El amor es verdaderamente extraño, se manifiesta de diversas formas, situaciones y aspectos. Las personas que han encontrado el verdadero amor pueden asegurar que es lo mas complicado y dichoso del mundo. Puede ser doloroso y agobiante, pero cuando...
Ok, me equivoqué en poner el "Fin" en el capítulo anterior.
Ahora sí este es el final. Y quedaría el capítulo extra KiriBaku.
Pido disculpas por la confusión.
Disfruten.
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Narración
- ¿Hijos? - Cuestionaron al mismo tiempo la joven pareja ante el comentario de la castaña.
- Si, Deku-kun, Shouto-kun. ¿No han pensado en formar una familia y adoptar niños? - Explicó la alegre chica. - Ya tienen 10 meses casados y claramente se ve que serían unos maravillosos padres.
Ciertamente el tema los había sorprendido a los dos. Tanto Izuku como Shouto estaban tan felices disfrutando de su matrimonio que no había pasado por sus mentes la idea de tener hijos.
Incluso tres semanas después de aquella conversación, el tema no dejaba sus cabezas, a una en específica menos.
- Izuku. - Llamó el mayor a su esposo una noche mientras veían una película.
- Dime, amor. - Respondió el peliverde dándole la palabra.
- Realmente quieres tener hijos, ¿verdad? - Soltó.
Ambos seguían con los ojos fijos en la pantalla, pero ya no prestaban atención a lo que en ella se veía.
- ¿Porqué lo dices? - Preguntó el menor jugando con la orilla de la camisa de su marido.
- He visto tu mirada cuando tienes a Kana y Neito en los brazos. - Comentó refiriéndose a la sobrina y ahijado de ambos. - Tienes un brillo que no aparece de ninguna otra forma. Es como si pudieras hacer lo que sea para que sus sonrisas nunca se borren y cuidarás de sus sueños. - Explicó comenzando a acariciar los suaves rizos de su esposo. - Y ciertamente me encanta verte así, con una felicidad inmensa y quiero verla siempre. Por eso estuve pensando en aceptar la propuesta de Uraraka y adoptar a un niño.
Finalmente el menor levantó su vista y miró a los ojos duales de su pareja. Ese brillo estaba ahora presente en sus bellos ojos verdes.
- Si, realmente me encantaría formar una familia a tu lado, Shouto. Pero, ¿tú también quieres hijos?.
- No estoy seguro de que pueda ser un buen padre pero...
- Definitivamente lo serías. - Interrumpió Izuku al mismo tiempo que le tomaba la mano. - Has sido un esposo amoroso y bueno. Eres un estupendo profesor, y estoy seguro de que serás un magnífico padre. - Aseguró el pecoso regalándole un beso corto en los labios. - Así que vuelvo a preguntar, ¿quieres tener hijos, Shouto?.
El mayor realmente no esperaba esas palabras del joven de pecas pero le alegraban el corazón escucharlas. Izuku siempre le recordaba lo bueno que era. Así que sostuvo con firmeza y seguridad la mano que lo unía a la de su esposo y le regaló una sonrisa.
