One Shot Gay

Wosani

Narra Dani

Los golpes en la puerta eran cada vez más constantes y fuertes, el ruído de unos nudillos chocando contra la dura madera me estaban provocando un fuerte dolor de cabeza.

Solté un bufido llevando mis manos a mis oídos mientras me dejaba caer sobre el sillón, cerre mis ojos fuertemente intentando pensar en cualquier cosa que no sea el molesto ruído, pero de nada sirvió cuando segundos después el timbre se unió a los golpes.

Pose un almohadón sobre mi cara, presionandolo hacía abajo, para ver si así podía hacer que el ruído molestara menos en mis oidos.

- Dani ya se que estas ahí, me podés abrir - gritaron del otro lado de la madera

- Quiero estar solo, ¿Tanto les cuenta entender? - respondí con otro gritó

- No nos importa que quieras estar solo Daniel, abrí la puerta - gritó otra voz ahora

Rodé los ojos, sin moverme ni un milimetro de donde me encontraba acostado.

Unos fuertes pasos se escucharon y seguido unos susurros, los golpes cesaron y el timbre dejó de sonar. Le agradecí internamente a la persona que había logrado aquello

- ¿Estas seguro que queres que nos vayamos? - pregunto la voz de Teo, no se escuchó ningúna respuesta y segundos después el menor volvió a hablar - bueno, cualquier cosa llamanos

- Chau Dani - dijeron ahora al unísono Manu y Teo

- Chau - grité para que escucharan mi respuesta

La intriga por saber quien era la persona que estaba ocupando ahora el lugar de mis amigos aumentaban cada vez más. Y aúnque no quería ver a nadie, me levante lentamente del sillón, intentando hacer el menor ruído posible.

Caminé hacía la puerta, apoye mi cabeza contra la madera, intentando ver algo por el agujerito, pero no había nada, ni nadie. Solté un suspiro pensando en que tendría que abrir si quería saber quien estaba del otro lado

Tomé el picaporte con mi mano derecha, haciéndo un lento movimiento hacía abajo, moví un poco la puerta para adentró y justo en eso momento Valentín apareció frente a mi.

Intenté cerrar la puerta en su cara, pero ya era demasiado tarde, el ojiazil se encontraba con un pie en la entrada, lo cual impedía poder cerrar esta. Hizó un movimiento fuerte empujandome hacía adentró de mi departamento, y cerrando la puerta detrás suyo.

Lo miré enojado, mientras daba pasos para atrás, y él se encargaba de avanzar hasta quedar enfrenté mío, con una gran sonrisa adornando su rostro.

Sus manos fueron hacía mis axilas, y con fuerza me levantaron del suelo, haciendo que mis piernas quedarán enredadas alrededor de su cintura, mientras apoyaba mi espalda sobre la fría pared blanca.

Solté un leve suspiro cuando su pelvis chocó contra la mía de forma brusca, generandome una fuerte vibración en mi interior, mientras sus manos fueron hacía mi trasero, presionandolo fuertemente.

- Hola amor - dijó sobre mis labios con una gran sonrisa en su rostro

Rodé los ojos, mientras me abrazaba a su cuello

- Hola - dije enojado - ¿Como haces para siempre salirte con la tuya? - volví a hablar con indignación en mi voz -

- Porque te conozco, como no lo hace nadie más, y se que hacer para que me abras - soltó después de reírse levemente

- No me gusta que me conozcas tanto - dije infantilmente - Yo quería estar solo

- Mm yo creo que no, porque si querías estar solo no te asomabas para ver quien estaba del otro lado y te aguantabas la intriga - habló mientras hundía su rostro en mi cuello - mi teoría es que estabas esperando encontrarme del otro lado y por eso abriste