"Otra persona"

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Ese día, en la tarde, había comenzado a hacer un frío terrible. Amai Miraba por la ventana esperando llegar pronto a la pista de hielo. Recordó la discusión de su tía con su padre, y ver la figura de su abuelo Makarov cabreado por como trató su padre a Lisanna, lo que la puso triste por un momento. Sin mencionar cuando su padre se sincero al decir que no quería seguir con ese matrimonio, destrozando el corazón de la Albina, quién culpó directamente a su madre.

La acusó de trepadora, de haberlo provocado para que estuviera con ella, haciendo que la rubia se enfade mucho, al punto de gritarle sus verdades a su hermanastra.

- Hija - Ella bajó del coche, vestía una chaqueta gruesa de color rosa, una bufanda roja y un gorro de invierno que dejaba ver tiernamente sus mechones rosas y lisas caer por los alrededores de su cuerpo.

- Tus aguantes - Natsu le puso los guantes blancos a su hija, acomodando la prenda que rodeaba su cuello - Hija, no quiero que corras mucho, hace un frío poco común.

- Mamá - Miró a su madre.

La rubia también estaba vestida de esa misma forma, pero con otros colores. Su padre igual, pero no traía el gorro de invierno, sólo la bufanda blanca y unos guantes oscuros. Ambos tomaron de la mano a la pequeña y entraron al lugar, era como un estadio gigante.

Al ingresar y pagar la estancia, Amai miró sorprendida la gran pista de hielo, saltó de felicidad para ponerse muy pronto los patines especiales.

- Espera, Amai. Sé que estás emocionada, pero debes guardar la calma - Lucy le puso los patines mientras Natsu dejaba sus pertenencias con llave en un casillero especial.

Natsu se cambió los zapatos, se puso los patines al igual que la rubia y salieron para ir a la pista. El lugar donde iban a deslizarse estaba al aire libre y era iluminado por pequeñas luces y figuras de animaciones. La pista era rodeada por rejas blancas, cada una cubierta por un material blando que evitaba cualquier golpe de descuido o accidente.

- ¡No me sueltes, papá! - Amai se aferró a su padre, ella nunca había patinado en hielo y se había caído en dos ocasiones.

- Si sigues así no disfrutarás de esto - Su Madre paseaba de un lado a otro, divirtiéndose ya que dominó el truco fácilmente para jugar en el hielo.

- ¡Lo estoy logrando! - Gritó cuando Natsu la agarró de las manos para comenzar a moverse, evitando que se caiga.

En resumen, Amai comenzó a reír porque su padre fue quien la ayudó a dar varias vueltas en círculos sobre el hielo duro. Su risa era contagiosa, se divertía mucho estando con ambos, era un sueño para ella salir con ambas personas, con sus padres juntos.

Estuvieron un rato así, jugando y molestandose entre ellos. Pasaron los minutos, casi dos horas cuando decidieron parar y salir de la pista para comer algo. Natsu levantó a la niña para que no tenga que arrastrar esos zapatos especiales. Luego se cambiaron y fueron a un lugar de comida rápida.

Natsu pidió unas hamburguesas grandes para los tres y unos refrescos. Se sentaron en una mesa y comenzaron a comer.

- ¿Y cuando nacerá el bebé? - Lucy casi se atraganta al oír la pregunta.

- Amai, no es momento para hacer esas preguntas - La pequeña hizo un puchero - Tú madre no está esperando ningún bebé, no puedes pedirle que tenga uno así como así.

- ¿Por qué?

- En primera, ¿Sabes lo que se debe hacer para tener un bebé? - Su hija asintió.

- Deben dormir juntos y hacer cochinadas.

- Joder - Natsu suspiró - Bueno, entonces sabrás que cuidar un bebé no es fácil, y que además los padres deben amarse mucho.

- Yo sé que quieres a mamá, y que ella te amara si tienen otro bebé. Yo quiero a alguien que me haga compañía.

- Hija, por favor... - Lucy susurró incómoda - No es momento de decir algo así..

- Ya es hora de irnos - Natsu se paró.

- Pero mañana no tengo clases - Amai agarró su bebida - Y quiero quedarme un poco más.

- Hija, yo tengo que trabajar mañana. Y tú te enfermaras como sigas aquí a esta hora - La niña asintió - ahora ven, sube - Se agachó para cargarla en su espalda, sintió su peso y se levantó.

Lucy le puso la gran capucha del abrigo a la pequeña y vio como ella cerró los ojos, cansada después de todo.

Se dirigieron a la salida, subieron al coche y fueron rumbo a casa. Cuando llegaron, no encontraron a la Albina, a ella ni a sus cosas, se había ido, pero de seguro sería por algunos cuantos días, o semanas. Lisanna estaba molesta, y no iba a volver hasta que el pelirosa vaya personalmente a pedírselo.

- ¿Está dormida? - Lucy bajó luego de cambiar a la niña y dormirla en su habitación.

- Si, por suerte aquí no hace frío - Sonrió.

- ¿Te irás?

- No, no creo que sea buena idea - Dijo angustiada - Lisanna me odia, por todo esto y por otras cosas que no me quiere decir. Detesta que me acerque a mi hija, que pase mucho tiempo aquí, interrumpiendo su matrimonio.

- Comprendo - Natsu dejó la taza de café - La conozco, esto es lo que temí todo este tiempo.

- Pero es absurdo, ¿Qué tiene de malo que quiera recuperar el tiempo perdido con Amai? - Ella se acercó a él molesta, como si el pelirosa tuviera la respuesta a su pregunta - Tu esposa está loca, y tiene unas razones muy tontas para odiarme.

- Yo no diría que son tontas..

- ¿Entonces estás de su lado? - Lucy se enojó.

- El problema no sólo es que Amai te quiera con ella ahora - La rubia fruncio el ceño - Ella... está celosa...

- ¿Celosa? - Lucy no comprendió - ¡Y por que debería estarlo! ¡Yo no he hecho nada!

- Ella piensa que entre nosotros...

- Pues dile que se equivoca - interrumpió rápidamente - No hay nada.

- ¿Segura? - Ella se alejó con sorpresa.

- Q-que haces... - Sintió la mano del hombre en su rostro, él se inclinó lentamente y estampó un suave beso sobre sus labios.

Lucy cerró los ojos tímida, sintiendo aquella textura suave y carnosa haciendo presión en su boca. Su estómago sintió cosquillas, había algo en ese beso que la hizo sentirse triste, con nostalgia.

Era como si no besara a la persona que tenía en frente, sino a otra.

¿Pero por qué sólo le pasaba con él?

Algunas veces, lo veía y al mismo tiempo sentía que no estaba frente a la persona correcta.

- Te quiero... - Susurró contra sus labios, la levantó rodeando su cadera con sus piernas y volvió a apoderarse de sus labios.

Lucy se dejó besar, ella se sentía bien en sus brazos, se sentía protegida y amada, pero por otra persona.

¿Qué le estaba pasando?

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Continuará***

《Mas que un simple Juego》II POSTEMPORADA II #WattpadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora