te esperaré

761 79 10
                                    

Rusia se quedó dormido alado de la habitación de México irónicamente el despertó primero que su amado aprovecho para darse una lavada de cara y hacer como si no estuviera tomado o algo así,así que se puso al cien y bajo a la cocina para limpiar un poco y preparar unas tazas de café

El tricolor bajó en pijama, lo había despertado un fuerte olor a café, México adoraba el café, era adictivo a el.

Al bajar vio como Rusia preparaba algo de café, el mexicano se acercó con curiosidad, quería ver cómo era que el ruso preparaba el café.

— México, El café instantáneo se prepara igual en todos lados — dijo Rusia mientras miraba el rostro de mexico lleno de ... ¿admiración? En su mente estaba feliz por verlo asit.

— Es que olía demasiado a café y me dio curiosidad— dijo México mientras tomaba asiento en el comedor.

Rusia llegó con dos tazas de café, le dio una a su amado y la otra era para el, empezaron a platicar cuando Rusia le dijo que ese día saldrían a desayunar y a pasear o como México le decía "a babosear", pronto se acabaron el café, México subió a cambiarse y al bajar notó algo en las escaleras que el día de ayer había tomado por alto.

En aquel pasillo que quedaba Justo al terminar las escaleras habían cuadros del padre de Rusia es decir "Urss".

Narra México:

Mire aquellas fotografías con algo de curiosidad, jamás pensé que aquella persona pudiera verse tan calmado, o hasta feliz en sus fotos, quiero decir siempre que lo veía o estaba cerca de él, Urss siempre se mostraba tan distante.

Cuando menos lo espere Rusia ya estaba al lado mío, miraba las fotos con nostalgia.

— Las fotos están ... tan cuidadas — México roso con su deseo el marco de la foto

A lo que Rusia contestó — Debo de hacerlo, es lo menos que puedo hacer por el después de qué pasó lo qué pasó —

— Hablas de cuando estalló la guerra ..?? — el mexicano preguntó con algo de ingenuidad.

— No, habló de algo qué pasó entre nosotros desde antes de eso — Rusia bajo con México hasta la sala y le contó su historia.

Narra Rusia:

Debo de admitir que me sorprendió ver a México observar las fotos con tanta curiosidad, así que me anime a contarle todo.

Papá era algo estricto pero cariñoso, toda mi infancia me trató con amor y cariño, no había día en el que no me enseñara algo nuevo, lo admiraba.

Conforme iba creciendo mi padre aplicó mano dura, no dejaba que saliera, él quería que estudiara todo sobre el pais, las leyes, la historia, me llevo a conocer a sus "amigos" uno de ellos fue Nazi.

Yo era un adolescente estupido que no entendía nada, quería ir a divertirme, salir y cuando me arte de la monotonía me escapé, salí a conocer el pueblo de papá por primera vez, no sabía a donde iba o en qué calles estaba, pasó algo... llamaron a mi padre y me regañó como nunca lo había hecho.

Me dijo que no volviera a salir sin su permiso que aún era un niño, le dije que no era verdad, tuvimos nuestra primera y última pelea seria en ese momento.

Después de eso, estalló la guerra, un día simplemente papá se fue y nunca regresó, él murió sin que yo le pudiera si quiera pedir perdón o regresarle todo el amor que él me dio.

Y justo después de eso comprendí por que papá se aferraba a que aprendiera todas esas cosas, él sabía que en cualquier momento moriría, quería prepararme para ese momento y lo logro, en cuanto papá desapareció tomé el control del país sabía cómo hacerlo todo eso ya me lo habían enseñado.

Acabe de hablar, y mexico esta vez se notaba algo triste.

Rusia al notar eso habló su voz era algo tranquila  — Sabes... a veces pienso que mientras yo fui un adolescente "normal" tú fuiste uno diferente cuando eras adolescente pasaste por una guerra... por tu independización— México lo miró con esos grandes ojos que solo él tenía.

— Si..!! Pero eso lo hice solo por que era necesario tenía que pasar por ello, pero en cambio tú... tú tuviste que madurar de un día para el otro — Esta vez si sonrío un poco el mexicano — creo que nuestros papás tuvieron la misma idea sólo que el mío no supo desarrollarla bien —

Cuando termino esa plática, Rusia salió con México lo llevo a desayunar a un lindo lugar, después como había prometido lo llevo a pasear.

Toda la tarde se les fue en eso, pero justo antes del atardecer Rusia pensó que era ahora o nunca, tenía que confesarle a México todo lo que sentía.

Pero primero Rusia tomó las manos del mexicano lo miró a los ojos y le pregunto — ¿Que significó para ti el beso que nos dimos aquella vez?— México se quedó sin palabras esa pregunta era algo repentina, ¿Que significó? Pues para él significó todo, pero decidió no decir nada ya que pensaba que para Rusia solo había sido un beso más y ya.

Después de estar unos minutos así junto todo el valor que pudo y habló — N-No lo sé... para mi fue .. mi todo, Rusia tú sabes lo que sentía por ti, tal ves eso tuvo algo que ver — Rusia se acercó un poco más al mexicano y le confesó cómo se sentía, le dijo que se arrepentía de haberlo tratado mal en aquella época, le dijo que empezó a enamorarse desde ese momento pero nunca se dio cuenta si no hasta que fue el mundial, pasar esos momentos junto a él se le hicieron muy lindos, quería estar junto al mexicano, quería que fuera suyo.

México paro todo, le dijo que era muy lindo de su parte pero tenía que decirle la verdad no quería ilusionarlo, tal y como Canadá lo estaba haciendo pero esa es otra historia, México le dijo todo a Rusia, le dijo que en efecto el también sentía algo por Rusia pero no era lo suficientemente fuerte como para tener una relación con él en esos momentos, también le dijo que empezaba a sentir algo por Canadá, y sabía que tenía que elegir, tenía que darle una respuesta al ruso pero aún no estaba preparado, primero tenía que hablar con Canadá, aclarar las cosas.

Rusia lo entendió todo, le dijo que él podía esperar una respuesta y no importaba a quien escogiera, Rusia seguiría amando al mexicano, aun que todos sabemos que Rusia no se rendiría así de fácil.

Narra México:

Mi último día con Rusia acabo ahí, regresamos a su casa me quede a dormir y al día siguiente me desperté temprano, tomé mis maletas y Rusia me acompaño hasta el aereopuerto, el camino no fue incómodo hablamos "normalmente" hacíamos y al llegar me despedí, subí a mi avión y regresé a casa.

El Harem de México Donde viven las historias. Descúbrelo ahora