Capítulo 9

145 20 1
                                    

Jungkook está enfadado conmigo porque últimamente paso mucho tiempo con Jimin. En realidad, él no sabe que estoy con Jimin. Solo sabe que he estado en otro sitio, y está enfadado. Tengo la impresión de que eso es bueno. Siempre me pongo un poco nervioso cuando llevo un rato sin ver a Jungkook, pero si se ha enfadado conmigo porque no paso más tiempo con él, quiere decir que ha estado pensando en mí y me ha echado en falta.

—He tenido que ir a hacer pis y no estabas para echar un vistazo por si había alguien en el váter —dice Jungkook—. He tenido que llamar a la puerta.

Ahora mismo estamos sentados en el autocar del cole, camino de casa, y Jungkook se ha agachado en el asiento y me habla entre susurros para que no nos oigan los demás niños. Pero nos oyen. Siempre nos oyen. Jungkook no ve lo mismo que los demás niños, pero yo sí. A mí los árboles sí me dejan ver el bosque.

—Tuve que ir a hacer pis y no estabas allí para echar un vistazo por si había alguien en el váter —dice Jungkook de nuevo.

Cuando no le contestas, Jungkook siempre te repite la pregunta, porque necesita una respuesta antes de seguir hablando. El caso es que Jungkook no siempre hace las preguntas como si fueran preguntas. Muchas veces espera que adivines que lo que te ha dicho es una pregunta. Cuando tiene que repetirla tres o cuatro veces, cosa que conmigo nunca pasa, pero sí a veces con los profesores y con su padre, se altera mucho. A veces se bloquea por culpa de eso.

—He ido a la clase de Mingyu —le digo—. Quería averiguar si está tramando algo. Para asegurarme de que no se tomará la revancha esta semana.

—Lo has estado espiando — dice Jungkook, y yo sé que eso también es una pregunta, aunque no suene a pregunta.

—Sí —le digo—. Lo he estado espiando.

—Vale —dice Jungkook, pero noto que aún sigue un poco enfadado.

No puedo decirle que he estado con Jimin porque no quiero que Jungkook sepa que existen otros amigos imaginarios. Si cree que soy el único amigo imaginario del mundo mundial, creerá que soy alguien especial. Que soy único. Y eso es bueno, creo yo.

Me ayuda a perdurar.

Si Jungkook, en cambio, supiera que existen otros amigos imaginarios, y estuviera enfadado conmigo como está ahora, es posible que se olvidara de mí y se imaginará a un nuevo amigo. Con lo cual yo desaparecería igual que ahora mismo está desapareciendo Jimin.

Me está costando mucho trabajo mantener la boca cerrada, porque me gustaría contarle a Jungkook lo de Jimin. Al principio pensé que si se lo contaba, igual me podía ayudar.

Pensé que como es tan inteligente quizá se le ocurriría algo útil. O que tal vez pudiera echarnos una mano directamente con los problemas de Yoongi, enseñándole, por ejemplo, a atarse los cordones de los zapatos; luego podría decirle a Yoongi que la idea había sido de Jimin y mi amigo podría ganar unos cuantos puntos.

Pero ahora deseo contárselo porque tengo miedo. Tengo miedo de perder a mi amigo y no tener a nadie con quien hablar. Supongo que podría hablar con Yeontan, pero no lo conozco demasiado, al menos no tanto como a Jungkook o Jimin. De todos modos, aun en el caso de que Yeontan pudiera hablar, sería muy raro hablar con un perro. Mi mejor amigo es Jungkook, y es con él con quien debería hablar si estoy triste o tengo miedo, pero no puedo.

Solo espero que se presente en el colegio mañana y no sea ya demasiado tarde.

Al padre de Jungkook le gusta ir diciendo por ahí que todas las noches juega a la pelota en el jardín con su hijo, que es justo lo que están haciendo los dos ahora mismo. Le cuenta a todo el mundo lo bien que Jungkook coge la pelota, y a veces insiste mucho en ello, aunque generalmente lo hace cuando la madre de Jungkook no está delante. A veces, si sabe que su mujer puede volver en cualquier momento, lo suelta nada más salir ella de la habitación.

Memorias de un Amigo Imaginario || TAEKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora