SARAH
Los próximos días fueron rápidos, Sam había querido volver a repetir los sucesos eróticos, pero no cedí, de milagro.
Era viernes, día en el que debía ir a esa exposición de autos, el evento era al aire libre, a orillas de un lago, estaba abarrotado de gente rica y presumida. Arreglé mi vestido largo de un color verde y fui hacia la acumulación de gente. Deambulé por un rato hasta que lo vi, con un traje sin corbata, completamente de negro, lo observé mientras este hablaba seriamente con unos hombres a su alrededor. Sus labios se movían lentamente, sus ojos azules penetrantes eran directos y su ceño levemente fruncido, se veían tan guapo, tan...sexy. ¿cómo es que ahora sentía tanto deseo por él? ¿cómo es que mi cabeza solo rondaba entre esos fuertes brazos y duro abdomen? Joder soy una mujer, tenía necesidades, además no lo había visto en 4 años y ahora que ya era un hombre, mi deseo por él aumentó. Sus ojos me encontraron y con una leve sonrisa arrogante se acercó, vio su reloj y sonrió aun más.
— Justo a tiempo señorita Elmor —dijo.
— Soy puntual señor Whirlan —le seguí el juego. Él elevó sus cejas y volvió a sonreír.
— Sígueme —me ordenó. Mientras nos alejábamos de la gente mi cuerpo comenzó a presentir lo que ocurriría si estábamos a solas, por eso me detuve.
— ¿Qué quieres? —le pregunté deteniéndolo, viendo que quería ir por el muelle donde había un par de botes y lanchas. Sam se volteó y con su rostro molesto se acercó.
— Quiero que hablemos —dijo serio.
— Éste lugar me parece bien para charlar —evité su inquietud de que estuviéramos a solas.
— Créeme que no querrás que esas personas nos vean charlar —dijo recalcando la última palabra. Observé la cantidad de gente a lo lejos, pero no quería que mi cuerpo volviera a caer en su seducción.
— Tal vez si quiera —lo desafié. Él se enfureció y en menos de un segundo estaba sobre su hombro— ¿¡ qué mierda haces!? —le reproché algo molesta.
— Lo intenté por las buenas —se justificó. Oh por Dios espero que nadie nos haya visto, o peor aun, que nos hayan tomado fotos. Caminó por el muelle hasta parar frente a un gran bote, me bajó y sonrió como un idiota.
— ¿Estás loco? Alguien pudo vernos —eché humo.
— No te preocupes están distraídos con los autos —habló calmado.
— ¿Qué hacemos aquí? —le pregunté más pacifica.
— Sube —me ordenó.
— ¿Al bote? No —me negué.
— Bien, te subiré yo entonces —intentó subirme nuevamente a su hombro pero lo detuve.
— Está bien, subiré —me rendí provocando una sonrisa de victoria. Ya sobre el bote él me abrió la puerta del camarote y me señaló que entrara, con mi cuerpo tenso lo hice, porque sino, él lo haría— ¿éste bote es tuyo? —le pregunté queriendo distraerme.
— No, no tengo idea de quien es —contestó después de cerrar la puerta. Encendió las luces y mi cuerpo tomó temperatura al ver una pequeña habitación.
— Esto se llama irrupción de propiedad —hablé disimulando mi cambio de temperatura. Lo miré y él tan solo sonreía como pervertido, se acercó como un depredador. Notando sus intenciones di un paso atrás— ¿qué pretendes? —le pregunté asustada por como reaccionaría mi cuerpo ante sus manos.
— Solo quiero hacerte todo lo que en una oportunidad no pude —contestó ya estando frente a mi. Sus palabras encendieron mi corazón, sus pupilas estaban dilatas y aquel inusual brillo resaltaron sus ojos, me sentí deseada, me sentí especial, pero una duda seguía rondando en mi cabeza.
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Mi Amor Eterno : Ayer, Hoy Y Por Siempre.
RomanceSEGUNDA TEMPORADA DE " MI AMOR PELIGROSO" Sam había pasado 4 años queriendo llenar aquel vacío que dejó su primer amor. Su ambición lo llevó a ser un hombre solitario, temido muchas veces, aunque para él, eso no era nuevo. Pero había algo dentro que...