《Mas que un simple Juego》II POSTEMPORADA II #Wattpad

"Un plan"

Ahí estaba Bee, con la Psicóloga mientras ésta trataba de hacerle entender que tener una madrastra no era malo, y que si su padre quería a su tía, la cual siempre mostró afecto por la niña, era muy bueno para ambos.

- ¿Por qué no quieres, Bee?

- Porque no.

- Pero si tu padre quiere sentirse acompañado de nuevo, ¿Por qué se lo impides?

- Él se va casar de todos modos, ¿Por qué me han traído aquí? - Miró la habitación - No estoy loca, quiero volver a mi salón.

- Eres una niña muy lista, Bee.

- Quiero volver - se levantó del asiento y corrió a la puerta para salir, odiaba ese lugar a diferencia de la primera vez que fue.

Ahora ya no estaba en la jefatura de su tía, pasó a ser 2-B con la profesora Yukino. Una simpática joven que estaba haciendo su primer año como maestra.

¿Cómo pasó?

Sólo necesitó estar un día entero en su habitación sin desayunar, almorzar ni cenar, ni siquiera bebió agua hasta las 8 de la tarde, lo que la había dejado muy débil, pero no le importó con tal de convencer a su padre para que la cambie de salón.

Claramente esto afectó mucho a su futura madrastra, y preocupó a su abuelita y padre. Al final Natsu accedió con tal de que su niña no volviera a hacer lo mismo.

- Beth - La profesora la dejó ingresar.

- Bee maestra, soy Bee.

- Pero si en la lista dice Beth - La pequeña inflo las mejillas haciendo que la maestra entienda - Bien, Bee serás para mi, ¿Si, cielo?

- Si - sonrió la pequeña antes de dirigirse a su asiento.

- Bueno, niños - Yukino sacó una caja misteriosa - Jugaremos Bingo como todos terminaron con la tarea.

- ¡Si! - Gritaron los pequeños.

....

Volvió a su casa con una mala cara, habían pasado dos meses desde que su padre anunció su compromiso y desde ese día que llegaba de mal humor a su hogar, infierno como llamaba ella.

Entró tirando su mochila en la entrada y comenzó a quitarse la ropa en lo que subía la escalera hasta su cuarto. Obviamente oyendo los regaños de su padre que lamentablemente no llegó a entrar a su habitación, ya que le cerró la puerta en las narices.

- Bee - La niña no contestó - Cariño abre, recuerda que debemos ir a ver a la abuela.

- Ve tú, tengo tarea - Se excusó.

- No te puedo dejar sola - La pequeña no contestó - Hija estás exagerando, creo que es hora de madurar. Debes comprender que yo puedo hacer mi vida con Lisanna, no porque sólo me guste, sino porque veo la adoración con la que te ve. Yo no tomaría esta decisión sabiendo que la mujer que elegí no te quisiera.

Silencio.

- Hija, abre la puerta o buscaré la llave - No obtuvo respuesta - Beth, abre la puerta ahora mismo porque no querrás verme molesto.

Silencio.

- ¡Beth! - sacó la llave de su bolsillo y la introdujo en la cerradura, llevándose una gran sorpresa al ver la habitación sola - ¡BETH!

La buscó por todos lados, debajo de la cama, en los closets e incluso en el baño. Ya había presenciado algo como eso con otra persona años atrás, así que rápidamente fue a la ventana y quedó aún más confundido ya que ésta se mantenía cerrada con candado, ella no pudo escaparse, ¿Dónde estaba entonces?

- ¡Hija! - Salió de la habitación para buscar en toda la casa - ¡Beth! ¡Amor, sal! ¡No asustes a papá! - por más que buscaba, no hallaba a su hija.

Se desespero, agarró el teléfono y marcó el número de la abuela de la niña, por si ella fue para allá.

Aunque aún no sabía cómo se pudo salir.

- ¡Layla, Bee no está!

- ¡Como que mi nieta no está!

- Layla, si ella aparece por allá, llámeme de inmediato.

- ¡Si, espero que venga. Mi nieta no pudo perderse así como así, buscala y no descanses hasta encontrarla!

- Si... - Dejó el teléfono en su lugar.

Iba a salir cuando se encontró con su hija en la puerta de salida. Suspiró con gran alivio y la abrazó con fuerza, sin ninguna intención de soltarla. Nunca se había asustado tanto en su vida.

- ¿Cómo te has salido?

- Es un secreto mío, de una mujer así que no te puedo contar - Dijo molesta - ¿Vamos?

- Si, vamos.

Salieron de la casa y ella se subió al coche de su padre, en la parte trasera sin soltar su muñeca que le regaló su tía hace años atrás, en su cumpleaños número tres

La muñeca era un claro ejemplo del amor que la mujer le tenía, pero ella no quería que a pesar de eso, usurpara el lugar de su madre.

- ¿Qué has tirado, Bee? - dijo su padre cuando escuchó la ventana abrirse en la parte trasera.

- Basura, papá.

Llegaron a la casa de la abuela en quince minutos. La pequeña dudo mucho en bajar o no, pero al final lo hizo porque su querido amigo la esperaba en la puerta. Se dirigió a él y juntos se metieron a la habitación del pequeñín.

Éste sacó su caja de juguetes y los tiró todos al suelo, la niña se sentó sobre sus rodillas y comenzó a buscar a cuales de todos ellos usaría como víctimas.

- Yo disparo primero - La nena agarró la pistola de juguete en lo que su tío ponía a los soldaditos en el borde de la cabecera de la cama .

- ¡Mi ojo!

- Disculpa, no calculé - rio la pequeña.

Volvió a apuntar y esta vez le dio a todos.

- Mira y aprende del maestro - Luke agarró el arma de plástico y le dio a todos con una velocidad impresionante.

-¡Qué super!

- Bee, ¿Por qué no quieres que mi hermana sea tu madre? - interrumpió el pequeño en lo que ella recogía los soldaditos - Lisanna es bonita, buena, simpática y parece que si ama a tu padre.

- Si tu mamá se muere, y tu padre la quiere reemplazar, ¿estarías feliz?

- ¡Dios me libre! ¡Tienes razón! - Gritó el pequeño horrorizado - ¡Ya sé!

- ¿Qué, bobo?

- Sabemos que se casarán de todos modos - ella bajó la cabeza - Pero no dejaremos que sean felices, así tu padre no lo soportará y se divorciaran, ¡Qué te parece!

- ¡Es una muy buena idea!

.
.
.

Continuará***