"Encuentro"

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La rubia yacía en la delegación, con su compañero y un humor de mil demonios, maldiciendo el momento en que aceptó ayudar al idiota de su amigo para cuidar a una niña que la había metido en el peor de los problemas, la cárcel.

- Te dije que no era buena idea.

- ¿Puedes dejar de culparme?

- No - Ella golpeó las rejas - ¡No entiendo por qué nos encierran! ¡Nosotros la hemos cuidado, lo mínimo que se espera es una recompensa!

- Su padre la ha buscando durante tres días - La rubia rodó los ojos, hasta que escuchó unos pequeños y veloces pasos acercarse.

- ¡Saldrán! - Era la niña, acompañaba de una oficial - ¡Papá no puso cargos!

- ¡Al fin una buena noticia! - Lucy dio un suspiro eterno - ¡A la próxima haber si piensas un poquito mejor, mira donde nos metiste!

- P-perdón..

- No te quiero volver a ver, ¿Escuchaste? - La pequeña asintió - Bien, entonces habrán está jodida puerta - El guardia que vigilaba la puerta metió la llave y ambos compañeros salieron de mal humor.

- ¿No me visitarás? - La pequeña la había detenido.

- Eres rica, y yo una mujer de la calle, soy mala así que no vuelvas a nuestro territorio - La pequeña la miró con sus ojos llorosos - Es lo mejor para ti.

- ¡Espera! - Bee la agarró otra vez - papá quiere una niñera, a alguien que se haga cargo de mi - le comentó impidiendo que ella de un paso más - Le he dicho que tú puedes, y ha aceptado, además le dará trabajo a Larcade.

- No gracias, Yo prefiero mi humilde trabajo que consiste en lo que me gusta - El hombre se arrodilló a su altura - Bueno, creo que será la última vez que nos veremos, pequeña.

Bee lo miró triste.

- Cuando sea grande, me casaré con alguien como tú.

- ¿Como yo?

- Guapo y no correcto, tú eres divertido y quería ser tu novia.

- Estás loca, ¿Quieres que la Onu me lleve?

- Te extrañaré, Larcade.

- y yo a ti, pequeña - Le dio un corto abrazo.

Luego se levantó y revolvió su cabellera. El rubio salió solo de ese lugar ya que la niña había envuelto la cintura de su compañera para impedir que caminara.

- ¿Cómo tu padre aceptó que yo haga ese trabajo? Soy de la calle y...

- Le dije que aceptaré su matrimonio, y que si no dejaba que fueras tú, me escaparia otra vez - Dijo la pequeña seria - ¿Si, Lucy?

- No - quiso deshacerse de los brazos de la niña.

- ¡Vivirás con nosotros! - la mujer aún se negaba - ¡Te pagará quinientos el mes!

- ¡¿Quinientos?! - la miró sorprendida - ¡¿Hablas en serio?!

- Y además, tendrás tu propio cuarto y comerás sin que se te descuente - La rubia sonrió, eso sonaba increíble.

- Bien, entonces vamos - La levantó, la niña era muy ligera y tierna - supongo que no será tan malo.

- Si, verás que nos divertiremos - Bee sonrió mientras salían de ese oscuro lugar.

Caminaron por el largo pasillo en dirección al lugar de "encuentros". Ella, Bee, bajó de los brazos de la rubia cuando vio a su padre de espaldas hablando con su madrastra. Tiró de su chaqueta y él sonrió aliviado mientras la volvía a levantar besando su rostro con necesidad y amor, no la iba a soltar por nada del mundo luego de estar tres días de infierno sin su niña.

- Es ella - El pelirosa dirigió su mirada a la joven al igual que su esposa y suegra, aunque de inmediato se tornó pálido y un frío mezclado con tensión se apoderó de su cuerpo - Ella es Lu, pero se llama Lucy, igual que mamá, ¿Sorprendente verdad?

- Natsu.. - Se oyó de los labios de su esposa, quien estaba petrificada por tener a la figura que temió durante años delante de ella - No puede ser...

- L-Lucy.. - Su madre la miró con lágrimas, sin contener aquella emoción y calor que llenó su corazón - Lucy.. - Se dirigió a ella lentamente, pensando que era todo un sueño - Hija.. - antes de tocar su rostro, sintió la mano de la misma detenerla.

- No - dijo cortante - No me llames así - Layla sintió un dolor en su pecho - Así que se trataba de ustedes - miró a la familia furiosa - menuda desagradable sorpresa...

- ¿La conocen? - Bee miró a su padre, él aún estaba en Schock - ¿Papá?

- Así que Bee... - repitió la rubia - Con razón no me di cuenta antes...

- L-lisanna llévate a mi hija - La Albina se apresuró en agarrar a la pequeña y sacarla de ahí.

La rubia sonrió, de forma fría, no había ninguna pizca de alegría en sus ojos, sólo rencor y odio hacia ellos. Miró la puerta, ya no habían guardias, recordó a su amigo y fingió no haberlos vistos cuando se dirigió a la salida.

- Layla luego los alcanzo.

- ¡Qué haces! - sintió el agarre en su brazo que la obligó a caminar.

La mujer de edad asintió, mientras que su hija, Lucy, vio como metían a la niña a un coche diferente al que ella ingresó. Forcejeo para soltarse, quería bajar antes de que el pelirosa pusiera en marcha el coche.

- ¡Espera! - Gritó cuando el vehículo comenzó moverse, ella miró por la ventana trasera al otro coche donde la niña se había subido, éste se fue por otra calle distinta.

Había convivido con su hija durante tres días sin saberlo. Y en su cabeza sólo repetía el deseo de no volverla a ver, necesitaba olvidar a aquella niña, ella no iba a retroceder, había comenzado de cero hace años y quería seguir como estaba.

Fueron demasiados minutos para su gusto dentro de ese carro, ella se rindió cuando se alejaron de todos esos edificios, dejando la zona Urbana.

- ¿No bajaremos? - Dijo seria, se detuvieron en las afueras de la ciudad, en el bosque viejo - No sé si tú tienes cosas pendientes que hacer, pero yo soy una mujer muy ocupada.

- Me casé - La rubia sonrió de lado - Con tu hermana.

- Esa no es mi hermana, y me da igual con quien empezaste de nuevo tu vida - Trató de abrir la puerta, pero no se pudo - ¡Abre! ¡Quiero volver!

- ¿A qué volviste? - Él habló muy frío, ella dejó de golpear la puerta y lo miró rabiosa - ¡Por que! ¡Por que volviste justo ahora!

- ¡Qué importa eso! ¡Déjame salir!

- ¡Importa porque mi hija te vio! - la rubia cerró la boca - ¡Ella piensa que estás muerta! ¡Quiero asegurarme de que te irás de nuevo, pero para no volver jamás! ¡De que mi hija no termine volviéndose loca como tú!

- Abre la puerta - Ella habló sin emoción, el pelirosa no hizo nada - Abre la puta puerta, Natsu.

Él salió del coche, dio la vuelta y abrió la puerta como exigió la rubia. Pero en cuanto ella puso un pie afuera, la agarró del cuello y la estampó contra uno de los árboles, con fuerza.

- N-Nat.. -ella se comenzó a tornar pálida, no podía respirar.

- ¿Sabes lo que haré contigo ahora? - Dijo entre dientes, muy cerca de su rostro - Te mataré, te mataré como he estado esperando hacer desde hace años...

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Continuará***

《Mas que un simple Juego》II POSTEMPORADA II #WattpadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora