta un punto doloroso. Se dedica a recorrer toda el área restaurantera de la ciudad con el mismo hórrido ánimo y una velocidad controlada, buscándolo.

A su vez en el café la plática ha sido amena y coqueta, Josuke no sabe bien cómo responder a los elogios del otro joven, a que siempre tenga la respuesta para cada ocasión, el increíble trato que estaba recibiendo. La atención estaba puesta sobre él y nada más sobre él y no pudo evitar comparar la imaginaria relación que tiene con Jotaro con la que podría tener con el mangaka. Es interrumpido de sus pensamientos cuando Rohan se encontraba tocando un broche de su cabello y sonriendo, sin retirar sus verdes ojos de los azul púrpura del muchacho, baja su mano a la mejilla y poco a poco acercó su rostro con el fin de besarlo, Josuke se paralizó y retrocedió unos centímetros, dudoso.

-¿sucede algo Josuke? -Le preguntó el artista un poco confundido por lo que estaba pasando.

-Es que yo... Yo nunca... nunca he besado a nadie...

-Oh, ya veo... ¿te gustaría que fuera más especial?

-Sí... Supongo que sí.

Cambiando de perspectiva y cruzando la acera estaba el Mercedes polarizado, el hombre mayor había presenciado la escena tras el oscuro cristal pasando desapercibido, con decepción pero aceptando paulatinamente la idea de que eso estaría mejor, que era un tonto por sentir rabia y celos en alguien que jamás será suyo, y que lo correcto es que no lo sea. La ira en sus ojos se veía desvanecida, sus líneas se alisaban hasta transmutarse en aceptación y decide retirarse, en calma nuevamente.

[Fin]

Precioso el Rohan también, jaja.

Baby~ [Jotaro x Josuke] [JotaJosu] [TaroSuke] Jojo's Bizarre Adventure YAOIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora