"Advertencia"

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La nena endureció su expresión, se levantó de la silla y quitó la mano del rostro de su madre, sin creer lo que oía.

- ¡De mi papá nadie me separa! - Gritó enojada.

Retrocedió un paso, miró a ambos adultos como asustada.

- ¡Amai! - Lucy quiso alcanzarla cuando la pequeña salió corriendo.

- ¡Señor, aquí le dejo el dinero de la cuenta!- Larcade dejó el dinero por el servicio en la mesa y salió con la rubia en busca de la pequeña.

...

Natsu aún miraba los resultados de los análisis de la albina, en aquellos donde confirman el embarazo de su esposa.

Lisanna tenía tres semanas.

- Natsu - Ella entró a la habitación con una taza de té caliente - ¿Que pasa?

- Solo pensaba - Susurró - Lisanna creo que deberías descansar más, por nuestro hijo.

- Déjame trabajar hasta que cumpla los cuatro meses, luego te prometo que descansaré todo lo que quieras.

- Bueno - El pelirosa sonrió.

La puerta se abrió y cerro de vuelta con fuerza. Natsu se sorprendió porque su hija volvió muy temprano.

- ¡Vete! - empujo a la albina hasta sacarla de la habitación.

Natsu no lo pudo creer.

Amai cerró la puerta nuevamente, pero ahora con seguro. Miró a su padre y corrió a él para abrazarlo. Natsu la levantó y correspondió con protección, su hija estaba asustada.

- ¿Qué te pasó? - le preguntó.

- Jurame que nunca dejarás que me alejen de ti... - Susurro ella llorosa - Que no dejaras que mamá vuelva a irse...

- ¿Qué pasó en la salida con tu madre? - Su hija siempre actuaba así luego de enterarse de algo malo - ¿Escuchaste algo, princesa?

- Mamá piensa irse, con Larcade - Natsu demoró unos segundos en asimilar la noticia - ha dicho que iré con ella, que luchará por mi custodia para irnos los tres...

Natsu oyó impactado las palabras de su hija, la pequeña soltó un sollozo antes de esconder su rostro en el cuello de su padre.

- Papá yo no me quiero ir, yo me quiero quedar contigo y con mamá, juntos los tres.. - Susurró su deseo - Amaré a mi hermanito, pero no dejes que mamá se vuelva a ir... y-yo no quiero perderlos...

- Amai - La abrazó con fuerza - mi linda Princesa, juro que tú madre no se irá, me encargaré de que ninguna de las dos se vaya de mi lado.

- Papá, por favor.. - suplicó.

- Estás cansada, será mejor que duermas un poco - le sonrió, no quería verla más tiempo así.

Salió de la habitación que compartía con su esposa y se dirigió al cuarto de la niña. La dejó en la cama y la cubrió con una fina sábana, buscando aquel peluche que siempre abrazaba.

- Conejito - Amai agarró el peluche entre sus brazos - Papá, no te vayas, quédate conmigo...

- Si, no me iré, me quedaré contigo - Sonrió él pelirosa, la niña trató de cerrar los ojos y dormir.

Aún no era de noche, pero muy pronto se iba a oscurecer y la niña siempre dormía demasiado. Sin necesidad de contarle un cuento, la vio caer en el mundo de los sueños.

Observó sus mechones rosas, iguales a los suyos. Amai era su hija, y nunca nadie la iba a separar de él, prefería la muerte a vivir lejos de su hija.

- Amai - Lucy entró agitada a la habitación, se acercó a la cama y contempló a la pequeña dormir tranquila entre las sábanas - No sabes como me preocupé, si te hubiera pasado algo malo yo...

- Que es eso de que quieres su custodia - su cuerpo sintió una cuchilla al oír la dura voz del hombre.

Lucy se levantó y sintió un dolor en su cabeza, no estaba para dar explicaciones, fue un día muy agitado, con muchas preocupaciones.

- Creo que es lo justo - La figura masculina del pelirosa se acercó a ella amenazante - Quiero que compartamos la custodia, nada más.

- Eso no fue lo que la niña me dijo.

- Natsu, no es justo que te pida permiso para estar con Amai - Dijo con disgusto - Es mi hija, es tanto mía como tuya.

- Pero quién la vio crecer fui yo - Lucy guardó silencio - Quién la iba a dejar al jardín de niños, quién le leía cuentos, quién le cambió los pañales, quién hizo todo eso fui yo. Yo me sacrifique como no tienes idea para que nunca le falte tu amor - le dijo muy cerca de su rostro, frío - Yo fui padre y madre a la vez para Amai, y a pesar de mi trabajo, siempre estuve para ella.

- Natsu, no quiero discutir contigo. El juicio seguirá, y si no puedo quitarte la custodia, haré todo lo posible para que la compartamos.

- Deja las cosas como están - Advirtió, la rubia no retrocedió - No hagas que use todos mis medios para pedir una orden de alejamiento. A diferencia de ti, las posibilidades de que yo gane el juicio son mayores. Si tú quieres continuar, no sólo perderás la custodia, sino también no te dejaré verla nunca más.

- ¡No atrevas! - Lo golpeó en su pecho - ¡Es mi hija, es mi bebé!

- ¡Entonces olvida esa tonta idea! - La sostuvo bruscamente - Yo te quiero, te quiero tanto que hasta permití que tengas una relación con la niña porque no quería que estuviera triste. Pero si tú intentas apartarla de mi, quién se irá, pero para siempre de aquí, seré yo con mi familia.

- Natsu... - Ella lo miró llorosa - E-Es mi hija...

- Pero es más mía, y ella no quiere estar sin mi, por más caprichosa que sea. Amai desea estar conmigo por sobre ti - el corazón de la rubia se rompió al oír eso - No te lo diré otra vez, olvida esa estúpida idea de tener la custodia de Amai, porque de lo contrario, aquí quién se olvidará de la niña, serás tú, así tenga que usar todo mi dinero para lograrlo.

No esperó a que ella conteste, salió de forma fría de la habitación y la rubia se agachó para observar a la nena, sintiendo temor, rabia y impotencia. Su hija era su mayor tesoro, anhelaba mucho estar con ella sin tener que humillarse para lograrlo, quería irse con su pequeña.

- Mamá...

- Aquí estoy...

- ¿Has peleado con papá...? - Preguntó medio perdida.

- No, para nada - Lucy se limpió la lagrima que cayó por su mejilla izquierda - Tú descansa, preciosa. Debes estar bien para verte linda como siempre, hija.

- Te amo mucho...

- Y yo a ti...

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Continuará***

《Mas que un simple Juego》II POSTEMPORADA II #WattpadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora