9. Misión uniformada

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Luego de esa extrañamente corta llamada llegó un auto a donde estaban y escoltó a las chicas a la base militar japonesa.

—Es enorme...

Eso y cosas por el estilo es lo que decían las chicas causando algo de gracia a sus adultos acompañantes.

Luego de recorrer una gran variedad de pasillos llegaron a la oficina de aquel que las había citado.

—Con permiso.

Dijo uno de los escoltas tocando la puerta.

—Adelante.

Se escucho una voz desde adentro de la oficina. Pasaron por la puerta y se pusieron frente al escritorio del agente del gobierno japonés.

Karasuma se aclaró la garganta.

—Me alegra que aceptaran la oferta, ¿están dispuestas a hacer lo que sea?

Ellas se hicieron las pensativas pero solo era para molestar al mayor. Después de todo el siquiera había dado una presentación adecuada entre las personas que estaban detrás de ellas y ellas mismas.

—Hmmm... De acuerdo.

Dijo Nokia sonriendo al tomar la palabra.

—Entonces entraré en los detalles de su misión, siéntense.

Ambas obedecieron sin chistar. Tadaomi ordenó unas hojas de su escritorio y suspiró mostrándoles una foto de una especie de pulpo amarillo con toga de graduación y birrete.

—Éste de aquí es su objetivo, tendrán que convivir con el como si fuera su maestro e intentar matarlo en el proceso. Serán infiltradas en esa clase, la 3-E, como alumnas normales, tendrán que estudiar como los alumnos del salón y no pueden atacar nadie.

¿Una clase de...

Empezó a decir Nokia, sin embargo quien terminó la frase fue su compañera.

—...asesinato? ¿Tan peligrosa es la cosa amarilla?

Eso marcó un poco de desilusión en el rostro de la menor, el no poder atacar a los demás alumnos, pero se conformo rápidamente sabiendo que podría matar al profesor guía del aula en la que estuviese asignada.

—Así es, sin importar como intentemos hacerlo siempre evade los golpes, sin contar que nos ha puesto una condición.

Responde el peli negro mayor.

—Momento, ¿los estudiantes no usaban uniformes?

Karasuma sonrió discretamente, las chicas que tenía en frente no solo eran fuertes y ágiles, sino también inteligentes y de paso habían desviado la conversación que el intentaba evitar "la debilidad del ejército japonés contra un experimento del gobierno".

—Así es, usarán el uniforme de Kunigaoka.

—Por mi no hay ningún problema.

Dijo Nokia antes que Kumi dijera cualquier tontería.

—¿Tenemos que usar falda? Me gustaría ver el uniforme de los hombres.

Y ahí se fue el intento en vano de Nokia parta causar una buena impresión.

—Vas a usar la falda del uniforme femenino quieras o no, tu no vas a cambiar ese hecho.

Kumi llevó a cabo una discusión de veinte minutos en la cual ganaron Karasuma y Nokia. Kumi se puso la falda a regañadientes y salió del pequeño baño de la oficina.

—¿Ya están contentos? Esto es muy incomodo, con esto me costará atacar al objetivo e ir de árbol en árbol.

Nokia iba a responder sarcásticamente pero el pelinegro hablo antes.

Salvaje Juventud [HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora