18- Vuelo

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SARAH

Al otro día y al igual que el resto de la semana, no tuvimos un momento para charlar, casi nunca estaba en su oficina, todo el tiempo salía y no me miraba y si lo hacía era de una forma vergonzosa. Hasta que llegó el esperado viernes, día en el cual viajaríamos a Miami, por lo que me había dicho en un fugaz momento en el que pude preguntarle.

— Puedes irte a alistarte para el viaje, pasaremos por ti a eso de las 5:30 —me dijo sin mirarme al salir de su oficina y volviendo a irse quien sabe donde. Sin perder tiempo fui a mi departamento a terminar de empacar algunas cosas ,como iríamos a un lugar donde no era necesario llevar mucha ropa encima por el sofocante calor, mi maleta era liviana y pequeña, solo sería un fin de semana. Al ser justo las 5:30, golpearon mi puerta, dejé mi maleta en el sofá y fui a atender.

— Buenas tardes, vengo a ayudarla con sus maletas —dijo un hombre de no más de 30 años, con unos intensos ojos celestes y un rostro esculpido por los ángeles.

— ¿Usted trabaja para Sam...digo el señor Whrilan? —pregunté torpemente al hombre envuelto en un traje.

— Así es, él lo está esperando abajo —avisó. Mi cuerpo volvió a prenderse fuego y solo logré asentir. Ambos salimos de mi edificio, él con mi pequeña valija rosa y yo con una presión en mi vientre, aquel precioso hombre rápidamente la guardó dentro del auto y se apresuró a abrirme la puerta trasera. Maldición ,no estoy acostumbrada a tanto servicios. Dentro del coche, me encontré a Eliot con una gran sonrisa y a un Sam vestido informal y completamente de negro, junto con unos lentes oscuros, éste solo observó  por la ventanilla mientras que Eliot se mostró feliz por mi presencia. El trayecto al aeropuerto la pasamos escuchando la vocesita de Eliot quien estaba emocionado de ir a la playa, al llegar , nos estacionamos frente a un jet negro con el nombre de la compañía.

 Creo que llevó su obsesión con el color negro muy lejos.

Mi corazón tuvo una descarga de adrenalina cuando despegamos, era la primera vez que viajaba en avión y estaba ansiosa de salir de la ciudad. El vuelo demoraría 2hs y media, Eliot estuvo acurrucado en mi regazo ,completamente dormido mientras acariciaba su cabello, se veía aun más dulce, Sam estaba sentado frente a nosotros ,aún con los lentes obscuros, lo cual me pareció extraño.

— Deberías dormir —me dijo de repente sobresaltándome. Él levantó su rostro, pero no sabía si estaba mirándome.

— Tú igual —le dije notando su cansancio a través de el largo suspiro que soltó.

— No puedo —confesó bajando su cabeza.

— ¿Aún tienes pesadillas? —le pregunté suavemente. Él asintió— ¿por eso me llamaste la otra noche? —volví a preguntar queriendo descargar toda esa intriga.

— Lamento haberte molestado por estúpidos sueños míos —se disculpó.

— Solo piensa en cosas lindas —le dije dejando de mirarlo sintiendo que me estaba involucrando mucho. Vi como se acomodó en su asiento ,se quitó los lentes he intentó dormir, al parecer haciendo lo que le dije.

Sentí como alguien golpeaba mis piernas y al instante desperté dándome cuenta de que me había quedado dormida, volví a sentir movimientos bruscos y noté a Sam con su respiración agitada, sudando y con los ojos cerrados. Mierda estaba teniendo una pesadilla. Dejé a Eliot en el asiento que estaba junto a mi y me incliné sobre la mesilla hacia al cuerpo de Sam que no paraba de moverse, sus labios estaban pálidos y gemía.

— No, no —lo escuché decir, mi corazón se achicó al darme cuenta por su rostro de dolor que en aquel sueño le estaban haciendo daño.

— Sam —intenté despertarlo— Sam —volví a llamarlo. No queriendo que Eliot despierte y lo vea así, tomé valor y me puse de pié, me coloqué junto a él y toqué su hombro, lo zamarree un poco y volví a llamarlo y al fin abrió sus ojos, los cuales reflejaban miedo— ¿estás bien? —le pregunté en un hilo de voz, el cual quería romperse y soltar un sollozo. Sentí que no podía ayudarlo y eso me lastimó en el fondo.

Mi Amor Eterno : Ayer, Hoy Y Por Siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora