One Shot Gay

Litcko

Narra Mauro

Los mensajes y las llamadas de Matías no dejaban de llegar, mi celular vibraba cada varios segundo, avisandome que una nueva interacción habia llegado.

Matías estuvo por várias horas haciendo lo mismo, tenía más de 40 llamadas perdidas y más de 150 mensajes suyos. La mayoría eran preguntandome si era verdad que estaba con una mina, otros eran preguntas hacía nuestra relación, pero la que más me impacto fue el último mensaje que me mando antes de dejar de mandar.

"Tan poco soy para vos?"

Mi corazón latía aceleradamente, mi ojos se estaban volviendo aguados, pero tenía que resistir y no mandarle nada. No pensaba perder la apuesta que había hecho con los pibes, iba a ganar.

Paulo: Que onda? -pregunto el Cordobés logrando que me asustara ante su repentina aparición- todo bien?

Mauro: Por donde entraste? -pregunte- y no, todo mal -dije mientras me tiraba boca arriba en mi cama-

Paulo: Primero, entre por la puerta y segundo, por que todo mal? Que paso? -preguntó mientras se tiraba a mi lado-

Mauro: Ja ja, no seras muy gracioso vos? -pregunte rodando los ojos-

Paulo: No me cambies el tema Mauro, que te pasa? -volvió a preguntar más interesado que antes-

Mauro: Hice una apuesta con los chicos -solté-

Paulo: Una apuesta? Sobre que? Con que chicos? -soltó una pregunta tras otra-

Mauro: No puedo -dije-

Paulo: Habla, dale -volvió a decir-

Mauro: No puedo hablar, o sea es una apuesta, pero no puedo decir nada hasta mañana -dije rápidamente-

Paulo: Me estas jodiendo Mauro? -pregunto indignado- que carajo estas por hacer? -volvió a preguntar rodando los ojos-

Mauro: Una gran idiotez -murmure- jugamos a la play? -pregunte después de vários minutos en silenció-

Paulo soltó un gran bufido mientras volvía a rodar los ojos

Paulo: Dale, juguemos -dijo-

Y así pasé toda la tarde y noche del domingo, evitando tocar mi celular, evitando pensar en Matías y usando a Paulo como una gran distracción, por lo tanto, hice que Paulo se quede a dormir en mi casa.

La mañana se basó en lo mismo, nos levantamos, desayunamos juntos y después emprendimos camino hacía el colegio. Paulo no paraba de hablar sobre lo bien que estaba su relación con Mauro2, mientras yo solo pensaba en como debía estar Matías, mi celular seguía apagado, y mi cabeza no paraba de pensar ni un solo minuto.

Paulo: Eu -dijó chasqueando sus dedos frente a mis ojos- que te pasa? -pregunto cuando un fuerte ruído se hizo presente en el lugar-

Xx: Te mato -gritaron desde la entrada, reconocí perfectamente su voz, y claramente esperaba que algo como esto pasara - te juro que te mato Mauro

Sin entender lo que estaba pasando, Paulo miró en mi dirección, con cara desconcertada, poniendose adelante mío cuando vio que su novio se acercaba.

Mauro: Correte Londra, esto no tiene nada que ver con vos -dijó mirandome sobre el hombro de su novio-

Paulo: Todo lo que tenga que ver con mi amigo, tiene que ver conmigo -dijo confiado el pelirubio-

Mauro frunció su ceño, mientras su cara de enfado aumentaba cada vez más.

Paulo: Me podes explicar que esta pasando? -pregunto mientras conectaba mirada con el mayor, ignorándome-

Mauro: Tu amigo es un tarado, eso pasa -su voz abandonaba su garganta con rabia, mientras intentaba llegar a mi-

Paulo: Pero por que? -pregunto empujándolo hacía atrás cuando intento tomarme de la remera-

Mauro: Primero no me vuelvas a empujar, núnca más -dijó mientras se acercaba peligrosamente a Pau- segundo es un tema entre él y yo, no te metas rubio -volvió a decir intentando correrlo hacía un lado-

Paulo: Ya te lo dije, todo lo que tiene que ver con él, tiene que ver conmigo también morocho -dijo en modo sarcástico- y vos no vuelvas a tocarme núnca más -solto mientras lo empujaba con más fuerza lejos nuestro-

El empujon que le dió Paulo a Mauro logró tirarlo al suelo, lo que generó que su enfado aumenté cada vez más. Mi amigo lo miraba enojado, mientras seguía protegiéndome de su novio. Si supieras Pau, lo tendrías que dejar que me pegué tranquilo.

Mauro: Te mato -dijó levantandose-

Paulo: Si, como lo ibas a hacer con Mau? -pregunto- no hagas promesas que no vas a cumplir -dijo acercándome demasiado a él-

Después de soltar aquello me tomo del brazo, mientras nos dirigia lejos del muy enojado Mauro.

Paulo: Me podes explicar por que te quería matar? -pregunto irritado-

Mauro: Porque puede que haya lastimando a su hermano -dije con la voz en un mínimo hiló-

Paulo: De que estas hablando? -justo cuando termino su pregunta, apareció en nuestro campo visual un triste y apagado Matías, el cual tenía grandes ojeras y se notaba a distancia cuanto había llorado- que le hiciste? -pregunto enojado-

Mauro: La apuesta -susurre-

Paulo: La apuesta, que? -pregunto enojandose más-

Mauro: La apuesta que te conte ayer, lo involucraba a Matías -dijé-

Paulo: Sos un pelotudo -soltó para después dirigirse hacía Matías y Mauro-

Solté un gran suspiró mientras miraba como Matías abrazaba a Paulo. No sólo había lastimado a Mati, sino que también había logrado que Paulo y Mauro se pelearan por mi culpa, justo un rato después de que el rubio me contara alegremente lo bien que estaban.

Ví a Matías alejarse de aquel par, era el momento para acercarme a hablar con él, sin tener a Mauro queriendo romper mi linda carita. Lo seguí sigilosamente, y cuando estuvo sentado en el patio, me acerque hasta él.

Matías: Para que me seguiste? -pregunto con la voz rota, sorprendiéndome, se había dado cuenta-

Mauro: Porque necesito hablar con vos -solté poniendome delante suyo-

Matías: Mira, hoy si tenes ganas de hablar? -pregunto- que lástima que yo ya no quiera -dijó intentando levantarse-

Mauro: Escuchame por favor -hablé tomando sus manos- se que fuí un idiota, que me comporté muy mal, y que te hice pasar un día de mierda, pero todo tiene un porque -dijé-

Matías: Habla -fue lo único que dijo-

Mauro: Primero, perdóname amor -dijé- segundo fue todo mentirá, no estuve con ninguna mujer, no te engañaría núnca, sabes que te amo muchísimo, lo único que hice ayer fue estar con Paulo todo el día.

Matías: Y para que me dijiste que te ibas a ver con una? Por que no contestaste mis mensajes o llamadas? Sabes lo mal que me sentí ayer? Sentí que ya no me amabas, que no era lo suficiente como para estar con vos. -soltó un suspiro mientras las lágrimas bajaban por sus mejillas- Por que lo hiciste? -volvió a preguntar-

Mauro: Me da mucha vergüenza contarte el porque -dijé arrepentido-

Matías: Habla o me voy -soltó enojado-

Mauro: Fue por una apuesta -solté-