Después de tres meses, ella descubrió que no había nada que rompiera el compromiso de su padre y su tía. Bee sólo se centraba en su plan, hacerle la vida imposible a ambos para que se separen cuanto antes.
Ella era la única que estaba sentada en las mesas, con las rodillas juntas frente a su tío que probaba los bocadillos. Tenía un vestido blanco como una princesa y su cabello suelto con una flor a un costado. Su abuela estaba en la casa ayudando con el vestido de novia de su tía, su padre hablando con sus amigos sobre el futuro y ella ahí, sentada muy molesta.
- Bee, recuerda nuestro plan - Luke trató de animarla.
- Si - Susurró, se bajó de la silla y vio como el cura ingresaba acompañado de su Tía Mirajane.
Faltaban unos minutos para llevar a cabo la ceremonia. Ella aún dudaba de su decisión, pero cuando vio a su tía Lisanna salir con su vestido blanco, sintió horror. No imaginaba una vida con esa mujer, por más cariñosa que fue con ella de pequeña.
Todos los invitados se comenzaron a reunir en dos grupos, haciendo un camino para que la novia pasara entre ellos y llegara al lado de su padre.
Bee negó, su cuerpo tembló con fuerza, sus puños se apretaron y no lo pensó dos veces cuando salió corriendo entre los hombres y mujeres que asistieron a la boda ese día. Escuchó a su tío llamarla, pero no miró atrás y salió a la calle, corriendo si rumbo por la vereda.
Sus lágrimas comenzaron a asomarse, su garganta tenía un nudo, ella sólo quería estar con su padre, con él y nadie más. Quería morirse ahora, sentía unas ganas de acabar con su vida, de no ver más el día de mañana para no presenciar los días donde su tía despertará al lado de su padre.
Corrió, corrió mucho a pesar de sus pequeños pasos. Golpeó por accidente a muchas personas desconocidas, fue sorprendida por los coches muchas veces, fue llamada por ancianos preocupados y recibió los ladridos de los perros en el parque.
Cuando se detuvo, sus manos habían tomado con fuerza los fierros que protegían los bordes del puente. Sus ojos ya estaban secos, sólo habían lágrimas que dejaron de existir y su mirada se volvió vaga. Sentía el fuerte y frío viento en su cara, había anochecido.
- ¡Mamá! - Gritó a todo pulmón - ¡Por qué! - De nuevo sintió ese temblor que viajó por su cuerpo hasta que sus mejillas se empaparon - ¡Quiero verte! ¡Quiero que me abraces! ¡Quiero estár contigo!
Sólo se oía el ruido de la corriente que azotaba las aguas del río que yacía bajo sus pies.
- ¡Me quiero morir! - Se quitó la tonta flor de su cabello - ¡Quiero morir! ¡Quiero morir! ¡Quiero morir! - Se sujetó de los fierros, pasando un pie al otro lado del borde del puente, pisando el pequeño espacio para darse vuelta lentamente, quedando así sin ninguna barrera que le impidiera saltar.
Miró abajo, no hubo miedo en sus ojos por la altura que superaba los 30 metros, sintió impotencia, sintió rabia contra todos, y no quería más.
Sus dedos dejaron los metales, su cuerpo se inclinó y quedó en el aire, sus ojos se cerraron con fuerza y todo se volvió negro.
...
- ¡¿Como que no la han encontrado aún?! - Él pelirosa estaba en su carro junto a su amigo de infancia, hablando por teléfono -¡Tiene Diez años, no pudo ir muy lejos! ¡Deben encontrar a mi hija, por dios! ¡Busquenla, es sólo una niña!
- ¡Cuidado imbécil! - Su amigo lo hizo reaccionar cuando casi atropellan a un perro - ¡Abre bien los ojos! ¡No pierdas la cabeza!
- ¡Mi hija está perdida hace más de cinco horas, ¿Cómo puedo estar tranquilo?! - Gritó furioso y preocupado - ¡Donde está mi hija! ¡Donde demonios te has metido, Bee!
Ya habían dado tres vueltas en las mismas calles, se detuvieron como veinte veces para preguntar a la gente si habían visto a la pequeña, pero nadie decía algo preciso, sólo que la vieron correr hacia lugares diferentes.
- ¡Señora! - El pelirosa le enseñó la imagen que tenía en su billetera - ¡¿La ha visto?!
- Natsu - Su amigo trató de calmarlo.
El pelirosa maldijo cuando la señora negó, ya eran más de las doce de la noche y las calles estaban quedándose vacías. El sólo pensar que su hija estaba sola en algún rincón, asustada, con frío y hambre, le provocaba un dolor muy fuerte en el pecho.
Las patrullas continuaron buscando, revisando cada esquina con tal de hallar a la menor. Natsu se culpaba por no haberle puesto más atención a su hija, por haber jugado con ella. Bee muchas veces había dicho que no quería a otra mujer con ellos, y él había continuado con aquella idea de casarse.
- Mi hija... - Se tapó el rostro, ya no podía más con la preocupación - princesa...
- Amigo - Gray lo abrazó, dando unas palmadas en su espalda - La encontraremos, no pierdas la esperanza.
- Es una niña.. es tan indefensa..
- No hemos revisado en el barrio "El Guerrero", así que se fuerte - El pelirosa se separó y asintió - Bee aparecerá, calma.
- es lo único que quiero en esta vida...
...
- ¿Así que tu padre se casó y por eso te querías quitar la vida?
- ¿Hice mal?
- No, es tu vida. Puedes hacer lo que quieras con ella - Dijo riendo - Incluso conozco a alguien que es como tú.
- ¿Alguien como yo? - Bee tenía curiosidad.
Habían llegado a un rincón de la ciudad donde sólo se encontraban jóvenes y algunos adultos haciendo sus carpas, era una especie de campamento. Ella bajó de los brazos del hombre que la interrumpió en el momento exacto donde estuvo por caer del puente.
- ¡No escapes de mi, amor! - Gritó él, haciendo que la joven de cabellera corta y vestida con un pantalón negro más una chaqueta del mismo color se acercara - Mirala, quiso quitarse la vida, ¿No te recuerda a alguien?
- ¿Se supone que me lo debo tomar con gracia? - La joven se cruzó de brazos, luego dirigió su mirada a la niña - ¿Por qué la trajiste aquí?
- Oye, es una pequeña y no la podía dejar a su suerte. No quiere volver con su padre - La pequeña se abrazó así misma, el frío de la noche era como sentir miles cuchillas clavarse en su cuerpo.
- Larcade, No tenemos espacio donde acomodarla- Ella se enojó - Ve, déjala con su padre porque aquí no tiene ni que comer. Por lo mismo, porque es una niña y necesita estar con su familia.
- Acabo de vender mi reproductor, necesito consuelo y esta niña apareció, ¿Si? - Él rubio sonrió sin gracia - Por favor, hazme el favor de llevarla a tu carpa, eres la única mujer que puede dormir con ella. No confío en el nuevo grupo que llegó, le pueden hacer daño, sabes a lo que me refiero.
- ¿Qué me darás? - El rubio la miró incrédulo - La mitad de tu ganancia de mañana, ¿Trato hecho?
- hecho - Dijo el rubio molesto.
- Ven conmigo - Bee miró a la mujer - Vamos, me queda un poco de arroz y carne, podemos compartir.
- Tengo frío.
- Entonces vamos a la carpa.
- Está bien - Sintió aquella cálida mano sobre la suya - ¿Y me cuentas un cuento antes de dormir?
- Oye, no soy tu madre para hacer eso - Dijo ella burlona.
- ¡Lucy! - Ella volteó al oír a su amigo - Cuidala bien.
- Claro, ni loca me pierdo el dinero que me darás mañana - Sonrió divertida.
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.
.Continuará***
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《Mas que un simple Juego》II POSTEMPORADA II #Wattpad
FanfictionLa adolescencia es una etapa muy dura, Lucy acaba de comprobarlo. Sin embargo, su hija, Amai, se verá en problemas luego de que su padre intenta repetir la historia. 《Donde hubo Fuego, Cenizas quedan》 ⚠️Personajes de Hiro Mashina ⚠️ ⚠️La historia es...