Jotaro se ha quedado por un tiempo indeterminado en Morioh, le gusta la costa y el modo de vida tranquilo del lugar, ha conseguido trabajo como docente en su materia.
Un drama escolar, drama romántico, muchísimo Lemon, mucha lectura. La historia ti...
Eran las 4 de la tarde, no hace mucho que Josuke llegó de la escuela y se encontraba probandose ropa, de la misma manera que siempre.
[Jotaro pasará por mi en un rato más, no sé qué ponerme… no encuentro nada que no me haya puesto antes… debo encontrar algo que no me haya visto… ]
Josuke no dejaba de preguntarse si acaso su sobrino era una persona tan detallista como para tener presente qué ropa había usado frente a él y cuál no, sin embargo para un apasionado de la moda y estilo eso es importantísimo.
Terminó por elegir una camiseta negra bastante grande, cortada a la altura de la cintura, modificación hecha por él, sobre ésta un arnés de pecho con aros en forma de corazones y unos shorts vintage de mezclilla muy gruesa con una cadena colgada a su billetera, sobre los pies usaba los mismos tenis rojos de antes y su broche de cabello favorito. Después de darle mantenimiento a su pompadour y rectificar que su rostro y labios también se vean perfectos, escuchó a su madre llamar desde la entrada y emocionado, salió de su habitación.
-Te busca Jotaro, hijo.
El muchacho, nuevamente siendo obvio, casi ignoró por completo a su madre y posó sus ojos sobre el hombre en la puerta, que portaba un elegante traje negro con una camisa desabrochada de todo el pecho.
-Me da gusto que salgan y sean cercanos de nuevo, como te decía Jotaro, tenías mucho sin aparecer por aquí. - Le dice Tomoko al ojiverde.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Sí. - Respondió a secas el hombre.
-Y… Sabes que puedes venir a comer o beber algo cuando quieras, ¡¿y tú por qué no lo invitas Josuke?! - lo último dirigido hacia su retoño, regañándolo.
-He estado muy ocupado, señorita Tomoko. Por supuesto, tiene mi teléfono.
[teléfono… ¡teléfono! ¡TELÉFONO! POR FAVOR MADRE QUE NO SE TE OCURRA MENCIONAR MIS LLAMADAS AQUÍ ENFRENTE DE JOTARO DIOS AYÚDAME] - Pensó el muchacho, claramente nervioso, casi empujando a su profesor por la puerta.
-Señorita… - Repitió la madre de Josuke, sonrojada. - ¡Y tú Josuke! ¡Compórtate con tu sobrino! ¡Es mayor! ¡Y..Y es tu profesor!
-¡Va-mos! - Insistió el muchacho en empujar fuera al mayor.
-Calma, Josuke. - Le dijo el hombre, mientras caminaban al auto y tomaban asientos.
-Me da mucha vergüenza cómo me regaña enfrente de usted… - Respondió avergonzado.
Jotaro sólo suspiró y le dio una pequeña palmada en la cabeza a su tío y arrancó el auto.
-¿Ya sabes a dónde quieres ir?
-¿A dónde quiere ir usted?
-Te hice una pregunta.
-¿Usted también me va a regañar? Yo… Yo quisiera ir a comer donas. ¡Sí! Donas.