mon précieux

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- por aquí podrán dormir,pueden utilizar lo que se les parezca y no se preocupen mucho por si algo se rompe,aquí lo único que se rompe son mis cámaras,y estarán guardadas en otro lugar -

Joseph realmente disfrutaba esto.

Le parecía genial tener compañía,era agradable y más compañeros de cuarto.

Nunca tuvo ese tipo de compañeros,por supuesto,un conde no iba de campamento,o dormía en la misma habitación con amigos u hermanos.

Lo cual simplemente,lo hacía estar solitario en aquellos días,tanto como para estar todo el día en su mente y perder la cabeza hasta el punto de matar.

- wow... - la señortia margarett,o margaretta,si no se equivocaba,admiraba los trajes que guardaba,algunos que simplemente no usaba y varios del mismo estilo.

Sonrió,acercándose con amabilidad.

- adelante - ese brilló en esos ojos abotonados solo fue algo más para sentirse tranquilo con aquellos dos.

Confianza

La bailarina dio varios saltitos de felicidad,para luego tocar con sus manos uno de los trajes,con delicadeza y curiosidad,adoraba el color dorado de los detalles.

La dejo en su ensoñación,era digno de tomar una nueva fotografía.

El mago observaba el muro de fotografías,como quien admiraba una bella obra de arte en el museo.

- espléndido - pronuncio,realmente sorprendido de todas las que había.

- ¿quieres ser el siguiente en el muro? - este también había dado un salto,pero de la sorpresa de saber que estaba siendo observado

- d-disculpeme,mi error - no le gustaba que estuviera tan nervioso,los tres iban a ser compañeros de cuarto.

- uhm... - pensó con perspicacia,mientras sacaba de entre sus telas una cámara fotográfica y se agachaba a la altura del mago,quien aun se encontraba nervioso - ¿quieres una foto? - le sonrió con amabilidad,y el señor se fue calmando.

- ¡foto,foto! - la chica se acercó rápidamente,muy acomodada en una de las chaquetas viejas de joseph,y se engancho al hombro del mago.

No pudo evitar reír,era muy gracioso lo grande que era su ropa para estas personitas.

- aquí va - margarett sonreía feliz,mientras que aquel señor con nerviosismo,pero sin miedo.

era un momento precioso para retratar.

Tomó la foto y al salir esta la sacudió con su mano,esperando a que saliera la imagen para luego entregárselas.

- magnífico - aquel brillo por fin había adornado sus ojos también,mientras admiraba la imagen con su compañera.

- pueden ir acomodándose como gusten - tristemente para él,sus practicas deportivas resurgirían ese día,y era un deber asistir - estaré fuera por si necesitan algo.

Ambos asintieron,y se empezaron a acomodar.

Salio de la habitación y se dispuso a caminar por los pasillos,saliendo al patio donde se estaban reuniendo sus compañeros,y algunos ya estaban practicando.

No sabía porque debían practicar aun con la nieve,pero era mejor suponer que era para no desacostumbrarse.

- mon précieux - sus mejillas se coloraron al instante,¿que clase de apodo era ese?

Tenia pensado girarse para ver al propietario de la voz,pero una bufanda siendo colocada alrededor de su cuello lo detuvo.

Jack se posó delante de él,elegante,alto,y con una brillante sonrisa que le tenia el corazón acelerado.

Aquellas manos acomodaron la tela que había colocado sobre el,con calma y un toque delicado.

- puedes congelarte si no vas abrigado,conociéndote,seguro no ocupas bufandas - este hombre lo haría tener un ataque de locura algún día...

Le hubiera comentado algo gracioso,pero un pequeño y tierno beso interrumpió sus palabras y dejo su mente en blanco.

- vamos a practicar - se alejo,dejándolo constipado en un sentimiento entrañable y agradable.

Sus manos cubiertas tocaron la bufanda,de manera instintiva y en lentitud.

¿era posible enamorarse aun más de alguien?

Su corazón acelerado solo confirmaba sus propias preguntas.

Se había enamorado mucho más que la primera vez.

Todo maravilloso,si no fuera por lo que paso días después.

քʟaʏ ✿ƒ ɦʊռtɛʀs {°•IDENTITY V•°}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora