"Una cena"

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El reloj marcaba las siete y media de la tarde. La cena estaba lista y el hombre con su delantal negro agarró los guantes para sacar el pollo del horno. Tenía una sonrisa al escuchar la música "Friends" en la sala, su niña estaba animada mientras ensayaba su baile para el concurso de talento.

- ¡Bee, es hora de comer!

- ¡Ya vamos!

La niña pelirosa, terminó de lavarse las manos junto a su tía, y las dos se dirigieron al comedor. Ahí les esperaba un pollo al horno con arroz, una variedad de ensaladas y jugo de Naranja. La pequeña se sentó junto a su padre, y como era costumbre, estampó sus labios en su mejilla.

- Bee cumplió con toda su tarea, haber si dejas de dormir toda la tarde - Él adulto quedó confundido al oír a la mujer delante de él - Necesita que su padre la ayude. Hoy le pedí resolver cuanto era 5 por 0 y contestó 10.

- Pero si yo si.. - miró a su hija, y ésta le sonrió con lindura, evitandose el regaño - Si, Creo que le pondré más atención.

- Tía, ¿A qué no sabes con que burrada me salió ayer mi padre? - él pelirosa dejó los cubiertos y abrió los ojos sorprendido al igual que Lissana - Se le ocurrió la tonta idea de darme una madrastra, ¿A qué si es ridículo?

- Me parece que no - La pequeña borró la sonrisa - ¿Por qué no? ¿No quieres que alguien te de las buenas noches con un beso?

- No - dijo molesta - Mejor olvida eso, comamos que se enfría el arroz.

- Natsu, podemos hablar en privado - Él hombre asintió, acarició la melena de su niña y fue tras ella.

Entraron juntos a la sala y se alejaron lo más posible de la pequeña, ella comía desanimada su platillo. Su padre se sintió mal, odiaba ver a su hija con esa cara.

- Necesita una madre - Natsu casi se ahoga al oír aquello - lo más pronto.

- ¿No la has oído? - dijo el pelirosa nervioso - Ha dicho que es una ridiculez.

- Eso te pasa por mimarla tanto - Natsu bajó la cabeza.

Es cierto que complacia a su hija en todo desde que era una bebé, pero lo hacía para verla feliz y no triste como algunas veces estaba.

- No quiero que te sientas mal, pero te seré sincera - La peliblanca estaba muy seria - a este ritmo la perderás, ella se volverá como su madre y tú sabes muy bien que hicimos hasta lo imposible para controlar a Lucy.

- No, no vuelvas a decir eso - Dijo cortante - Bee es diferente, ella nunca se irá de mis brazos.

- La complaces en todo. Incluso si ella te dice que no vayas a la empresa por un mes, estoy segura de que aceptaras - Él la miró raro por su exageración - Necesita una madre, y tú por lo menos intenta rehacer tu vida con otra mujer. Has estado soltero por mucho tiempo, y eso a la vez hizo que te aferres mucho a tu hija.

- No puedo poner en juego la felicidad de mi hija. No quiero que me odie, si Lucy enloqueció, si la metimos a ese lugar fue porque no aceptó que alguien ocupara el lugar de su padre, ella no era así, el dolor la...

- Era caprichosa - Ella lo interrumpió - Mi madre era como tú, siempre la complacia, siempre puso a Lucy delante de todos, a pesar de que la malcriada sólo la hacía llorar.

- Pero Bee es diferente.

- No, puede ser difente si le pones un alto. No sigas permitiendo que te manipule, y si lo digo es porque la quiero, los quiero a ambos.

-Tiene cierto parecido a Lucy, pero sólo un poco.

- ¿Un poco? - ella estaba muy seria - Lucy era exactamente igual a ella, miro a tu hija y es como verla a ella. No cometas el error de Layla al hacer la voluntad de tu hija, se un hombre maduro y has que entienda que tu puedes rehacer tu vida y que a la vez, ella sacará provecho al tener una figura materna.

- Necesito pensarlo.

- Algunas veces pienso que sería mejor decirle toda la verdad - Él pelirosa la miró frío - Hoy preguntó por su madre, hice todo lo posible para que mis palabras sonaran ciertas y no dudosas.

- ¿Qué le dijiste?

- Nada, sólo que yo los presenté y lo mismo de siempre, que se casaron muy pronto - Natsu suspiró aliviado.

- Papá - se oyó la voz aguda de la niña en la puerta que conectaba la sala con el comedor - ¿Me puedo hacer un huevo? No me gusta el Brócoli.

- No - La peliblanca sonrió, parece que él había comprendido su mensaje.

- Papá.. - la niña bajó la cabeza.

- Ve a sentarte - La pequeña hizo lo que su padre ordenó - ¿Frito o revuelto, cariño? - Buscó su delantal.

- ¡Frito!

- ¡Natsu! - Bee comenzó a reír, su tía estaba muy molesta al haber sido ignorada.

....

- Y Luego Miguel le lanzó el Sándwich en la cara a Lucas - La nena contaba su día mientras su padre cepillaba su cabello - Lo hubieras visto, papá. Nunca antes vi algo tan gracioso, sino fuera porque estábamos en receso, lo más seguro es que me hubiera echo encima.

-....

- ¿Te sucede algo, mi bonito Dragón?

- ¿Qué? - dijo él volviendo a la realidad - ¿Decías algo, princesa?

- Que te amo mucho, muchísimo.

- Yo también, patito.

- ¡Cocodrilo!

- Floja.

- ¡Conejo!.

- Pajarona.

- ¡Mamut!

- ¿Mamut? - la pequeña se levantó en el colchón y comenzó a dar brincos - estás feliz - Su padre sonrió contento.

- ¡Hoy le di su merecido a Sophia! - Gritó sin dejar de saltar en la cama - ¡Le tiré mi puré de papas en la cara!

- No creo que eso sea motivo de alegría, Bee - La niña dejó de brincar y volvió a sentarse abrazando sus piernas, sin quitar la vista de su padre - ¿Qué pasa?

- ¿No te trae recuerdos mi mirada?

- ¿Qué?

- Mis ojos, son iguales a los de mamá.

El pelirosa se quedó en silencio.

- Mi abuela me lo dijo, tengo los ojos de ella - La pequeña sonrió.

- Son muy bonitos.

- ¿Te enamoraste de estos ojos, verdad?

- Si.

- Entonces no quiero que la olvides - su padre levantó una ceja - Te miraré más desde hoy para que no olvides a tu único amor.

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Continuará***

《Mas que un simple Juego》II POSTEMPORADA II #WattpadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora