Capítulo 26
[Okuyasu ha estado súper mal desde entonces, cinco días han pasado desde que nos emborrachamos, y son los mismos cinco días que ha venido a casa conmigo a comer y pasar toda la tarde, hasta que tuvo que irse a darle algo de cenar a su padre.]
Josuke se encontraba hincado a un lado de su cama, tendiéndola, golpeando las almohadas para acomodarlas. Muchos y tristes recuerdos bombardeaban su cabeza al asomarse por debajo de los tablones de madera del lecho y encontrarse con la caja de pañuelos vacía y aquel opulento empaque de regalo a medio reparar con cintas de ranas, y otras cintas de corazones.
-Apenas así se ven lindas las ranas. - Susurró para sí mismo.
Está aliviado de ser ahora el que limpie su habitación y que su madre no se haya percatado de la caja que conservaba, ni él mismo sabía la razón de porqué. La tomó con sus manos, retiró la tapa y abrió de nuevo la maldita carta. La estiró entre sus manos y luego de observar el corrugado cartón unos minutos, sus ojos se habían enrojecido. Fue suficiente de hacerse daño y pensar estupideces, entonces la guardó al fondo de un cajón en un mueble a un lado de él.
Era hora de desecharla, de decir adiós a ese cubo de cartón costoso. En caso de que su madre se encontrara con él en la basura, ahora será fácil entender que probablemente fue un regalo de ese muchacho del que recibe muchas llamadas y que llegó a ir por él en una ocasión, sobretodo ya tiene sus sospechas. ¿La carta? La carta puede ir a la basura después. El alto joven toma una bolsa negra para desechos y vacía la de su pequeño cubo, y los dos cartones también. Finalizó con un nudo y la acomodó a un lado de su puerta por la parte de afuera.
Volvió atrás y se tiende sobre su abdomen en el colchón. Se encontraba a punto de quedarse dormido cuando suena el teléfono a un costado suyo. Estiró su brazo y tomó el aparato para llevarlo cerca de su vista, se extrañó de la persona que está llamando.
[ése número es del señor Jotaro…]
Repentinamente dejó de timbrar y asumió que su madre había contestado y rápido se despreocupó del asunto. Después de todo él y Jotaro no tienen asuntos que atender, son vacaciones y no quedó debiendo nada en absoluto.
-¡Josuke! ¡Atiende el teléfono! ¡Es Jotaro! - Gritó la mujer a través de la puerta.
[Sí, ya sé que es ese tarado.] - Pensó al levantar el teléfono y acercarlo a su oído.
-Josuke.
-¿Mm? - Contestó, girando sus ojos, aprovechando que no puede verlo.
-Surgió un problema.
-¿eh? Es de… ¿algún stand? - Susurrando.
-Sospecho que sí. Ven a mi casa.
-¿Ahora mismo?
-Sí.
El adolescente se levantó rápidamente de su posición, luego de colgar el teléfono de manera grosera. Cambió su ropa en tiempo récord y se echó un vistazo rápido en el espejo. Bajaba las escaleras del mismo modo, llevando la bolsa de basura consigo.
-¡Josuke no corras dentro de la casa!
-¡lo siento! ¡ahora vuelvo mamá!
-¡Saluda a Jotaro de mi parte!
Josuke trotaba por las aceras, preocupado por la posible amenaza de la que quisiera informarle el pelinegro. Ya era mucho tiempo desde la última amenaza que enfrentaron y sólo pensar en que pudiesen encontrarse frente a un nuevo enemigo, o uno más poderoso, erizaba su piel. Después de todo, ambos casi pierden sus vidas, y sus amigos también. Se acercó a la entrada de esa calle de apariencia pulcra y lujosa y baja su velocidad antes de entrar, debe disimular si es que se encuentra bajo el rango del ataque de un stand desconocido.
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Baby~ [Jotaro x Josuke] [JotaJosu] [TaroSuke] Jojo's Bizarre Adventure YAOI
أدب الهواةJotaro se ha quedado por un tiempo indeterminado en Morioh, le gusta la costa y el modo de vida tranquilo del lugar, ha conseguido trabajo como docente en su materia. Un drama escolar, drama romántico, muchísimo Lemon, mucha lectura. La historia ti...