15- Visita

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SAM

— Hablé con Sarah hoy, de hecho fuimos a almorzar, espero que no te molestes —habló de repente Matt mientras que yo golpeaba un saco de boxeo pero me detuve en cuanto oí su nombre.

— ¿Sobre qué hablaron? —pregunté.

— Bueno, le dije la verdad sobre ti, que aún la amas y eso —respondió como si nada.

Fruncí el ceño y enseguida me enojé.

— No necesito un estúpido cupido Matt —escupí volviendo a golpear el saco, con más fuerza.

— No se que decirte, se a vuelto muy dura y está muy ,pero muy convencida de que jamás volverán a estar juntos —contó .Lo que me decayó un poco ,pero unas simples palabras no me alejaría de ella.

— Es porque cree serlo —le dije tomando una toalla y secar el sudor de mi cara.

— ¿Y qué hay de su novio? Mientras él  esté con ella, seguirá creyendolo —me preguntó mirándome atento.

— No te preocupes por él, estará fuera durante un mes ,tendré mas oportunidad —dije orgulloso y motivado. Relajado de que el idiota estuviera lejos de ella.

— ¿Cómo lo sabes? —preguntó. A lo cual lo miré obvio— cierto, porque ere un puto espía profesional y también porque tienes un investigador privado ex FBI —se burló. Después de esa plática, seguimos ejercitándonos. Por la noche iba salir a una cena con mi equipo de las carreras, íbamos a festejar el cumpleaños del jefe de los pit ,cuando una visita inesperada apareció.

— Señor —oí a Rosa del otro lado de la puerta de mi habitación— su padre está aquí, junto con su esposa, están en la sala y necesitan hablar con usted —me avisó .Quedé estático un momento, no estaba preparado para enfrentarlo, no me dio tiempo de prepararme.

— Enseguida bajo –le dije acomodando mi traje y bajando a la sala, tomé aire antes de entrar y me pedí a mi mismo no perder el puto control delante de él.

— Sam —habló mi padre al verme entrar. Él y Gabriela se pusieron de pie.

— Bienvenidos —fue lo único que dije. Estreché la mano de mi padre y saludé a su esposa con un beso en la mejilla. Joder si que se había puesto perfume.

— Te ves muy bien —me alagó mi padre. Fruncí el ceño al ver un bulto en el vientre de Gabriela, quien sonrió de alegría.

— Gracias —fue lo único que dije— tomen asiento, no tengo mucho tiempo debo asistir a una cena hoy —

Ambos se sentaron en el sofá mientras yo solo intenté mantener distancia tomando asiento frente a ellos .Aunque había pasado mucho tiempo, Gabriela aún no me agradaba y creo que jamás me agradará.

— Lo sentimos por haber llegado sin avisar, es que queríamos tu aprobación —habló mi padre sonriente apretando la mano de su esposa.

— ¿Aprobación para qué? —pregunté inquieto.

— Estuvimos hablando —comenzó a relatar Gabriela— tendrás una hermana ,y pues queríamos llamarla Penelope —terminó con una sonrisa algo triste.

— En honor a tu madre —dijo mi padre ¿¡pero qué mierda!? ¿¡quieren llamar a esa cosa como mi madre!? Jamás en mi puta vida lo aprobaría! ¿cómo se atrevían a usar su nombre y a tratar de ser buenos en honor a ella? Maldito seas papá, quieres llamarla como MI madre al engendro de ésta mujerzuela y un egoísta. Suspiré agobiado ante mis pensamientos.

— ¿Por qué piden mi aprobación? Esa es decisión suya —hablé sonando tranquilo mientras mi cabeza explotaba .

— Es que sabemos cuanto adoras a tu difunta madre —dijo la puta esa.

— Queríamos darte la noticia, y no queremos que odies a tu nueva hermana y el nombre de tu madre sería algo lindo para ti, por eso queríamos que tú lo apruebes —NO! MIERDA NO LO APRUEBO DE NINGUNA MANERA, DE TODOS MODOS LA ODIARIA AUNQUE SE LLAME COMO MI MADRE.

— Ya se los dije ,es decisión de ustedes, no quiero interferir en sus planes —hablé apretando mi mandíbula por la furia e indiscreción de estas personas.

— Sam —dijo Gabriela teniéndome lástima. Que mujer tan irritante . Me quedé quieto cuando se puso de pie y tomó asiento junto a mi— jamás en lo que me resta de vida, intentaría reemplazar a tu madre, solo quiero que seamos una familia —posó su mano en mi hombro. Mi cuerpo se contrajo y es que quien sabría cuantos penes tocó, que asco. La alejé de manera que no se diera cuenta que se la apartaba con repulsión.

Jamás podrías reemplazar a mi madre ella era una mujer decente no una caza fortunas como tú.

— Está bien —dije al fin— por mi está bien —aprobé a duras penas su idea de nombrarla como mi madre al engendro ese. Ambos sonrieron pero yo estaba a punto de estallar a gritos.

— ¿Quieres tocarla? —me preguntó Gabriela refiriéndose a su vientres. Jamás en mi puta vida te tocaría serpiente de dos patas. Ella sonrió ante mi cara de desaprobación y sin previo aviso tomó mi mano y la colocó sobre su barriga. Mi cabeza estaba dando vueltas, toda la furia y el asco estaban muy al limite— no tengas vergüenza —¿vergüenza? No, lo que tenía era repulsión— la pequeña Penelope necesitará de su hermano mayor —finalizó con unas caricias a mi mano. Joder juro que ya no aguantaba eso, y en ese instante la cosa esa se movió bajo mi mano, alce las cejas por la sorpresa. Se sintió extraño y más aún repitiendo las palabras de Gabriela, la pequeña Penelope.

Lo siento mamá ,por dejar que estos capullos deshonren tu nombre.

Alejé mi mano lentamente y miré a mi padre quien sonreía como idiota.

— Ya debo irme —dije al recibir un mensaje en mi teléfono.

— Si por supuesto, no te quitaremos más tiempo —dijo él poniéndose de pie junto con Gabriela— estoy muy orgulloso de ti hijo...digo...Sam, haz logrado el éxito del negocio familiar —me felicitó.

  En una cierta época esas palabras me hubieran echo feliz, pero ese momento solo me dieron ganas de golpearlo otra vez por lo tarde que era para hacerse pasar por un padre orgulloso. Después de que se fueran, monté mi auto y me dirigí a la cena, donde insulte hasta por los codos, a mis compañeros no les importaba, ya se habían acostumbrado a mi manera de hablar y actuar. Todo por culpa de mi padre, ese idiota me había sacado de mis casillas.

Mi Amor Eterno : Ayer, Hoy Y Por Siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora