31 - conociendo

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SARAH

Al salir del baño me lo encontré de pie frente a su escritorio atendiendo una llamada, sin notar mi presencia. No quise interrumpir, pero se me fue imposible no oírlo.

- ¿Que tal si nos vemos esta noche en un restauran y hablamos? -preguntó con tranquilidad- estoy ocupado ahora...si ,estoy con ella -y entonces me detuve en el proceso de salir sin ser vista- te he dicho que no, nos vemos esta noche -cortó la llamada con enfado. Se volteó y me observó divertido- ¿a dónde crees que vas? -preguntó con su voz ronca.

- Voy a seguir trabajando, tengo cosas que hacet -respondí obvia. Él enarcó una ceja- me portaré bien -le prometí rodando los ojos y luego regalarle una pequeña sonrisa. Salí de su oficina justo en el momento que las puertas del ascensor se abrieron y dejaron ver a una chica de tes moreno, cabello castaño y ojos celestes. No le calculé más de 24, se veía muy conservada. Ella parecía estar de malhumor, pero cuando me vio se le dibujó una gran sonrisa.

- Hola, tú debes Sarah -dijo acercándose a mi- Sam me ha hablando de ti -se aclaró antes de extenderme la mano- soy Ámbar -se presentó y entendí de quien se trataba. Le estreché la mano solo por educación.

- Un gusto -hablé falsamente.

- Ya no se qué puede ser mas irritante en éste día ,pero te apareces cuando te dije que estaba ocupado -oímos la voz de Sam.

- No te enojes, es que viajaré a París mañana y quería pasar este día contigo, no se cuando pueda volver -le dijo imitando una voz irritante de oír. Como una niñita malcriada. Hasta me pareció que estaba coqueteando o solo mi cabeza lo vio de esa forma. Tal vez eran celos, porque se notaba que convivían mucho.

- Tengo mucho trabajo -contestó lanzándome una de sus miradas seductoras. Mi rostro se volvió rojo como un tomate.

- Ya veo -dijo Ámbar disgustada- solo te pido unos minutos, podemos salir a almorzar, Sarah puede venir con nosotros ,así podré conocerla mejor -habló falsamente. Se notaba a legua su actuación, pero no dije nada al respecto.

- Por mi está bien -acepté. Sam me miró con asombro. Fuimos al mismo restauran en el cual una vez almorcé con Matt. Nos sentamos en una mesa alejada donde teníamos más privacidad. Al principio todo fue silencio entre los tres, a Sam parecía no gustarle y a mi tampoco. La incomodidad era palpitante.

- Y dime Sarah ¿de dónde conoces a Sam? -me preguntó de repente Ámbar, lanzando el primer tronco al fuego.

- Lo conocí en la preparatoria -contesté con tranquilidad.

- Vaya -se asombró- mucho tiempo -comentó.

- ¿Y tú de dónde lo conoces? -le devolví la pregunta.

- No sé si se percataron ,pero estoy aquí -habló Sam con diversión. No lo miré, seguí con mis ojos clavados en Ámbar y ella en mi.

- En una gala -soltó con superioridad. Bebió de su copa y volvió a hablar- no sé si lo viste , pero también hicimos una sesión de fotografías para la revista de mi madre -contó con una pequeña sonrisa.

- Pues no, no lo he visto -dije con una falsa sonrisa.

- Cuéntame algo de ti -me pidió. No supe que decir. No hay nada que deba contarle de mi.

- Si quieres te lo puedo decir yo -nos interrumpió Sam al ver que no decía nada- es muy inteligente, valiente, terca... lo miré y él me sonrió.

- Ustedes se ven tan lindo juntos -comentó Ámbar chillando pero con un filo de furia en su voz- espero que esto no te moleste -dijo acariciando el brazo de Sam- que Sam y yo seamos amigos después de tener una relación, no quiero que te sientas insegura -dijo con evidente arrogancia.

Mi Amor Eterno : Ayer, Hoy Y Por Siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora