Narra Valen
La casa estaba que explotaba de gente, el alcohol viajaba de mano en mano, al igual que la droga, las personas amontonadas en donde se suponía era una pequeña pista improvisada. El olor a faso con el calor corporal me estaba generando mareos, tantos que preferí sentarme un rato entre Wawa y el Negro.
Wawa: Estas bien? -preguntó-
Asentí en respuesta a su pregunta, mientras cerraba mis ojos llevando mi cabeza hacía atras, descansando así unos largos minutos.
Wawa: Valen -dijó moviéndome, la ignoré- mirá quien llegó bobo -volvió a decir-
Levanté mi cabeza llevando mi vista hacía la puerta de entrada, Mateo, Manuel y Daniel se encontraban parados allí con grandes golsas que suponía contenían alcohol. Una gran sonrisa se dibujo en mis lábios al ver a Dani rodando los ojos cuando Mateo dejo un beso en los lábios de su novio. Solté una risita, observando todos y cada uno de sus movimientos.
Negro: Anda a comerle la boca y deja de violarlo con la mirada -dijó para después volver a unir sus lábios con los de Tadeo-
Fue mi turno de rodar los ojos, Wawa sonrió apoyando su mano en mi rodilla, asintió en mi dirección, dandome la confianza para poder hacerlo. Me levanté rapidamente del sillón, caminando en la dirección que se habían ido los tres menores.
Solté una pequeña carcajada cuando vi a Manuel sobre la mesada con Teo entre sus piernas besándolo desesperadamente.
Valen: Tranquilo hombre, que nadie te lo va a robar -dijé apoyando mi mano en su hombro-
Ambos se separaron mirandome con una sonrisa tranquila en su rostro.
Mateo: Daniel esta afuera y sólo, anda a buscarlo y dejame seguir chapando -terminó de pronunciar la última palabra y volvió a unir sus lábios con lo de Manu-
Susurre un gracias mientras me dirigia al patio de mi casa, al cual estaba prohibido pasar. Salí sin hacer mucho ruido, encontrándome al enano sentado sobre una reposera con una lata de cerveza en su mano derecha, y un cigarrillo en sus gordos y apetecibles lábios.
Me acerqué a él por detrás, quitando su cigarrido de la boca, llevándolo a la mía dando una gran calada. Dani giró su rostro, con una expresión de enojo e indignación que cambio rapidamente cuando me vio a mi.
Dani: Me asustaste pelotudo -dijo sonriendo, antes de llevar la lata a su boca, dando un gran trago-
Una pequeña gota de birra se escapo de sus lábios, la cual junte rapidamente con mi lengua. Las mejillas de Dani se encontraban a punto de explotar de lo roja que se encontraban. Dejo salir una risita mientras pasaba sus brazos por detras de mi cuello, acortando más la distancia entre nosotros.
Dani: Hola amor -susurró sobre mis labios-
Valen: Hola bebe -dije dulcemente, para después unir mi boca con la suya en un suave beso-
Dani se levanto de la silla, sentándome a mi, para después posicionarse sobre mis piernas, quedando de costado sobre mi regazo. Mis brazos abrazaban su cintura, mientras el izquierdo suyo estaba sobre mis hombros y el derecho jugaba a entrelazar sus dedos con los míos. Sonreí de forma boba al verlo mirar nuestras manos con una tierna sonrisita.
Valen: Sos hermoso -dijé mirándolo-
Dani: Valen -se quejo- no digas esas cosas -pidió, sabía que le daba vergüenza, pero es que es más fuerte que yo-
Solté una risita abrazándolo más a mi cuerpo, dejando un sonoro beso en su mejilla.
Valen: Que haces acá afuera? -pregunte después de un rato-
Dani: Quería estar acá -dijó encogiéndose de hombros- me gusta mucho tu patio -susurró-
Sonreí de forma grande mientras observaba el patio de mi casa, no era muy grande, pero tampoco era chico, era de un tamaño normal, como el de cualquier casa, con la diferencia que este patio fue testigo de muchas de nuestras demuestras de amor. Nuestros primer beso, cuando nos confesamos, el beso que empezamos acá y terminamos en mi cama enredados después de hacer el amor, este patio tenía mucha historia para nosotros. Hasta había algunos lugares en los cuales terminamos haciendo el amor, como la esquina más apartada y oscura.
Valen: Si? Y por que razón te gusta tanto? -pregunte-
Dani: Porque cada parte de este lugar tiene una pequeña parte de nuestra historia en él -dijó mirandome a los ojos- y los momentos que van a venir
Sonreí grande para después unir mis lábios con los suyos en un desesperado beso, mis manos viajaron a su trasero apretandolo fuertemente, mientras sus pequeños suspiros quedaban sobre mi boca. Con un rapido movimiento nos levanté de la reposera, Dani enredó sus piernas en mi cintura, mientras me encargaba de llevarnos a nuestro lugar secreto.
Posicione a Dani sobre el colchón que dejábamos ahí, para quitar prenda por prenda de su cuerpo , mientras mis lábios dejaban un largo y humedo caminó de besos. Los gemidos se hacían presentes con cada toqué y roce que nuestros cuerpos sentían. Núnca me iba a cansar de tener a Dani de esta forma.
Tomé ambos miembros en mi mano derecha empezando con un lento sube y baja, disfrutando las caricias y la fricción que estos brindaban. Ensalive dos de mis dedos para dirigirlos a su entrada, preparándolo de forma lenta.
Cuando sus gemidos pedían por más y mi miembro necesitaba estar dentro de él, quite mis dedos de su interior, abriéndome paso con mi erecto pene en su entrada. Un gemido alto salió de la garganta de Dani, mientras un jadeo escapaba de mi boca.
Las embestidas se hacían cada vez más rápidas y profundas en su interior. Entrelace sus dos manos con las mías, cuando sentí que el orgasmo estaba cerca. Los espasmos no tardaron en aparecer. El menor fue el primero en correrse, manchando su abdomen con su semen. Unas pocas embestidas después llego mi liberación, terminando en el interior de Dani.
Solté un fuerte gemido mientras enterraba mi cara en el hueco de su cuello, nuestras manos seguían unidas mientras intentábamos recuperar la regularidad de nuestras respiraciones.
Salí lentamente de su interior cuando ya podíamos respirar normalmente, me abrace a su cuerpo desnudó, entrelazando su mano con la mía. Nuestros ojos miraban atentamente las estrellas, con nuestros pechos subiendo y bajando pausadamente.
Dani: Valen -susurró, gire mi rostro dándole a entender que lo escuchaba- te amo -dijó-
Pegué su cuerpo al mío dejando que apoyará su rostro en mi pecho, enredando nuestras piernas.
Valen: También te amo Dani, mucho -susurré para dejar un pequeño beso en su frente segundos después-
La fiesta que se estaba dando en mi casa paso a ocupar un segundo lugar, sabía que si algo pasaba los chicos me avisarian o se harían cargo. Y mientras eso pasara, preferia quedarme abrazado al amor de mi vida viendo las estrellas, recordandonos cuanto nos amábamos
____________Y terminamos el maraton con estos bebés!!
6/6
Espero que les guste, las adoro
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One Shot Gay
Fiksi PenggemarHistorias cortas sobre shippeos gay, pueden ser realmente pareja o no