Comment ne pas l'aimer, si c'est si mignon.💕

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Todos los sucesos de esta historia suceden antes de la fiesta que Inglaterra y Francia hicieron.

Narra Inglaterra:

Siempre e sido un país demasiado ocupado, nunca tuve tiempo para estar cerca de mis hijos o de mi pareja, seguiría así de no ser por aquel día que casi solo pierdo todo, ese día España llego hasta mi oficina, estaba enojado.

Cuando entró no le di tanta importancia, en esos momentos ya tenía algunos roses con él por que estaba más que claro que él quería quedarse con Francia, aun que a eso fue hasta mi oficina aquel día, él llegó para amenazarme, me dijo que no estaba tratando bien a su querido Francia cosa que era verdad casi no le prestaba atención me daba igual.

— Escúchame bien maldito Ingles, entrégame a Francia, no lo mereces ..!! Lo tratas como basura — España me miró con unos ojos de asesino, en esa época él no perdía oportunidad para estar a solas con Francia, cuando lo escuché solté una risa sarcástica y lo mire como si fuera una escoria — Y tú si ..?? Por fa veo no te hace caso, para él eres y serás siempre su mejor amigo, nunca te verá como tú lo ves—

España solo se quedó callado, la verdad es que si era un maldito, al principio sólo quería tener a mi lado a Francia para hacer enojar a España, aun que con el tiempo note su dulzura y lo mucho que me hacia falta su compañía, aun que no lo note hasta el momento en el que España me demostró que podía alejarlo de mi y hacer que se olvidara de mi con tanta facilidad.

¿Como me di cuenta de eso?, lo note cuando España ayudo a Trece colonias con su independencia, no solo eso en ese momento Francia también pasaba demasiado tiempo con él tenía que tomar una decisión, luchaba por Francia o luchaba por mi hijo, creo que debí luchar por ambos, pero no lo hice, pelee por Francia.

Desde ese momento Francia y yo hemos estado juntos siempre, después de pensarlo por tanto tiempo y darle vueltas al asunto decidí dar el siguiente paso con el, pedirle matrimonio, jamás lo había hecho por qué pensé que no era necesario por Dios hasta tenemos hijos, pero aún así quiero casarme con el, quiero estar el resto de mi vida junto con él quiero que todo el mundo sepa que ese país es mío y yo soy de él.

Lo pensé por bastante tiempo y al fin tengo el lugar y momento correcto para decirle lo que siento, ese día fui hasta su territorio después de todo es la tierra del amor no..??, llegue sin avisar y como era de esperarse Francia estaba ocupado.

Estaba atendiendo algunos asuntos importantes de su país pero cuando acabó lo lleve a comer a su restaurante favorito, salimos como cualquier día normal, terminamos de comer e hice que me acompañara a un lago donde se podían ver perfectamente las estrellas, Francia estaba tan distraído que no notó cuando tomé su mano y lo mire directo a los ojos.

— Francia... se que llevamos tanto tiempo saliendo juntos, tenemos hijos y nos vemos casi todos los días, pero aún así siento que debo preguntarte esto y espero que tu respuesta sea un si — le dije mientras podía observar que los ojos que mi amado se iluminaban tal y como dos estrellas, él estaba escuchándome atentamente sin decir palabra alguna, aun que podía notar como no paraba de sonrojarse, tragué un poco de saliva y algo nervioso le hice la pregunta no sin antes arrodillarme tal y como si fuera una película — Francia, ¿quieres casarte conmigo? — saque una pequeña caja color vino la abrí y contenía un anillo, en medio del anillo había una pequeña piedra brillante, estaba tan nervioso, no sabía que iba a responder y si no me amaba realmente..??, no quería pensar en eso pero era inevitable y más ya que Francia se tardo en darme una respuesta.

Voltee a ver al francés cuando note que estaba llorando, tenía pequeñas lágrimas corriendo por su rostro, estaba tapando su boca para contener su emoción, ya que no podía hablar solo asintió con la cabeza, salte y lo abracé no podía contener mi felicidad, Francia correspondió a mi abrazo.

Después de un largo abrazo le limpié un poco las lágrimas, tomé su mano y le coloqué el anillo, después le di un beso.

Esa misma noche ambos países fueron a casa del Francés a celebrar esa propuesta, además los dos prometieron hacer las cosas poco a poco, iban a planear una boda con su debido tiempo, no lo harían de un día para otro como era la costumbre de Inglaterra.

Dentro de todos los preparativos querían pedirle a Canadá que los ayudara un poco pero eso sería después de anunciar su boda, todo lo estaban planeando con su debido cuidado.

El Harem de México Donde viven las historias. Descúbrelo ahora