Leyenda ➳ ᴋ.ᴛᴀᴇʜʏᴜɴɢ ✓

dieciséis.

Narra Taehyung.

¿Por qué se molestó? Sólo le hice un favor, que malagradecida es.

Terminé de cenar y subí con Yeontan en mis brazos hacia mi habitación. Encendí la televisión y vi nuevamente ese lugar de altos edificios y lleno de personas que   caminaban de un lado a otro. Tenía muchas ganas de ir, me llena de curiosidad. ¡Oh! Creo que se como puedo llegar allí.

Salí a pasos apurados hacia la habitación de SunHye, toqué la puerta varias veces hasta que ella me dio permiso.

— ¿Puedo perdirte un favor?

— ¿Qué es ahora?— estaba sentada en su cama con otro aparato desconocido encima de sus piernas.

— Quisiera acompañarte mañana a tu trabajo ¿me lo permites?

— ¿Para que quieres ir?

— Me gustaría ver el centro de la ciudad, por la pantalla se ve muy bien, hay muchas personas y edificios muy altos, deseo verlos de cerca.— y también porque siento mucha curiosidad por su trabajo ¿que es lo que hace?

— Te vas a aburrir, y puede que te aturdas con tantas personas, es muy agitado y tú todavía te estás recuperando.— ni siquiera me está mirando.

— Ya estoy bien, hoy salimos, con eso queda comprobado que estoy en excelentes condiciones, así que no habrá problemas, te prometo que no me notarás.

— Está bien.— concluyó con un suspiro.

— Gracias— le regalé una sonrisa a pesar de que no la vio debido a que no me ha dedicado ni una simple mirada desde que llegué.

— Estoy algo ocupada ¿pudieras retirarte?

— Si claro, hasta mañana — milagro que me echó decentemente.

(...)

Estaba muy ansioso y feliz, saldré nuevamente al exterior. No sabía que ropa ocupar, además de que todas las siento incómodas, extraño mucho mis hanbok. No sé porqué ahora usan tantas prendas.
Bueno, haré lo que siempre hago, fijarme como están vestidos los chicos de las revistas y ya.

Bajé las escaleras encontrándome a SunHye tomando una taza de café mientras leía algo.

— Buenos días— ella alza su mirada y se quedó mirándome por algunos segundos sin parpadear.

— Bu... buenos días— otra vez mira los papeles que leía.— Veo que ya estás listo.

— Si y muy ansioso.

— Bueno, iré por mi abrigo y mi bolso, date prisa en desayunar.— la vi huir de nuevo, es gracioso verla así, está actuando muy divertido.

A los pocos minutos baja hablando por ese aparato llamado celular. Aún no lo logro comprender, me llena de curiosidad.

— Si abuela, cuando termine en el trabajo yo paso a verte— me hace un ademán para que la siga hacia la salida— Vale, pero no te desesperes, iré en cuanto pueda, ya tengo que cortar te quiero mucho.— deja el celular en el bolsillo de su chaqueta y abre la puerta del artefacto llamado automóvil.— Entra— me dice al verme parado.

— No sé cómo se abre— la sentí reír y desde adentro abre la puerta.— Gracias.

— Supongo que tampoco sabes colocarte el cinturón de seguridad— negué con mi cabeza y me asuste cuando se acercó a mí. Sentí su aroma, olía muy bien y su cabello también.— Ya está, nos podemos ir.

Cuando el aparato comenzó a andar, sentí mi corazón latir muy fuerte, esto era algo nuevo para mí. El camino se veía muy lindo y cuando llegamos al centro de la ciudad, pude ver todo lo que aparecía en la televisión. Habían pantallas grandes en algunos edificios, muchos automóviles, niños, adultos caminando a apurados pasos, era algo alocado.