Leyenda ➳ ᴋ.ᴛᴀᴇʜʏᴜɴɢ ✓

diecinueve.

Cuando llegaba del trabajo me encontré a mi hermano saliendo de mi casa, parece que viene de ver a Taehyung.

— Hola— lo saludé, él estaba un poco serio.

— Hola SunHye— agarra mis hombros y me hace entrar.— Debemos hablar.

— ¿Pasa algo malo?

Entramos a la casa y nos sentamos en el sofá. Su expresión me llenaba de curiosidad.

— ¿Que es Hoseok?— pregunté nuevamente.

— La abuela...

— ¿Le sucedió algo?

— Ella sigue diciendo que el Taehyung que está allá arriba en la habitación, es el mismo de la historia que te contaba, y SunHye ella está sana, su salud mental está en buenas condiciones— me quedé pensando que más pudiera ser lo que tiene la abuela.— Me lo dijo varias veces, tanto que casi me convence pero, es imposible lo que dice— peina sus cabellos— Deberíamos averiguar más sobre él.

— ¿Tu lo viste ahora?

— Si, lo revisé y está perfecto, se recuperó más rápido de lo normal— él se queda pensando unos segundos — ¿Sabes algo? Me pareció extraño algunas cicatrices que tiene, la primera vez que lo revisé vi que tenía varias cicatrices de cortadas, pero no fueron atendidas correctamente, al igual que su atuendo cuando llegó por primera vez ¿Lo recuerdas? Parecía...de otra época...

— Si...lo recuerdo muy bien y recuerdo también un colgante extraño que traía puesto...su forma me parecía peculiar.

— ¿Y dónde está?

— Lo tengo guardado en mi habitación... Casi lo olvidaba.— me levanto y fui en busca del colgante.

Al encontrarlo lo agarré, y bajé hacia mi hermano con el en la mano. Lo veo y siento escalofríos.

— Es este— se lo doy y el se queda igual de extrañado que yo.

— Parece un... talismán.

— ¿Eh?

— ¡Ya sé!— se pone de pie y agarra mi brazo— Vamos.

— ¿A dónde?

— Al templo, estoy seguro que ahí lo averiguaremos todo.

Subimos a su auto y nos pusimos en marcha. No sabía que a Hoseok le interesara este tipo de cosas, incluso sabía donde quedaba el templo del monje amigo de la abuela. Que por cierto, estaba bastante lejos de la ciudad. Sólo podía ver montañas y vegetación.

— ¿Cuanto falta?

— Ya llegamos— entra por un camino y ahí estaciona el auto.— Baja.

Lo seguí a apurados pasos hasta que llegamos al templo, un viejo templo que parecía estar abandonado. Al pasar por el gran portón vimos al anciano barriendo el lugar.

— ¿Qué buscan jóvenes?— preguntó el anciano sin siquiera levantar la vista.

— Quisiéramos hablar con el monje Choi— pidió Hoseok.

— Soy yo ¿qué quieren hablar conmigo?

— Usted... ¿puede decirnos que es esto?— enseña el colgante.

— ¿De dónde han sacado esto?— preguntó con asombro el anciano.

— Lo traía un chico extraño.— respondí.

— ¿Dónde está ese chico? Necesito encontrarlo— mi hermano arrebata el colgante de las manos del monje al verlo sobresaltado.

— Él está con nosotros, queremos sabes quién es ese muchacho, es obvio que no es una persona común y corriente— el anciano suspira y se sienta en una de las bancas.