Cap 27 - Manos amigas

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Aclaración:

Hola a todos

Ya he publicado también el capítulo 4 de "Como pasaron las cosas".

Disfruten.

Narración

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Narración

Uraraka e Iida estaban sumamente preocupados por su pecoso amigo. Ambos se encontraban frente a la puerta de su habitación.

Midoriya no había salido de ahí en cinco días.

La castaña traía en sus manos un plato con un sandwich mientras que el peliazul traía un vaso con jugó de naranja. Era poco alimento, pero ya no sabían que hacer por él.

Desde el día que perdió el conocimiento y se rompió en llanto frente a Uraraka había caído en depresión.

Casi no comía, o por decirlo mejor, sólo daba dos o tres bocados a la comida que llevaban sus amigos. No se presentaba al trabajo, lo que ellos comprendían y permitieron. Además de que podían escuchar en ocasiones ligeros sollozos, apenas audibles. Eso, lejos de hacerlos felices al saber que eran los primeros sonidos que escuchaban de su amigo, les rompía el corazón.

Les dolía ver a al alegre peliverde en ese estado.

Uraraka les había contado a Iida y a los Shinsou lo que le pasaba. El hecho de que Midoriya se enamoró del bicolor y que eso lo había destrozado. Todos decidieron darle su tiempo, aún sin entender el porque le hacía sufrir tener esos sentimientos, pero les preocupaba el descuido que el peliverde estaba teniendo hacia su persona.

- Deku-kun ¿podemos pasar?. Te trajimos algo de cenar. - Hablo la joven tratando de sonar tranquila.

Pasaron unos segundos para que pudieran escuchar el leve golpeteo en el escritorio en señal de aprobación.

Un poco aliviados por la afirmación del peliverde decidieron entrar. Y al entrar, ambos sintieron como el aliento les hacía un nudo en la garganta.

Frente a ellos se encontraba Midoriya sentado en su cama, con la espalda recargada en la cabecera de la misma, sosteniendo sus piernas con ambos brazos y con la cabeza ligeramente levantada del pequeño hueco que dejaba entre sus piernas y su torso. Sus ojos se venían apagados, sin su característico brillo lleno de vida y portaba unas ojeras tan notables que fácilmente podrían superar a las de Shinsou Hitoshi. En su pequeño cuerpo ya comenzaba a verse los estragos de su mala alimentación, así como se veía la poca fuerza que tenía para moverse.

¿Como una persona tan buena como el peliverde podría estar sufriendo de esta manera?

¿Que podían hacer para que volviera a ser el mismo joven alegre y con motivaciones que siempre habían visto?

Esas y otras preguntas pasaban por la mente de Uraraka e Iida mientras se acercaban a su compañero de casa.

- Midoriya-kun, por favor. Necesitas alimentarte adecuadamente. - Habló Iida con su voz en tono de súplica. Ver a su mejor amigo en ese estado era lo peor que había visto después de la tragedia que vivió con su hermano mayor. No era capaz de hablarle con su tono usual ni hacer sus tan habituales movimientos robóticos.

La voz de un Angel - TodoDeku #GalacticBNHA2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora