tout ce que je veux

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Ya habían pasado varios días desde la desaparición de Carl aesop y joseph, los nervios se conservaban.

Las conspiraciones no paraban,y se había llegado a mencionar hasta al moderador como culpable.

Las partidas eran rabieticas,y todos habían vuelto a como antes del muro.

Enemigos mortales

Con el mercenario y con el destripador a las cabezas de mando,¿como no a de ser una guerra?

Pues lamentable la historia para sus amigos,que se veían afectados por ellos.

Se habían implantado las condiciones de que cada quien se quedaría de su lado,y que hasta que no se supiera de los desaparecidos,no habría remuneración para nadie.

La mansión de los supervivientes,al tener rejas en sus puertas traseras fue una de las lineas divisoras.

El vidente no salia de su habitación en ningún momento,puesto que creía que era estúpido y extrañaba a hastur,moriría por él,cosa que bajo el mando de naib no pasaría.

William no decía nada sobre la división,más ya no era igual la amistad que llevaba con subedar,puesto que no le agradaban los términos,y su balón reparado con calcomanías relacionadas al circo solo le hacían sentirse peor.

¿Norton?,norton empezó una ley de odio,y ponía imanes de repulsión a su alrededor,mientras se ahogaba entre almohadas,lágrimas y donas en una de las esquinas de la mansión,cerca de las rejas.

En la mansión de los cazadores los términos no tenían mucha diferencia,puesto que había cazadores muy encariñados con varios de los supervivientes.

¿pero que podian hacer contra jack,su amigo?

Se quedarían junto a él en ello,le harían caso y sobre todo no lo dejarían solo.

Pues,un destripador con el corazón destripado en sentimientos era lo peor que se podría ver.



Aesop sabia que algo estaba pasando tras aquel viejo pozo donde tenia su escondite,pues,le había llegado una carta de advertencia dos días atrás del anfitrión,una advertencia sobre un castigo por su conducta.

Tenia una semana para entregarse,para vivir,y cada día haría mayor su castigo.

La muerte no le aterraba,pero un castigo que lo dejara al borde de la mencionada no le gustaría.

Así que decidió una cosa,una cosa muy importante.

Al cumplirse el paso de esa semana,mataría a joseph y el siguiente seria él,¡como aquella historia de Romeo y julieta,donde Romeo es el verdadero asesino!

A de ser malvado con la pobre julieta,a toda costa y añoranza,para que no se le sea arrebatada.

Entro como por décima vez en aquel pozo,con suministros de supervivencia y con vendas,y alcohol,robados de la enfermería de los supervivientes.

Abrió una compuerta,que lo llevaba a lo profundo de la tierra por unas escaleras viejas pero firmes,de roca.

Fue recibido por aquella habitación,bien condecorada para su muse,con encanto y sin embargo,aterrador.

Una de las cámaras,también robada,encendida cerca de la cama que había allí,donde descansaba el pariciano tras un horrible día.

Los pasos de aesop lo despertaron,haciendo que se arremolinara en un rincón de la mullida cama vieja,y haciendo resonar los grilletes que atrapaban sus muñecas bañadas en sangre.

- ¿que fue lo que hiciste ahora? - pronuncio aesop,acercándose con una lámpara en mano a él

Al acercarse lo suficiente,se dio cuenta de lo inevitable,de algo que lo hizo reflecionar un poco sobre la horrible idea que había tenido aquel día en el que decidió llevarse lejos al fotógrafo.

Aquel hermoso chico con toque francés que lo había vuelto loco y delirante,se hallaba fiero a un pedazo de vidrio,proveniente de la cámara que era su único sustento de vida en ese lugar,amenazándolo tembloroso pero firme.

Sus manos estaban llenas de vendajes al igual que sus piernas,y su cuerpo desnudo cubierto con aquella camisa antes de todo blanca,que usaba siempre bajo su elegante saco antiguo.

Muñecas rasgadas y amoretoneadas por los grilletes,y los delicados dedos,que eran los que sangraban,apretaban con fuerza aquel pedazo de cristal como si fuera un asunto de vida o muerte.

Por que así lo era para él.

Aesop se acercó a él,haciéndolo temblar aun más,y dejando que apriete más fuerte el cristal.

Las lágrimas no se hacían de esperar,mientras los revoltosos cabellos blancos se removían con el movimiento de cabeza del fotógrafo,que se negaba inútilmente a llorar.

El embalsador,con delicadeza característica de su trabajo,tomo las manos del fotógrafo,que con el primer contacto hizo una mala reacción de ataque,más al siguiente el cristal cayo al suelo.

Aquel delgado cuerpo que amaba,temblaba de dolor y en conjunto con el llanto que le removía su corazón consciente de lo que había hecho.

¿a que había llegado,para que la persona que amaba le suplicara que lo dejara ir?

Aesop sabia que había cometido el peor de los errores,y se empezó a arrepentir apenas de ello al llegar por décima vez a aquel lugar.

Abrazo a joseph,dejando que lo manchara de sangre y se aferrara a el asustado,soltando todas las lágrimas que podía soltar por el dolor y la desesperación.

Se dedico a acariciar aquella tierna cabellera blanquecina con delicadeza,ahora si sumamente arrepentido de todo.

Era un idiota maníaco,el no podía matarlo,y mucho menos escapar de su castigo como un cobarde.

Entonces,lo aceptó,aceptó su equivocación y el hecho de tener que dejar ir a su musa tarde o temprano,a los brazos del destripador aquel que mencionaba entre delirios aveces.

Y aceptó también,que su vida no valía tanto la pena si era para terminar así.

քʟaʏ ✿ƒ ɦʊռtɛʀs {°•IDENTITY V•°}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora