Día XV: Imponente

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Universo: Canon

Estado: Parte 4/7

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— Pidge, ¿puedes escanear la atmosfera de este planeta? — La estática en las comunicaciones se hizo presente mientras Keith esperaba la respuesta desde el lado del león verde. — ¿Pidge, estás ahí?

— ¿Se habrá quedado dormida? — Preguntó su madre desde un lado de la cabina del león negro, Keith negó con la cabeza luego de considerarlo por un par de segundos. —

— Debió dejar el piloto automático y enfrascarse en una conversación junto con Shiro.

— ¿Cómo estás tan seguro? — Krolia trató de ver si podía encontrar al león verde alrededor de la formación que seguían en el espacio. Escuchó a su hijo suspirar cansado mientras seguía insistiendo, sin respuesta. —

— Pidge, te estoy hablando.

— Hey Keith, ¿crees que sería muy malo si en el próximo aterrizaje me dejas explorar a mí?

— Si, lo sería. — Afirmaron todos en cuanto el mensaje resonó en sus comunicadores. Lance gimió herido. —

— ¡Yo también puedo ser bastante bueno dirigiendo!

— Seguramente terminaremos en algo igual de peligroso como los yelmors de la vez pasada. — Respondió Hunk, el gemido molesto de Romelle resonó en las comunicaciones ante el recuerdo. —

— Si, definitivamente no lo seguiría a él.

— ¿Allura, tu piensas lo mismo? — Preguntó Lance, pero la risa nerviosa de la princesa dejó en claro que la respuesta era implícita. Lance rezongó. —

— Esto es injusto, Keith apenas regresó hace un par de semanas al mando y ahora todos le hacen caso.

— Y aun así es mucho más seguro que seguirte a ti, Lance. — Argumentó Pidge al fin. A Krolia no le pasó desapercibido el aire de tranquilidad de su hijo cuando escuchó al paladín verde a través del casco. — Keith es el líder, tu eres el tirador, ¿recuerdas? — Lance zumbó unos momentos antes de asentir satisfecho por el título que ahora todos aceptaban abiertamente. —

— Estoy de acuerdo.

— Bien, entonces quédate en la retaguardia y no jodas de nuevo.

— ¡Pidge, cuida tu lenguaje! — Respondió Shiro ante las palabras de Pidge, quien solo se disculpó rápidamente. —

— Pidge, responde.

— Lo siento, ¿decías algo Keith? — Cuando Keith conectó la videollamada hacia el león verde, pudo verla regresar a su asiento con Shiro siguiéndola a sus espaldas. — Estaba conversando con Shiro, no sabía que me estabas hablando.

— Tienes que tener más cuidado con eso, siempre debes estar alerta por si se produce un ataque en el espacio. — Dijo pacientemente, como si estuviera explicándole una regla a un niño pequeño. Ella solo asintió desinteresada mientras abría el mensaje que Keith le había enviado. — Son los planetas más cercanos en la órbita de esta galaxia, escanea cual es el más adecuado para conseguir nuevos recursos.

— ¡Mas vegetales! ¡Elige el que tenga más vegetales! — Pidió Hunk ansioso cuando escuchó la palabra descender. Habían estado volando durante días y sus provisiones comenzaban a disminuir rápidamente gracias a los nuevos tripulantes y el lobo cósmico. —

— La comida si bien es escasa en este momento, creo que la recolección de agua potable es mucho más significativa. Ya que la última vez no fuimos capaces de encontrar ningún manantial o civilización que nos ayudara. — Argumentó Pidge mientras terminaba de escanear los tres planetas que tenían a su disposición. — Keith, este planeta está rodeado por una naturaleza peligrosa en donde nos resultará un poco difícil conseguir recursos de alimentos, pero tiene pozos de agua dulce en el interior de unas cavernas que son accesibles desde la superficie.

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