Epílogo

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Sólo se escuchaba el ruido de las ruedas del carrito moverse en el campo abierto y cubierto de un hermoso césped Verde. Había silencio en el ambiente, un silencio profundo, con suerte se oía la respiración de ella y su hija.

- Mamá - Amai escuchó el llanto de su hermanito menor, estaba despertando en su carriola que era empujado por la rubia.

- Bien - Susurró ella, se detuvo y abrió la sombrilla para ver al pequeñito de mechones rubios y unos ojitos de color jade.

Lo levantó envuelto en cobija por el frío y la pequeña empujó el cochecito para acercarse más a aquella lápida que visitaban por séptima vez. Ella no sabía quién fue la persona que descansaba ahí, pero al parecer fue alguien importante para su madre.

Lucy besó el pequeño rostro de su bebé de seis meses, Agel como lo nombró desde que lo vio en el hospital. Su hijo menor era una bendición en su vida, la ayudó a salir de la depresión en que entró luego de aquella noche.

- Zeref... - Miró las letras que escribían el nombre de su primer amor - ese será el segundo nombre para mi bebé, Natsu lo decidió así.

Sonrió un poco.

- Larcade se fue, dijo que volvera pronto - comentó sintiendo al pequeño quejarse en sus brazos - Conoció a Agel y luego decidió marcharse, no se fue triste, lo vi aliviado luego de saber que no era su hijo, él no me amaba como creí cuando perdí la memoria.

La pequeña se acercó y dejó unas flores en la tumba de su tío, ya que era el único dato que sabía.

- Lisanna está feliz, su bebé la hace feliz. Nunca estuvo con otro hombre - Sonrió - Al final cuando Gray le confirmó a Natsu que el bebé no era suyo, ella confesó que se hizo una inseminación.

- Pero yo lo quiero mucho, muchísimo a pesar de ello - Intervino la pequeña pelirosa - Y también a mi hermanito, él, papá, mamá y yo somos felices, yo estoy muy feliz de tenerlos a los dos juntos.

- Natsu me contó algo hace algunos días - La rubia dejó al pequeño en la carriola - Hija, llevalo con papá, ¿Si?

La nena asintió y empujó el carrito para dirigirse al coche donde su padre esperaba cada vez que iban a visitar a los muertos.

Lucy se arrodilló y acarició las letras que escribían el nombre del Joven fallecido. Durante mucho tiempo derramó lágrimas por él, pero era hora de seguir adelante, por sus hijos, para evitar que Amai se desvíe al mal camino como lo hizo ella, para que su niña no conozca los duros golpes que da la vida.

- Natsu no te quería hacer esto - Susurró triste - Sólo iba a detenernos - No era una excusa - Se asustó mucho ya que no sabía que había vuelto por Amai. Mandó a modificar el carro para que no huyera, no para matarnos, aunque las cosas se le salieron de control y es algo que hasta el día de hoy lo atormenta.

Lucy sabía que no era una justificación, pero quería contarle la verdad, aunque ya era demasiado tarde.

- Mavis le dijo que yo escaparia esa mañana, se lo dijo y él actuó rápido por los celos y la rabia - Recordó con pena - La despidió, en cuanto vio que ella empezó a sospechar de que el auto lo mandó a modificar él, Natsu la despidió. Ella se molestó mucho, se enojó y como venganza incendió toda la mansión. Ahora está presa ya que murieron tres sirvientes inocentes durante la tragedia.

Lucy se levantó, sonrió entristecida y tocó el anillo que rodeaba su dedo anular en su mano izquierda.

- No lo perdono, nunca lo haré y lo sabe - Susurró - Me ha hecho mucho daño, pero si estoy viviendo bajo su mismo techo es por mis hijos.

《Mas que un simple Juego》II POSTEMPORADA II #WattpadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora