❤Shinsou Hitoshi x lectora❤ ONE-SHOTS

{¿Aceptas?}

<<¿Hmm? ¿Qué es...ese olor?>> Abriste los ojos con pesadez; repitiendo un par de veces el proceso para acostumbrarte a la luz, mientras olfateabas el delicioso aroma que inundaba el aire.

Buscaste a tu al rededor y descubriste que Shinsou no estaba en la cama.

<<Tal vez está cocinando algo.>> te levantaste despacio de la cama para envolverte con un abrigo e ir hacia el comedor del departamento en el que ambos vivían.

Ni siquiera te molestarías en arreglarte si ya llevabas bastante tiempo compartiendo una vida íntima con Shinsou. Él ya te ha visto hasta en tus peores mañanas.

Llegaste al comedor para encontrarte con la sorpresa de que el pelivioleta preparó un enorme desayuno. Panqueques con jarabe, huevos con tocino, un tazón con frutas peladas y cortadas, té café y jugo de naranja; probablemente para que eligieras lo que vaya más a tu gusto, y masas dulces.

— Wow, alguien se levantó de muy buen humor uh. — notaste a tu pareja sobresaltarse por tu llegada tan discreta.

Volteó hacia ti y te recibió con una sonrisa. Su típica sonrisa.

— Je sí, podríamos decir que sí. — rascó la parte de atrás de su cuello; una costumbre que nunca se le quitó, y caminó hasta ti para abrazarte y besarte.

— No te recomiendo besarme, me apesta el aliento a muerto. —

— Correré el riesgo, es lo que hacen los héroes. — rieron los dos mientras alejabas a Shinsou que intentaba besarte.

El de cabello violáceo terminó ganando y entre risas logró depositar un tierno beso en tus labios. Luego otro y otro.

— Ya cielo ya, ¿de dónde salió tanto buen humor? —

— Oh no lo sé, sólo desperté así. —

— Pues espero que te levantes así más seguido. — reíste ante su fingida y exagerada cara de ofensa mientras te sentabas a la mesa para comenzar a desayunar. — Wow todo se ve muy rico. —

— Y sabe mejor de lo que se ve. — sonrió divertido al ver cómo te brillaban los ojos cada vez que te llevabas algo de su comida a la boca. — Eres tan linda. —

Levantaste la vista de tu plato y lo miraste curiosa ante sus palabras. Sus mejillas enrojecieron levemente al darse cuenta que no habló lo suficientemente bajo.

— Shinsou, ¿estás ocultando algo? —

— ¿Eh? No. ¿Por qué crees eso? —

— Llevamos siete años de pareja y aún más de conocernos. Sé muy bien cuando estás ocultando algo. — apoyaste el codo sobre la mesa y tu mentón sobre tu mano viendo cómo se tensaba y se ponía nervioso. Era obvio ya. — Vamos, dime qué escondes. —

La cara de Shinsou poco a poco comenzaba a volverse más roja, sus manos empezaban a sudar un poco y su corazón latía exageradamente rápido. Estaba muy nervioso y sin darse cuenta también te estaba poniendo nerviosa a ti.

— Ti-tienes razón. Llevamos muchos años de estar juntos. Llevamos mucho tiempo felices y enamorados y...bueno, es difícil no llegar a imaginar más. — tomó rápidamente tus manos y las envolvió entre las suyas. Sentiste que algo se había colado entre ellas.

— ¿Shinsou? —

—  Por eso quería preguntarte si...si quisieras... — soltó despacio tus manos, miraste hacia ellas y las abriste para ver qué fue lo que Shinsou te dio. Al darte cuenta qué era sentiste que se te detuvo el corazón y que tus ojos empezaban a humedecerse. Volviste a mirarlo para descubirle con una mirada de enamorado y sonriendo de una forma tan pura.