Día XVI: Incompetente

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Universo: Victorian AU

Estado: Parte 3/4

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Matt leía una nueva novela que encontró en los rincones de la casa, mientras esperaba pacientemente que la puerta del corredor se abriera en cualquier instante sobre una nueva noticia. El ambiente de la habitación era tenso y considerablemente ansioso, en donde su familia y sus más cercanos apenas respiraban ante la espera. Podía ver a su padre conversando a las afueras de la terraza junto con el señor Kogane y su cuñado, el teniente Kolivan, un hombre de gran porte y un rostro impávido, que en ese momento sufría una severa mirada por el ansia de la situación. A su alrededor Hunk y Lance se encontraban sentados conversando sobre las banalidades de la vida del campo, tratando de alguna manera calmar los pesares de su cuñado, quien no había dejado de observar la puerta en ningún momento en cuanto las mujeres la cerraron en el instante que Katie comenzó con las primeras contracciones.

Era un ambiente terrible, pero Matt poseía la increíble habilidad de guardar la calma ante situaciones de las que escapaban de sus propias manos.

Como en ese momento, mientras esperaban las noticias sobre el estado de su querida hermana menor, quien estaba en labor de parto desde hace varias horas. Levantó la mirada para apreciar los jardines centrales, el cielo ya se había oscurecido y se preguntó ingenuamente si aquello le afectaría de alguna manera a su esperado sobrino.

— Hey. — Matt levantó la mirada para encontrarse con Shiro a su lado, un tanto nervioso con los brazos cruzados. — ¿Quieres acompañarme a dar un breve paseo a los alrededores? —

— Por supuesto.

Se levantó de un suave movimiento dejando el libro a medio leer en un mueble cercano, mientras se abrían paso hacia los pasillos de daban una encantadora vista a los jardines centrales de la casa McClain. Ni su padre ni sus amigos hicieron ningún comentario al respecto, asumiendo que seguramente aún quedaban varias horas de espera antes de saber noticias sobre Katie y su esperado hijo.

Caminaron largos minutos en silencio apreciando el arte de los vastos jardines en los alrededores. Si bien Lance McClain era un chico de gustos excéntricos y una conducta poco ortodoxa para alguien de su categoría, Matt podía reconocer que su deleite por la jardinería era exquisita e impecable. Alrededor de arbustos y flores de origen variado, grandes estanques y fuentes adornaban su camino como un gran lienzo de fantasía. Ambos podían entender por qué Allura disfrutaba mucho visitar a Lance durante su tiempo libre, independiente de su presunto interés romántico en los últimos meses.

Shiro suspiró pesadamente en cuando se detuvieron en un estanque, viendo como algunos pequeños peces se remolinaban en las esquinas en búsqueda de comida.

— Estoy preocupado, Matt. — Dijo Shiro cabizbajo, Matt aprovechó la ausencia de empleados a su alrededor para apoyar su cabeza en el contorno de su hombro. — Temo por la vida de Katie y su hijo.

— Todos lo hacen. — Respondió en un susurro. Shiro lo miró por unos segundos, viendo una suave sonrisa en su rostro mientras observaba el agua. — Keith no ha dejado de observar esa puerta desde que las criadas la cerraron.

— ¿Tu no? Es tu hermana de quien hablamos. — Cuestionó incrédulo ante la tranquilidad de su voz. — Ya sufrió una terrible perdida a inicios de su matrimonio.

— No lo sé Shiro, solo siento que Katie podrá con ello esta vez.

Cuando él y su familia se enteraron de parte de Keith sobre el nuevo embarazo hace varios meses atrás, la noticia los había golpeado negativamente las primeras semanas, especialmente a Matt. Quien había acompañado a su querida Katie durante las penurias ante la pérdida de su primer vástago mientras su esposo se encontraba en las afueras de la ciudad, ignorante ante lo sucedido. Habían sido días terribles, y Matt se sintió impotente al no conseguir menguar el dolor del corazón de su amada hermana pequeña.

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