Garabatos

1.2K 113 68
                                    

Capítulo 20

 Era lunes por la mañana. Acontecía un hermoso amanecer, lucía cálido y solemne.

Será un día sumamente pesado para todos. Inicio de semana, vuelta a las actividades habituales. Especialmente difícil para el adolescente. No había llorado tanto desde aquella tarde cuando le fue entregado un obsequio. Eso que representó una confesión y que había dado paso una oportunidad y a que empezara una relación, que ya terminó. Y lo hizo de la peor manera, al menos para Josuke.

Deseaba y rogaba que sus días de nefelibato hayan concluido, no podía decirse empoderado o algo similar, pero resistía ante todo. Si no se acostumbraba hoy, sería mañana u otro día. Pero, ¿cómo resistirse a ese hombre? Su imponente presencia, porte, elegancia, ese perfume masculino a madera que ha respirado de cerca tantas ocasiones, una de ellas hasta llevarlo a la locura lasciva. Una mirada intimidante que inmoviliza a cualquiera donde la pose. Y eso sin contar con la autoridad que posee sobre él en gran parte de su día. ¿Cómo presentarse ante él cuando llame a su nombre? ¿Cómo entregarle algo en sus manos? Mirarlas, y recordar cómo manipulaba su cintura, rodeándola por completo.

Josuke solo suspiraba frente al espejo, dándole los últimos toques a su peinado, su travesía no había empezado y ya se veía perdiendo la fe.

-Bah…

  El joven volteó a su bolsa de cosméticos, indeciso si ponerse algo de color en los labios, cosa que no hizo al final. No sabría si sentirse cómodo ahora, su autoestima no de para mucho el día de hoy, sobretodo si ese aspecto de ti era tan importante para él.

El camino a la escuela fue totalmente normal, se encontró con sus dos amigos e intentó aparentar que todo iba a la perfección, o con normalidad. Es difícil mentirle a personas que te conocen tan bien, especialmente al más bajo de sus amigos, sin embargo era bastante sobrio y aunque entrometido, decidió no insistir en saber más, por lo menos por ahora. El resto de la mañana le siguió el camino, también transcurrió todo con normalidad. Había logrado estar más o menos atento a los profesores. Tuvo que que utilizar una libreta nueva, de las que tenía de reserva cuando acabase la utilizada actualmente. Esto último logró ocasionar problemas con los maestros que le habían dejado deberes, mismos que había resuelto y terminado esa tarde con el señor Jotaro, pero olvidado donde mismo, más bien abandonado. Todo lo demás guardó la calma.

-¿No hiciste las tareas?

-¡Claro que las hice! ¿Ves? - El pelimorado enseñó su libreta a sus dos amigos, que lo interrogaban. -En verdad es una libreta nueva… En la que traía los deberes la olvidé con el profesor Jotaro.

-Oh sí sí, la emergencia, ¿no? - Añade Okuyasu.

-Sí... La emergencia.

-¡Hey! ¡tienen que contarme eso!

-Chaneque chismoso, en el lunch te cuento. Ya puedo oler el peligro.

La paz y la tranquilidad acabaron cuando empezaría la hora en que toca las clases del susodicho, es decir, ahora mismo.

Las clases pasaron con normalidad, las miradas incómodas de siempre fueron reducidas a miradas al vacío por parte del adolescente. No quedaba ni una pizca de ganas de mirarlo, sobretodo vergüenza. Las lecciones impartidas con normalidad e imparcialidad como es la costumbre. Hasta que fortuitamente terminaron, un aliento de alivio fue exhalando por nuestro protagonista. Todos los alumnos doblaron sus libretas, guardan sus lápices esperando el pequeño receso entre clase. Deslizándose levemente en su asiento como señal de ¡salí de esta! Hasta que es abruptamente llamado la atención con la resonante voz del hombre al frente, que habiendo terminado de guardar sus guías en su negro maletín y encaminandose a la puerta, antes de salir por esta, menciona su nombre.

-Higashikata Josuke.

Este se levantó lenta y temblorosamente de su lugar. Fue visto por sus amigos con rostros de preocupación e intriga, sobretodo al ver la reacción de su alto compañero. Salió, pasó el marco de la puerta y cerró ésta, sin voltear al resto de su grupo.

-Ah… ¿qué pasó? - Preguntó el alumno, casi tartamudeando. Su vista se dirigió a otro lugar, le era totalmente imposible mirarlo a los ojos ahora, después de todo eso.

El hombre sacó de su maletín la libreta que Josuke había dejado en su casa, al retirarse de la trágica manera de hace dos noches. Abrió en la última hoja de éstas y señaló unos dibujos a medio hacer. Josuke se mostró sorprendido al verlos, se llenó de vergüenza, la sangre fluyó a sus mejillas blancas, que ahora se veían rojas como un tomate.

Garabatos que muestran a un monigote que claramente se trataba del adulto, con y sin su característica gorra, rodeado de corazones, y otro que luce como él, con su peinado, bastante cerca del otro. Unos antiguos y otros lucían más recientes, sin la tinta gastada.

-Deshazte de eso antes que alguien más lo vea.

Dejó a un Josuke consternado, mirando al suelo asimismo que abrazaba la libreta fuertemente a su pecho, luego de que la arrebatara con rapidez y éste hombre de manera inmediata se volteó y siguió con su camino, sin girar más hacia el muchacho. El conmovedor escenario no tardaría en ser interrumpido por el inicio de las siguientes clases. No había otra opción además que salir corriendo.

.
.
.
.
.
.
.
.
.

Es algo corto, lo lamento.

Baby~ [Jotaro x Josuke] [JotaJosu] [TaroSuke] Jojo's Bizarre Adventure YAOIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora