Baby~ [Jotaro x Josuke] [JotaJosu] [TaroSuke] Jojo's Bizarre Adventure YAOI

Perfecto.

Capítulo 17

Jotaro siempre hacía estas cosas. Definitivamente el menor lo último que deseaba era colmar su paciencia tan pronto. Apenas pudo sentirse amado un instante, lo sentía, lo percibía, después de todo era lo que estuvo buscando todo este tiempo, aún manteniendo su distancia en un principio y acercándose después, quizá demasiado. Había culminado una noche y aseó su cuerpo de toda la esencia tan masculina y el olor a sexo que quedaba en él.

Josuke abrió la puerta doble de la habitación, sigilosamente, temía que Jotaro estuviese enojado con él, y sinceramente era alguien de temer. Que ese hombre te tome odio podría ponerte de rodillas a rogar por tu vida. Sin embargo el muchacho posee una valentía y coraje imparables, y no teme, sobretodo ahora que "estrechó" sus lazos con el tipo.

Parecía no haber nadie, dio unos pequeños pasos hacia adentro, en el tercero dejó de sujetar la manija metálica de la puerta y giró su cabeza. Pensaba que quizá se haya ido y la suerte lo acompañaba una vez más, pero súbitamente lo tomó el brazo de alguien oculto tras la puerta.

El joven estaba a punto de invocar su stand y atacar al enemigo, hasta que se dio cuenta quién es, el pelinegro. Sujetándolo de manera violenta, volteó su cuerpo ahora quedando de frente, pecho con pecho estaban chocando. Lo tenía fijo a su cuerpo, atrapado con sus más grandes brazos y el muchacho no sabía que hacer, solo mirar a otro sitio. Jotaro bajó uno de ellos y levantó la pequeña toalla en la que Josuke se había envuelto, puesto olvidó su ropa en la cama antes de ser cargado hasta el tocador por el otro. Enseguida de eso, apretó con su mano el trasero desnudo del menor.

-¡auch!

-Deja de ser tan lindo, me volverás loco.

-Jo..Jotaro...

-Siempre creí que eran menos suaves. - Mencionó el hombre, en voz baja.

-¿u..usted pensó en..en mi cuerpo alguna vez?

-Ah... -Suspiró- Todo el tiempo, Josuke. - Replicó el mayor, separándose de él y yendo a sentarse en la cama, secando su cabello.

-Yo... Yo quiero que usted me hable de eso, quiero saber desde cuándo le gusto y si es verdad o no. No quiero sentirme tan inseguro. Yo no lo soy.

-¿En serio? - Preguntó, impresionado, asimismo que enciende un cigarro.

-Sí... Por favor. - Respondió el muchacho, sentándose en el sillón que está a unos metros de la cama, con sus piernas juntas y con sus brazos cubriendo su marcado y suave torso. - ¿cuándo se dio cuenta que le atraigo?

-No lo sé niño. Lo confirmé la noche que cuidé de ti. Aunque no fue claro.

-En ese caso... Es por eso que me pidió hacer aquella cosa tan vergonzosa.

-Tch... Creo que sí.

Lamento haber huido, no supe qué hacer. Creí que sólo quería molestarme.

-Deberías verte con mis ojos.