cuatro.

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Ya ha pasado una semana desde que tengo a ese chico aquí en casa. Temo a que nunca despierte, ni siquiera a hecho el intento de abrir los ojos. Entre SoYu y yo nos hemos encargado muy bien de él, incluso ya sé cómo cambiar la venda de su cabeza.

La verdad es que me asusta el hecho de que lo tenga que cuidar para siempre, y ¿si tiene parálisis cerebral? ¿Y si se quedó como vegetal por mi causa? No voy a poder cargar con la culpa por el resto de mi vida. Hoseok me dijo que era normal que no haya despertado aún pero, joder ya es demasiado, una semana, ya lleva una semana ahí postrado sin mover ni un dedo, es obvio que se quedará así, ya me tengo que resignar, lo cuidaré como si fuera de mi propia familia para siempre, es mi castigo.

— Ya llegué— avisó SoYu.

— Hoy hace una semana que está aquí Unnie ¿Crees que vaya a despertar?— ella hizo una expresión que me dejó más preocupada de lo que estaba.

— No sé Sun, la verdad es que yo estoy igual de preocupada que tú.

— Debimos haberlo llevado al hospital desde el mismo instante que lo atropellé, así estuviera mi conciencia tranquila.

— Con la conciencia tranquila pero presa, así que todo dejémoslo cómo está, yo confío en tu hermano el dijo que el chico se recuperaría así que hay que confiar en él.— agarré mi bolso soltando un largo suspiro.

— Voy a confiar en él, ojalá y hoy mismo despierte.

— Hoy es tu día libre ¿No? ¿A dónde vas?

— Voy a ver a mi abuela, me llamó anoche y no sé para qué me quiere, de seguro tiene algún suéter de lana para mí, también la extraño, hace mucho que no la veo.

— Bien, cuídate y regresa rápido— asentí y me dirigí hacia la puerta.

Saqué mi auto del garaje y me puse en marcha hacia la casa de mi abuela. Anoche me llamó muy feliz, no sé qué rayos le picó pero me dejó bien claro que tenía una buena noticia que darme. De seguro es porque me extraña y quiere que yo la vaya a ver. Yo también la extraño, yo fui criada y consentida por ella, fue la madre que nunca tuve, o mejor dicho, la madre que no pude tener. Ella fue la única que no me culpó por haber nacido, por eso la quiero tanto, ella es mi adoración.

— Abuela, estoy aquí— avisé dejando mis zapatos en la puerta, y colocándome las pantuflas.

— Ven, ven rápido— dijo al asomar su cabeza por la puerta.

— Que es eso tan importante que me tienes que decir— entré a su habitación y me senté a su lado, ella en un sillón en donde tiene una cobija y unos cuantos ovillos a sus alrededores y yo en su suave cama.

— Sucedió, la leyenda sucedió— alcé una ceja, mostrando mi incredulidad.

— ¿Que leyenda abu? No te entiendo.

— La de Kim Taehyung, cariño ¿Ya no te acuerdas?— ahora entendí, bueno, solo le seguiré la corriente.

— Ah, si ya recuerdo ¿Entonces se cumplió?

— Así es, debes de encontrarlo, él será el chico que te hará feliz, vino por ti, mi amor.— tomé sus manos y le sonreí dulcemente.

— Okay, lo buscaré, de veras que lo necesito.

— No me crees ¿Verdad?— bajé mi cabeza, luego la miré y apreté mis labios.— Te estoy diciendo la verdad, cariño, ese chico vino y no hay señal de él pero algunos de mis compañeros lo vieron hace unos días, me lo han confirmado.

— Está bien, abu, no te exaltes.— ella suelta la respiración por su nariz con fuerza y zafa sus manos de las mía.

— Veo que ya no eres la misma niña que crié— es cierto, he cambiado y creo que para mal— Pensaba que ibas a ser diferente que tú madre pero eres igual a ella.

Leyenda ➳ ᴋ.ᴛᴀᴇʜʏᴜɴɢ ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora