Amai miraba la calle por la ventana, triste porque su madre no aparecía desde el día anterior. Ahora se encontraba en casa de su padre, con su madrastra que volvió en la noche y que ahora dormía como si no hubiera mañana.
- Natsu, ¿Que harás? - Escuchó a su tío Gray entrar con su padre.
La pequeña abrazó su conejito y observó en silencio, sin que ellos se den cuenta de su presencia. Vio a su padre sentarse en la sala, tapándose la cara con ambas manos por el estrés. Ella se ocultó detrás de la pared, su tío Gray le reprochaba lo descuidado que había sido.
¿Descuidado en que?
Se preguntó.
- Tenía que pasar justo ahora - su padre estaba muy preocupado - Si Amai se entera me odiara para siempre.
- Bueno, es tu esposa, tarde o temprano tenía que ocurrir - Su tío le sirvió un trago.
La pequeña se extrañó, su padre nunca bebía, casi nunca mejor dicho.
- Que haré Gray, no quería que esto sucediera - Su padre rechazó la bebida, haciendo que la pequeña ría por lo gracioso que le pareció.
Natsu giró su cabeza rápidamente y se puso pálido al ver a la niña, escondida con una sonrisa divertida en su rostro. Gray maldijo y guardó la botella, su sobrina algunas veces le gritaba cuando acercaba ese líquido del demonio a su padre.
- Hija - La pelirosa salió de su escondite y se acercó a su padre, él la abrazó y su estrés fue desapareciendo, su hija era lo único que podía tranquilizarlo.
- ¿Que pasó? ¿Por qué dijiste que te iba a odiar? - Natsu sintió un sabor amargo en su boca, su hija estaba feliz y no quería quitarle ese buen humor - ¿De qué no debo enterarme?
- Hija, sé que no es lo que esperabas, pero no te lo voy a ocultar - Natsu acarició sus mechones - Bueno...
- ¿Qué papá? - Amai lo miró curiosa - ¿Le pasó algo malo a mamá? - temió.
- No - Natsu sonrió, pero no con la alegría que debería por la noticia que recibió en la mañana dentro de su oficina - Ella de seguro está bien.
- ¿Entonces?
- Se trata de algo bueno, sin importar que, ¿Vale? - La niña asintió - Antes, promete que no harás nada malo, que no te alejaras de mi.
- Yo nunca me iré, tú eres mi papá y no soportaría estar lejos de ti, ni de mamá cuando por fin estamos los tres juntos - Sonrió.
- Hija, esto que te diré no tiene que ser un motivo para que borres tu linda sonrisa - La pequeña no comprendió - Es algo bueno, algo grandioso que tal vez ahora no te gustará, pero que después de unos meses te hará muy feliz...
- Ya dime, papá - La niña no podía más con la curiosidad - ¿Qué es eso que debes decirme y que temes tanto?
- Mi niña - la observó como si fuera una bebé aún, como la pequeñita que ayudó a dar sus primeros pasos.
- Papá.. - Amai hizo un puchero aburrida.
- Natsu, Díselo - Habló Gray serio - Lisanna está muy mal, te necesita ahora más que nunca.
- ¿Qué? - Amai fruncio el ceño - ¿Qué pasa con tía Lisanna?
- Hija - Natsu trató de hacer todo lo posible para que la noticia no la afecte tanto - Lisanna, ella... será mamá.
- ¿Tendrá un bebé? - Sonrió feliz - ¿Por qué crees que eso me pondrá triste? Es bonito, Lisanna tendrá un bebé, yo tendré un primito...
- No, hija - Natsu hizo que ella dejara de sonreír - No será tu primo - Amai levantó una ceja - Ese bebé comparte tu sangre, Princesa.
Amai guardó silencio, congelada en su lugar con los ojos abiertos y sin ningún rastro de alegría en su rostro.
- Nena - Su padre agarró sus manos y las besó - Preciosa, tendrás un hermanito. No tienes que ponerte triste porque ahora podrás contarle a alguien tus locuras - Sonrió, esperando ver la misma reacción en su hija.
Se escuchó la puerta cerrarse, la pequeña fue la única en voltear a ver de quién se trataba. Natsu quedó boquiabierto cuando su hija sonrió de pronto, la vio alejarse de él con una alegría que no esperó presenciar.
- ¡Grandote! - Amai gritó mientras corría con los brazos extendidos hacia el rubio.
- ¡Enana! - Larcade la cargó con una sonrisa simpática.
- ¿Qué significa esto? - Natsu se levantó serio del sofá, observando con indignación a su propia niña en brazos de un desconocido que la miraba como si fuera un amigo.
- Hermosa - Lucy sonrió acariciando los rizos de su hija, la niña que sonría con los ojos al ver de vuelta a quién había extrañado mucho.
- Estás preciosa como tu madre - Amai soltó una risa - ¿Qué pasa? ¿Por qué esa carita? - La pequeña había cambiado su expresión por una triste.
- Mamá.. - Susurró.
La rubia comprendió, su hija ya sabía del embarazo de su tía.
- ¡Puedes explicarme que es esto! - Natsu se dirigió a la rubia, buscando explicaciones - ¡¿Quién es este tipo?! - fulminó al hombre que cargaba a su hija - Déjala.
- Papá...
- ¡Deja a mi hija! - Larcade se molestó - Amai... - Natsu la quitó de sus brazos y se la pasó a Gray, quién salió con la niña al jardín para que no presenciara la discusión que se venía.
- Que te pasa, eh - El rubio dio un paso adelante, pero Natsu no retrocedió - Actuar así, delante de tu hija. Sabiendo que la puedes asustar.
- Estás en mi casa, aquí yo hago las preguntas y tú respondes, ¿Fui claro?
Larcade apretó su puño derecho con intenciones de estamparlo contra el rostro de aquel "imbécil", como llamó en su mente. Pero la rubia evitó la tragedia al detenerlo con un agarre en su brazo.
- Por favor, deja que me encargue yo - Suplicó.
- Bien - el rubio se calmó sin dejar de mirar al pelirosa - Si que eres patético.
- Que dijiste - Natsu lo tomó del cuello de su poleron - ¡Repitelo!
- ¡Déjalo! - Lucy lo empujó con rabia.
-¡Qué haces con este idiota! - Natsu se enfureció más porque ella lo defendió.
- Este idiota, como llamas tú, es un amigo muy importante para mi y te agradecería mucho que lo trataras bien - dijo seria.
- ¿Amigo? - Dijo Natsu con burla -¿Segura? Porque ayer por la noche desapareciste y hoy apareces muy amigable con este hombre, ¿Curioso, no?
- ¡¿Qué insinuas?! - Lucy se cabreo.
- Para que te cuento, sabes a lo que me refiero - Natsu cargaba rabia en su voz - Te acuestas conmigo, y luego vas con este extraño. Que vergüenza Lucy, mi hija no merece tener una madre tan inmoral.
- ¿Inmoral? ¿Yo? - Lucy apretó los dientes, y de un momento a otro estampó con fuerza su mano en la mejilla del pelirosa - ¡TÚ ME HABLAS DE MORAL! ¡TÚ, NATSU!
El pelirosa no se movió, su cara siguió de lado mientras oía los gritos de la rubia, soportando el ardor en su mejilla.
- ¡QUIÉN MIERDA TE CREES PARA HABLARME DE MORAL, HIPÓCRITA!
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.Continuará***
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《Mas que un simple Juego》II POSTEMPORADA II #Wattpad
FanfictionLa adolescencia es una etapa muy dura, Lucy acaba de comprobarlo. Sin embargo, su hija, Amai, se verá en problemas luego de que su padre intenta repetir la historia. 《Donde hubo Fuego, Cenizas quedan》 ⚠️Personajes de Hiro Mashina ⚠️ ⚠️La historia es...