Mi Amor Eterno : Ayer, Hoy Y Por Siempre.

6-New York...

SAM

Aún no entendía como lograba sentir ese mismo calor junto a ella después de tanto tiempo, es indescriptible para ser sincero ,me sumergí en el mismo deseo como la primera vez que la vi. Ese deseo de tenerla cerca ,protegerla, hacerla mía y solo mía, esa estúpida obsesión al parecer no se fue, cuando pensé que si. Sus ojos aún me parecían preciosos al igual que su piel morena, no tuve escapatoria a ese sentimiento ¿pero qué debí hacer al respecto?¿ir donde está y hundirla de nuevo en mi mundo oscuro? Ella ya tenía una vida donde era feliz, tan solo escuchar su risa y verla sonreír me di cuenta , además de eso tenía a otra persona junto a ella, que se notaba que la quería como yo no lo hice en aquellos momentos donde tuve mi oportunidad .Aún pensaba en como ese tipo la tomaba de la cintura y bailaban, seguía torturándome por todos los recuerdos que me golpearon muy fuerte, sentí el nudo en la garganta y ella sabía que la estaba observando aun así besó los asquerosos labios de aquel imbécil. Seguí viendo el techo de mi habitación recordando a mi primer amor y como lo destrocé por la forma en que soy, aun que dije que nunca me arrepentía de nada, en ese momento me arrepentí de haberla dejado ir, yo debería de haber sido el que bailase con ella, el que lo besara ,debí ser yo.

— Sam —escuché a Rosa tocar la puerta— Cody está aquí, te espera en la sala —

— Enseguida bajo —le avisé yendo a mi armario para vestirme ya que estaba en boxers. Bajé descalzo y con ropa deportiva, fui hacia la sala y allí se encontraba, su rostro estaba serio y tenía periódicos en sus manos— ¿sucede algo? —pregunté después de arrojarme al sofá que estaba frente a él.

— Esto —dijo entregándome los periódicos— creo que deberías tener mas cuidado —dijo bebiendo agua que recién nos sirvieron. El periódico tenía fotografías del momento en que estuve hablando con Sarah en la gala, luego contaban como en un tiempo pasados fuimos novios y muchas estupideces mas que no lo leí.

— Sabes que los periodistas siempre inventan cosas, además no me interesa en lo absoluto lo que digan sobre mi —dije también bebiendo.

— Solo ten cuidad, recuerda ya no eres un adolescente, tienes una gran compañía ,una reputación ,cuidalas —dijo antes de ponerse de pie— te espero mañana para la conferencia —dijo yéndose. Volví a ver las fotografías del periódico y estuve leyendo esos artículos casi toda la tarde. Eso de las 4 fui a visitar a Ámbar quien estaba en la piscina.

— Hola —la saludé de un modo decaído y cansado mientras me sentaba en la orilla.

— Vi todo lo que están diciendo sobre ti y esa chica —dijo ahora sentada junto a mi— ¿es cierto?¿tuviste un amorío con ella? —preguntó casi triste.

— Fue hace mucho tiempo —confesé sin mirarla.

— Me habías dicho que nunca te enamoraste —vuelve a hablar sin dejar de mirarme, lo que comenzó fastidiarme.

— No quiero hablar sobre eso —fue lo único que articulé antes de quitarme mi camiseta y sumergirme en el agua, al salir a la superficie la vi aún sentada y con una mueca de decepción— olvídalo —le indique enojado.

— No me importa que hallas tenido algo con esa chica, me mentiste y quien sabe cuantas veces más —dijo molesta.

— Por favor me conoces, sabes que en algún momento lo haría —nade lejos de ella.

— Pero no sobre eso, creí que había ganado tu confianza y que fue una confesión sincera —siguió.

— JAMÁS VOY A HABLAR DE MI PASADO NI CONTIGO NI CON NADIE! —exploté saliendo del agua. Ella tan solo se me quedó viendo— NI TAMPOCO VOY A HABLAR SOBRE EL AMOR NI LAS PORQUERIAS QUE PASE POR SU CULPA! —volví a gritar, ya no de furia, sino porque estábamos muy alejados, fui hasta ella y tomé mi camiseta. Ámbar ni se inmuto.