"Comercial"

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Salió de la empresa a eso de las siete de la tarde. Tenía una cena importante y la niña no podía quedarse sola, por ello la cambió y la abrigo para dejarla en casa de su abuela.

- Bee, volveré más tarde - Si padre le dio un abrazo - Diviértete con Luke, con tu abuela y abuelo.

- Si, y no olvides comprarme la muñeca que te dije - El pelirosa sonrió mientras asentía - Te amo.

- Bee, Luke te espera - La pequeña se dirigió al cuarto de su amigo - Natsu, Lisanna ya me contó.

- Layla, le juro que yo no le di motivos para que...

- Pienso que sería una buena idea - el pelirosa quedó pasmado - Ella quiere a Bee, pero no por eso puede hacerle favores en el colegio. Además, ya has pasado por mucho solo. Primero lo de Zeref, luego lo de Lucy, el incendio y muchas otras cosas. Lo que le ocurrió a mi hija, lamentablemente no lo podemos cambiar, ella buscó ese fin cuando decidió no cambiar.

- Layla...

- Bee terminará siendo como ella si no ve que el mundo no está hecho a sus pies. Siempre hay límites - El pelirosa se rasco la nuca - Lucy de niña era igual a ella, de hecho no era tan "extrovertida" como su hija. Me da miedo que Bee llegue más lejos que su madre.

- Casarme no es la solución.

- ¿Por qué no?

- Bee no quiere que sea con Lisanna.

- Yo hablaré con mi nieta. Ella no puede elegir a la mujer que amaras y con la que puedes rehacer tu vida. Y para que no termine como mi hija, le brindaremos ayuda psicológica. Yo debí hacer eso antes de casarme con Makarov, Lucy necesitaba ayuda, sufrió mucho con la muerte de Jude, y luego con la de Zeref...

- No quiero recordar.

- Ya perdí a mi hija, no perderé lo único que me queda de ella - El pelirosa desvió la mirada - Bee quiere a Lisanna, la adora, pero piensa que será una traición. Lucy también pensaba lo mismo cuando descubrió que Makarov era el mejor amigo de Jude.

- Tiene toda la razón, Layla - Dijo el pelirosa - tiene razón, lo intentaré, y si las cosas no funcionan como espero, siempre estará mi hija ante todo.

- Lisanna - La rubia miró a su hija que se acercó a la puerta - Natsu te invita a salir con él.

Él pelirosa sonrió.

Ella se sonrojo.

- ¿E-es en serio?

- Bueno, si no estás lista puede ser otro...

- ¡No! ¡Sólo dame cinco minutos!

....

Todos estaban sentados alrededor de la mesa, eran cinco personas, él, la Albina y tres tres inversionistas más. La mesera trajo los pedidos y comenzaron a hablar sobre los temas relacionados con la empresa.

- ¿Y qué hay de tu hija?

-¿Mi hija?

- Si, ella es muy linda. Tiene la imagen perfecta para hacer el comercial de la nueva muñeca.

- No lo sé - Dudó el hombre - Bee es muy pequeña todavía.

- Vamos, puedes traerla mañana a la empresa. Permite que el resto vote para ver si la niña está bien para la imagen del nuevo producto.

- Bien, supongo que si.

- Seguro que es perfecta- aseguró la Albina - Soy testigo de lo bien que actúa la niña, es hermosa y carismática frente a la cámara.

- Entonces, Sñr. Dragneel. ¿Qué dice?

- Está bien, la llevaré mañana.

...

Todavía faltaba para la hora de salida del colegio, su padre la había retirado y ahora se dirigían a la empresa. La pequeña aún se preguntaba por que su padre la llevaba a ese lugar tan aburrido. La noche anterior, cuando volvió a la casa de su abuela para recogerla, ella estaba dormida por lo que su mente permanecía en blanco.

- Preciosa - Le abrió la puerta del coche y ella salió con los ojos levemente abiertos al ver el gran edificio.

- Es muy alto - estiró las manos para que la llevara en sus brazos.

- Que floja, Bee - Su padre le hizo caso y la levantó, con cuidado de no maltratar mucho su uniforme.

La pequeña vestía su falda escolar y su blusa sin mangas con una corbata oscura. Sin olvidar sus calcetines altos más sus botas. Natsu sonrió, acarició la melena suelta y larga de su hija y acomodó su moñito blanco.

Subieron hasta el piso más alto en el ascensor y ella quedó más sorprendida cuando entraron a la sala de juntas, y si, ella conocía muy bien el lugar. Cuando era más pequeña, ella se quedaba al cuidado de su abuela, pero uno que otro día estaba a cargo de una niñera, aunque no duraba más de una hora con una desconocida. Ella odiaba estar lejos de su padre por lo que hacía un berrinche enorme para que la llevaran con él a su lugar de trabajo.

- Bee - todos sonrieron al ver a la pequeña entrar en los brazos de su padre.

- ¡Señor calvo! - Bee se bajó para correr hasta el nombrado y lo abrazó - ¡Hace tiempo que no lo veía!

- Nosotros también te extrañamos mucho, Bee - le dijo el viejito simpático.

- Señora cara de lechuga - abrazó a la mujer que la veía alegre - que linda está.

- Estás más grande, pequeña - Ella sonrió.

- Hija - su padre la llamó y ella volvió a su lado - Ella es Bee, mi hermosa joya, tiene 10 años - La presentó para los que aún no conocían a la pequeña - Ella puede hacer el comercial de la muñeca para el día del niño.

- Antes que nada, ¿Bee, quieres hacerlo? - la pequeña fruncio el ceño.

- Nena - Su padre se arrodilló ante ella- querremos que hagas una grabación donde presentaras una nueva muñeca que sacaremos a la venta.

- ¿Y me darán una? - su padre asintió - ¡Entonces si!

- Bueno, que les parece la idea - Los socios observaron a la pequeña con una sonrisa.

- Es perfecta.

- Muy hermosa.

- Divina.

- Es la imagen perfecta.

Se escuchó entre los murmullos.

Natsu bajó la mirada y se encontró con los intensos y brillosos ojos de su hija, ella agarró su mano y en su mente hubo una lluvia de recuerdos.

- Estoy ocupado, creo que ya te lo había dicho Mary - Dijo por teléfono, su secretaria había interrumpido su chequeo de las ventas de ese mes.

- Señor - Levantó el rostro frustrado y su expresión cambió a una suave y llena de comprensión - Una mujer vino y dijo que no cobraría el día por su cuidado.

El pelirosa levantó en sus brazos a la nena de cuatro años, ella había entrado de la mano de su secretaria agarrando un peluche de conejo.

- Puedes continuar con tu trabajo - La mujer asintió y salió cerrando con cuidado - ¿Tampoco te cayó bien esa niñera? - La pequeña miraba la nada, distraída por las cosas que decoraban su oficina.

Ella tenía puesto un vestido blanco de tirantes, y encima un abrigo delgado color rosa.

- ¿Por qué no me hablas? - Besó su mejilla, haciendo que ella sonría - ¿Te quieres quedar otra vez con papá? - Ella asintió - Hija, debes hablar.

- Nariz - Le pinchó el ojo.

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Continuará***

《Mas que un simple Juego》II POSTEMPORADA II #WattpadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora