Trueno y Replik

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Narra la autora

La noticia de que Trueno y Replik iban a competir, siendo pareja, en Pangea, ya no era una novedad, todos hablaban sobre eso.

Las espectativas estaban muy altas, ambos chicos estaban en un muy buen nivel, a pesar del descenso del más joven.

El torneo era en México, por lo tanto ambos adolescentes iban a pasar mucho tiempo juntos y alejados de sus raíces.

Era el primer viaje en el cual Peligro no podía acompañar a su hijo, por lo menos no desde el primer día, tenía pensado ir, pero unos días más tardes.

Por ahora el viaje era solamente de Manuel y de Mateo, el avión salía en unas cuantas horas, cuatro para ser exactos.

Manuel se encontraba en el aeropuerto esperando a Mateo, mientras este último estaba bajando del taxi acompañado de su papá.

Narra Trueno

Después de pagar el taxi y que mi viejo baje la valija del baúl, empezamos el camino hasta la puerta 7 del aeropuerto, donde teniamos que encontrarnos a Manu para hacer el chequen y ahi esperar el avión para poder embarcar.

Los nervios de Mateo eran evidentes, iba a viajar solo con Manuel a otro país, donde además tenian que compartir habitación y escenario también, no solo el nerviosismo era evidente, si no que la felicidad también, y más al enterarse que su padre no viajaba con él.

Peligro: Hola enano -Mi viejo se acerco de una forma muy silenciosa al otro chico, logrando que pegué un salto al escucharlo hablar en su odio, mientras le revolvía el cabello-

Manu: Pero la puta madre -solto mientras se llevaba una mano al pecho- si no te caigo bien avisame y me alejó, pero no quiero morir solo con 19 años

Peligro soltó una fuerte carcajada mientras abrazaba a Manu y le susurraba algo al oido, que no logre escuchar.

Un poco más alejado de ambos me encontraba yo, viendo como estos dos se jodian y peleaban, amistosamente

Mateo: Bueno, hola para vos también Manu -le dije para llamar su atención y poder saludar al otro de una vez por todas-

Manu: Hola Mateito -dijo mientras se separaba de mi viejo y venia a abrazarme a mi-

Alguién le puede decir que no me haga esto, no sabe la cosas que genera cuando me abraza y habla de la forma en la que lo hizo, me dan ganas de abrazarlo, esconder mi cara en su cuello, llenarlo de besos y no soltarlo más. Sueños que nunca voy a cumplir

Mateo: Todo bien gil?

Manu: Sep, vos? Estas ansioso por nuestro viaje?

Peligro: Lo único que voy a pedir es que usen protección, por más que no puedas dejar embarazado a mi hijo, tampoco lo quiero con enfermedades

Mateo: PAPÁ! Por favor, que decis? -no podía más de la vergüenza que sentia en ese momento, mi cara iba a explotar-

Manu: Quedate tranquilo Pedro, lo voy a cuidar

Sentia mi cara roja, hasta las orejas para ser exactos, iba a morir de vergüenza mientras estos dos se reían de como estaba yo

Mateo: Los odió -termine de soltar esas palabras, me di medía vuelta y me senté en uno de los asientos más alejados con los brazos cruzados-

Manu: No te enojes Teo, es todo con amor -dijo mientras se sentaba al lado mío y me abrazaba-

Narra la escritora

Después de unas cuantas horas, al fin habían llegado a México, lo único que tenian que hacer era buscar un taxi que los lleve al hotel y ahi dormir, por lo menos, hasta mañana a la tarde

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