《Mas que un simple Juego》II POSTEMPORADA II #Wattpad

"Nuevo inicio"

Dos meses después, ya se podía ver el vientre de Lisanna, ella gozaba de una alegría que nunca imaginó vivir. Su bebé era prueba de que todo era posible, aquel niño que fue producto de un acto maravilloso.

- ¿Y por que no se mueve? - Amai tocaba su vientre - ¿Por qué, tía?

- Aún es muy pequeño, cariño - Le sonrió.

Natsu contempló maravillado la escena, estaba feliz de ver a su hija convivir con su hermano menor antes de su nacimiento. Lisanna sintió un gran alivio cuando hace apenas unos días, la pequeña le pidió tocar al bebé, a su hermanito como empezaba a llamar más seguido.

- ¿Como se llamará?

- Mmm.. No lo sé, ¿Cómo quieres que llame tú?

- Tampoco lo sé - La niña soltó una risa - ¿Qué quieres que sea? Niño o niña.

- Lo amaré de todos modos, pero tengo la ilusión de que sea un niño.

Natsu dejó de observar, se dirigió a la sala y vio con la expresión dura a la rubia. Ella estaba hablando por teléfono mientras se hacía atrás su cabello corto entre sus dedos, angustiada.

- ¿Cómo que no están listos? ¡Voy tres días esperando! ¡No me pida que sea más paciente cuando ustedes me aseguraron de estarían listos hoy!

Natsu se acercó, sin comprender el enojo de la rubia. Ella estaba irritada, tanto que sería un fracaso tratar de establecer una conversación pasiva.

- Bien, estaré ahí a esa hora - colgó bruscamente.

- ¿Qué pasa? - Ella se giró asustada, no imaginó que él estuviera escuchando su discusión con la enfermera.

- Nada, sólo un disgusto por unos exámenes que me hice - Pasó sin gracia por su lado para dirigirse a la puerta de salida.

- ¿Estás enferma?

- Dile a Amai que no podré pasar la noche aquí, tengo algo importante que hacer - Dijo seca ella antes de salir.

Lucy tomó un taxi y fui a la casa de su buen amigo Cobra. El moreno que vivía con su esposa y los dos divertidos amigos que compartían. La rubia miró por la ventana desanimada, esperando llegar a su destino cuanto antes, ya no podía más con esa inquietud en su cuerpo.

Pagó el servicio por el transporte y caminó en dirección a la entrada de la casa con bonito jardín. Cobra ganaba bien en su taller, las ganancias que recibía le alcanzaban para tener a Kinana como una reina.

- Lucy - Su amiga sonrió alegre, no era común que ella fuera de visita a su casa - Pasa, ¿Buscas a Larcade?

- Si, ¿Está ocupado? - La hermosa mujer de cabellos morados negó - Dile que estoy aquí, que salga ya que tenemos que hablar de algo importante.

- Bien, puedes pasar en lo que lo busco.

- No, gracias. Prefiero tener la charla aquí, no tengo mucho tiempo, debo ir a una cita con el doctor.

- ¿Estás enferma?

- Eso espero...

Su amiga se dirigió a la parte trasera de la casa, ahí estaban los dos babosos de sus amigos más su novio, arreglando la moto del rubio que al parecer se descompuso.

- Larcade - Lo llamó.

- Joder, ahora que hice - Hizo una mueca de molestia el nombrado mientras se acercaba a ella.

- Lucy está en la puerta, quiere hablar contigo.

- ¿Hablas en serio?

- Al parecer es de algo muy delicado. Mejor ve y arregla el problema que tienen o lo que haya pasado.

- Mejor no la hago esperar - Susurró.

Cruzó la casa entera para llegar a la puerta, abrió y se encontró con la rubia de espaldas. Ella se mordia las uñas lo que confirmó que estaba muy nerviosa. Tocó su hombro y ella volteó a verlo, le sonrió para relajarla, pero ella no cambió su expresión.

- Kinana me ha dicho que querías hablar de algo serio, ¿Que pasa? - Lucy mordió su labio inferior, sin saber como comenzar.

- ¿Recuerdas la noche en que me emborrache? - Él asintió divertido.

Al día siguiente se puso como loca al despertar sobre él sin nada puesto, solos.

- ¿Amai se enteró? - La rubia negó - ¿Entonces que te tiene así?

- Lo que pasa es que no me llega la regla...

El rubio dejó de verla divertido.

Su cara se tornó levemente pálida y nuevamente sus labios se curvaron en una sonrisa ingenua.

- ¿Es un chiste? - Lucy volvió a negar - Lucy, no juegues con eso.

- Pensé que era un retraso, pero no, no he tenido mi menstruación desde hace un mes y se supone que me tenía que llegar hace una semana - Explicó preocupaba - Larcade, si es cierto lo que sospecho, tú eres el...

- No, Lucy es imposible - a ella se le encogió el corazón - Tú siempre te cuidabas.

- Estuve con Natsu, pero con el tomé pastillas para evitar el embarazo. Pero esa noche donde me dejé llevar por el alcohol, no sé si tú te has...

- Esto no puede estar pasando - Larcade miró el cielo pensando en una solución - ¿Y qué harás?

La rubia amplió los ojos.

- Querrás decir que haremos.

- Bueno, que haremos - corrigió él - ¿Vas a tenerlo?

- ¡Como puedes preguntarme eso! - Gritó enfurecida.

- Será mejor que no nos adelantemos. ¿Te has hecho algo que compruebe si estás o no?

- En la tarde me darán los resultados de los análisis que me hice, quería pedirte que fuéramos juntos.

- ....

- ¿Estás molesto?

- Si, pero conmigo - La rubia se puso triste - Lucy, teníamos la vida arreglada, sin muchas preocupaciones. Éramos libres de hacer lo que queríamos, un hijo cambiará por completo todo eso.

- Dime una cosa...

- ¿Que?

- ¿Dudas de que es tuyo?

- Lucy, no me hagas esto - Se sintió pésimo al verla llorar - Lo de antes lo dije por el impacto que me causó la noticia.

- ¿Lo querrás?

- Tonta - Sonrió envolviendola en un abrazo - Claro que si. No estaba en mis planes, pero si sucedió debe ser por algo. Además, creo que ya es hora de ser papá, ¿cierto?

- ¿Y qué pasará entonces? - Lucy se alejó de él.

- No lo sé, ya te he dicho mil veces que yo me conformo con ser tu amigo - explicó - Si tú lo deseas, puedo ir y decirle a tu madre que quiero estar contigo en una relación más formal.

- ¿Hablas de...?

- ¿Quieres tenerlo conmigo o por separado?

- No juegues, ve directo al grano.

- ¿Quieres casarte, Lucy?

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Continuará***