SARAH
Me alejé de él para ir a atender, al llegar a la puerta principal, una señora con pijama se me había adelantando, supongo que era una de las mucamas.
— Daniel —dije con alegría al verlo con una mochila en su espalda. Me acerqué y lo abracé.
— Sólo será por ésta noche ¿verdad? —me preguntó con seriedad.
— Si, Sam conseguirá un departamento —conté también con seriedad. Entendía porque estaba así. Odiaba a la gente rica.
— Espero que no sea costoso —comentó sin ánimos.
— Daniel por favor —le pedí que tranquilice su malhumor.
— No quiero demasiados lujos —me ignoró.
— Me estás poniendo mal, basta, no quiero que empieces con tus objeciones sobre la gente con dinero, ellos trabajaron duro para tener todo lo que tienen —le reproché.
— No es por eso —dijo y desvió sus ojos a mis espaladas. Me volteé y me encontré a Sam mirándonos atento. Quise ocultar mi rostro decaído, pero no pude.
— ¿Algún problema? —preguntó la voz impotente de Sam, sentí su mirada clavada en mi.
— No —contesté he intenté sonreír, pero por su rostro ,sabía que no me creyó.
— Rosa, prepara una habitación de invitados —le ordenó a la mujer con pijama y bata.
— Claro señor —dijo ésta y se fue.
— Ten cuidado, no solo soy rico —le dijo Sam a Daniel, quien lo miró sin expresión. Me enfurecí.
Maldita sea Sam, ¿por qué complicas todo?.
— Basta ¿a caso les gusta verme mal? —los reté a ambos y me retiré a la sala. Escuché sus pasos que me siguieron.
— Lo siento —Sam se me acercó por detrás y acarició mis brazos.
— Señor, la habitación está lista —la mujer apareció con rostro apenado.
— Ella es Rosa, si necesitan algo, se los dará —habló Sam— vuelve a tu habitación —le ordenó a la mujer. Me alejé de sus manos y me acerqué a Daniel.
— Vamos, te acompaño —le dije con la mirada baja. Ambos subimos las escaleras y le indiqué por donde. Al estar en la habitación, Daniel soltó un suspiro y arrojó su mochila en la cama de una plaza.
— Perdón —dijo sin mirarme— es que ese tipo me da mala espina, no me agrada como es, ya sabes por ser rico cree que es el rey del mundo —me miró— no quiero que te lastime de ninguna forma —sonó molesto. Vi como moldeó su mano en un puño. Aquello me dejó perpleja.
— ¿A caso crees que Sam podría hacerme daño físicamente? —le pregunté estupefacta.
— Se notá que no tiene moral y que se deja llevar por su temperamento —se acercó, pero yo me alejé.
— Tú no lo conoces como yo, así que te pido que no insinúes cosas estúpidas, quiere ayudarnos ¿eso te parece malo? —le hablé recta.
— Está bien, no quiero discutir contigo por él —se notó más tranquilo.
— Pues parece que eso quieres, estas haciéndome elegir entre ambos —me queje.
— Sé que lo elegirías a él en ese caso —habló dolido.
— Y tú a Charlott —contraataqué. Daniel se quedó mudo y eso me hizo sentir pésimo— descansa —le dije por último saliendo de la habitación y cerrando la puerta. Suspiré hondo e intente ser fuerte ¿cómo podría hacerme eso? ¿cómo puede ponerme entre la espada y la pared? ¿qué mierda quiere? Entendía su desagrado con Sam, pero ¿por qué esa mala actitud? Él nunca se abrió a hablar mal de alguien, aunque fueran sus peores enemigos. Entonces ¿qué le pasa con Sam? ¿por qué lo odia tanto?. Sabía que Sam tenía sus etapas de macho alfa, pero es solo por su tontos celos . Debería de agradecerle , él solo quiere protegerme. ¿a caso es algo que no está relacionado conmigo?Dejé de pensar al ver a Sam en el fondo del pasillo, abrió una puerta y entendí que era la de su habitación, me hizo una señal de que lo acompañara. Caminé hacia él lentamente, mi corazón palpitó con fuerza mientras más cerca estábamos, me estremecí cuando se relamió los labios y me miró de arriba hacia abajo.
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Mi Amor Eterno : Ayer, Hoy Y Por Siempre.
RomantizmSEGUNDA TEMPORADA DE " MI AMOR PELIGROSO" Sam había pasado 4 años queriendo llenar aquel vacío que dejó su primer amor. Su ambición lo llevó a ser un hombre solitario, temido muchas veces, aunque para él, eso no era nuevo. Pero había algo dentro que...